19 de junio de 2015

[Star] Capítulo 11: Consecuencias

Ciaossu~!!
Tarde actualización porque colgué leyendo un manga que amo xD jajajajaja
No sé qué más decir. En este capítulo van a darse cuenta por qué NO hay que intentar meterse con la pareja de Nishikido Ryo Dx y aparte de eso, hay de todo :D (menos lemon... xD) 
Enjoy~♥



Título: So you think you can be a star.
Fandom: Johnnys.
Formato: Multi-chaptered.
Género: AU, Romance, smut, violento.
Rating: NC-17.
Cantidad de palabras: 6128.
Estado: Finalizado.
Sinopsis: Ryo regresa pero Yuya se rehusa a perder a Tadayoshi, aunque éste le haya dejado claro, en cierta forma, que no lo ama y que a quien ama es a Ryo. Por su parte, Ryo cumple con la advertencia que le había hecho una vez a Tegoshi...

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 Capítulo 11: Consecuencias.
 
Pudo sentir una delicada caricia sobre sus cabellos y el peso de su amante saliendo de entre las sábanas. Esperó que entrara al cuarto de baño, como siempre lo hacía, para abrir los ojos y mirar la nada, y pensar en nada. Estaba seguro de que él también se había dado cuenta que siempre hacía lo mismo, pero ninguno de los dos hablaba al respecto.
Sin darse cuenta, habían hecho esa especie de cláusula, sin decirlo, sino, con hechos. Cada día después de hacer el amor, hacían eso.
Cuando salió, lo miró y le dedicó una sonrisa, haciendo que él se la devolviera de una forma todavía más amplia. Parecía un niño enamorado. En parte, no le gustaba lastimarlo de esa manera. Nunca le preguntó cómo había sido su vida amorosa, pero no estaba demás decir que el único hombre en su vida había sido Ryo; y al mismo tiempo, a él no parecía molestarle que lo tratara de esa manera. Una vez más, sin palabras, habían acordado eso.
Se levantó y se aseó, saliendo del baño al mismo tiempo en que Yuya llenaba dos pocillos de café, uno de los cuales, lo esperaba en la mesa de la cocina.

Como de costumbre, llegaron juntos a la empresa, y como de costumbre, You les tenía el horario del día, pero sorprendentemente Tadayoshi no recibió nada.
— Hoy vamos a estar en la empresa — Le dijo Subaru, quien le había alcanzado a Yuya sus horarios del día.
— ¿Vamos…?
— Todos los integrantes de KS Boys.
— Oh.
— Bueno. Nosotros nos vamos — Dijo Yuya, refiriéndose a Keiichiro y a él mismo —. Nos vemos a la noche — Le dijo a Tadayoshi, dándole un corto y sonoro beso en la mejilla ante el cual, el aludido no pareció inmutarse.
— Nos vemos — Le dijo.
— Qué duro eres con Tegoshi — Le dijo Subaru, sonriendo. Recibió un suspiro como respuesta —. Sí. Realmente eres duro con él — Reiteró.
— ¿Qué vamos a hacer? — Preguntó el menor.
— Vamos a terminar de decidir las canciones del álbum, y eso nos va a llevar todo el día. Pero, la verdad no sé a qué hora vamos a empezar.
— ¿Por qué?
— Surgió un imprevisto.
— ¿Cuál?
— Ahí lo tienes — Respondió Subaru, señalando algo que estaba a sus espaldas. Al darse vuelta, Tadayoshi pensó que iba a darle un infarto en ese mismo momento. Ahí estaba él, la razón de sus noches sin dormir. Y tal y como Erika le había dicho en su momento, caminando el muy maldito, como si nunca antes hubiera tenido un accidente—. Yoko lo fue a buscar hoy al aeropuerto — Agregó, pero su oyente no parecía estar oyéndolo. Es más, los ojos casi se le salían de las órbitas por lo sorprendido que estaba, y su mandíbula estaba a punto de tocar el suelo.
— Se te va a caer la mandíbula — Dijo Ryo, llegando frente a él para saludarlos. Sin recibir respuesta alguna por parte del menor, utilizó su mano para cerrar su boca —. Ahí está mejor. Subaru, vayan yendo y viendo qué canciones van a quedar, por favor. Se me hace que el día de hoy va a estar un poco atareado para mí — Reconoció, rascándose la nuca.
— Es lo normal. Aunque hayan pasado seis meses, no dejas de ser el presidente de la empresa.
El aludido sonrió.
— Nos vemos más tarde. Cualquier cosa, avísale a Sayuri, ¿de acuerdo?
— Está bien, señor.

Supo por Ryuhei que estaba trabajando ahí. Se sorprendió bastante al verlo, pero no parecía verse afectado por el rechazo de Yuya. Es más, era como si nunca se hubiera enamorado de Yuya. Al acercarse él a su mesa, se sorprendió, y le dedicó una sonrisa.
— Qué raro verte por acá — Le dijo.
— Vine a comer, nada más — Dijo Tadayoshi.
— ¿Qué es lo que va a pedir?
— El menú del día.
— Enseguida.
— Ikuta-kun — Lo llamó, justo antes de que el aludido estuviera por volver sobre sus pasos y dirigirse a la cocina —. Ryo volvió.
— ¿Y?
— Quiero terminar con Tegoshi.
Toma revoleó los ojos y examinó la hora en su reloj.
— Te traigo tu almuerzo y hablamos.
— Gracias.
— Entonces, crees que Nishikido-san va a decirte, ‘regresé, ahora todo está bien. Te amo, cásate conmigo’ — Le dijo, sentado frente a él, mirando a un Tadayoshi que parecía no haber comido en semanas.
— No exactamente… Pero, sí.
—Mira… No creo que Yuya vaya a intentar suicidarse o atacarte, pero — La mirada inquisidora de su oyente lo hizo cambiar su idea —… Creo que lo mejor es que hables con Nishikido-san primero.
— Es que no lo entiendes. Lo mío con Tegoshi está arreglado. Los dos sabemos que nunca iba a pasar algo en serio.
— Jugaste con sus sentimientos, eso es serio.
— Pero él lo sabía… Nunca lo dijimos, pero… él lo sabía. Tampoco sé cómo voy a decirle esto a Ryo.
— ¿Una canción?
— ¿Eh?
— ¿Por qué no le escribes una canción? Yuya me dijo que estaban esperando a que Nishikido-san regresara para elegirlas, ¿no?
— En realidad, como necesitamos su aprobación final para empezar a grabar, decidimos tomarnos un receso ya que él anda de reunión en reunión, y… yo vine a comer acá.
— Entonces, haz lo que te digo. Agarra unas cuantas latas de cerveza, emborráchate, y que la noche te sirva de musa inspiradora.
— ¡Ikuta-kun! — Lo llamó la encargada.
— La canción va a salir sola — Agregó, levantándose y palmeando el hombro de Tadayoshi.
— Oye, ¿no quieres ser un idol? — Le preguntó, Tadayoshi, sonriendo.
— Olvídalo, no tengo la gracia.
Toma sonrió y volvió a su trabajo. Tadayoshi debía hacer lo mismo, pero no iba a poder estar frente a Ryo como si nada. Al regresar a la empresa, vio a Shota sentado con los pies sobre la consola de sonido, escuchando algo a través de los auriculares, con los ojos cerrados, y a Ryuhei, al otro lado del vidrio. Decidió dirigirse al morocho, puesto que salvo estar leyendo algo, no parecía estar tan ocupado como parecía estarlo Shota.
— ¿Sucedió algo? — Preguntó el recién llegado.
— No, ¿por qué? — Repreguntó Ryuhei.
— Es que… hace ya un tiempo que los veo… algo distanciados…
— Ah, eso — Sonrió Ryuhei, prestándole atención al menor —. Sí… Es una larga historia.
Tadayoshi se dio cuenta que algo no andaba bien. Y también, que le sería imposible sonsacarle a Ryuhei la razón de su alejamiento o ruptura.
— Todo se solucionará — Le dijo, sonriendo.
— No creo que esto se solucione — Reconoció el aludido —. La razón de nuestra pelea… no es algo que se arregle con un simple “perdón.”
Tadayoshi comprendió que estaba pasando casi por lo mismo que él estaba pasando con Ryo. Por no haber sido sincero desde el principio, ni con el mayor ni con él mismo, era que habían llegado hasta esa situación. Tal y como Toma se lo había dicho, necesitaba hablar primero con Ryo, incluso antes que con Yuya.

Creyó que era como la décima reunión que tuvo. Se dio cuenta que era el mediodía porque tenía una caja de almuerzo frente a él. Debido a los medicamentos que aún tenía que seguir tomando, tenía que cuidar muy bien lo que comía a lo largo del día. Su teléfono vibró dentro de su saco. Sonrió al ver quién le había mandando un mensaje de texto, y sonrió aún más al ver el mensaje en sí.

Era la media tarde cuando You llegó a la sala de grabación. Suspiró y apoyó su cuerpo sobre el umbral de la puerta siendo observado por el resto de sus compañeros de grupo.
— Pueden irse a casa — Dijo.
— ¿Eh? — Preguntó Shingo.
— Ryo sigue con las reuniones, así que dudo que se libere antes de la medianoche. Pero mañana sí vengan a primera hora, por favor.
Subaru hizo una vuelta de trescientos ochenta grados sobre la silla en la que estaba sentado, suspirando.
— Bueno, no hay más nada qué hacer — Dijo —. Nos vemos mañana, chicos.

El estómago de Ryuhei le rogaba que lo llenara con algo. Después de pensarlo casi seis meses, decidió ir a verlo.
— Maruyama-san — Dijo Toma —. Vaya. O nadie me viene a ver, o vienen todos juntos — Agregó, con una sonrisa.
— ¿Tienes tiempo para charlar? — Preguntó, entregándole el menú.
— Seguro… Espere un momento.
— Tráeme el menú tres y una cerveza, por favor.
— Enseguida — Cinco minutos más tarde, Toma regresó con el pedido de Ryuhei —. Aquí tiene.
— Gracias.
— ¿De qué quería hablar?
— Ryo regresó.
— Lo sé. Okura-kun me lo dijo — Toma frunció el ceño ante sus palabras.
— Tienes que ir con Tegoshi.
Toma sonrió, sorprendido.
— ¿Perdón…?
Ryuhei necesitaba decirle algo, pero no sabía cómo hacerlo.
— Okura va a volver con él.
— También lo sé — Dijo Toma, cruzándose de brazos —. No sé a dónde quiere llegar con todo esto, Maruyama-san.
— Conviértete en su fuerza.
Toma abrió los ojos como platos. Recordó que Ryuhei le había dicho exactamente las mismas palabras cuando Yuya intentó suicidarse.
— ¿Maruyama-san…?
El aludido lo miró. Sonrió ante su expresión de desconcierto.
— Conozco a Yuya desde antes que llegara a KS Productions...
— Desde la secundaria…
— ¿Él te lo dijo? — Preguntó, bebiendo un sorbo de cerveza —. Vaya… Eso que dijimos que no se lo contaríamos a nadie. Sí. Fuimos pareja. Pero como verás… yo no he podido olvidarlo.
— Él es así — Dijo Toma, acomodándose sobre el asiento y mirando los vehículos pasar a través del ventanal —. Yuya es así…
— Si te estoy pidiendo que insistas en estar a su lado, es porque tú puedes hacerlo. Tú tienes la suficiente fuerza para hacerlo.
— No es así. Si hubiera tenido esa fuerza que usted dice, no me hubiera ido cuando me enteré que estaba enamorado de Okura-kun.
— Pero no lo hiciste…
— Aguanté… todo lo que pude. Pero tuve que irme. A diferencia mía… creo que es usted quién es el más fuerte de ambos. Usted ha podido soportar lo de Nishikido-san, ahora lo de Okura-kun…
— Pero hay alguien que está sufriendo por mis constantes indecisiones. Y ya va siendo hora que lo solucione.
— ¿Yasuda-san?
  Desde que Ryo se fue que no me habla — Reconoció, haciendo hincapié en cada una de las palabras, jugando con el vaso de cerveza vacío frente suyo. Toma estaba por servirle un poco más, pero él negó con la mano.
— ¿Y quiere que intente algo con Yuya para que Yasuda-kun crea que usted  dejará de amarlo? Disculpe, Maruyama-san, pero no creo que sea tan estúpido para creer eso. Además, usted ni siquiera estando Yuya con Nishikido-san ha dejado de hablarle de él, ¿no es así? ¿Por qué no empieza por eso? Por dejar de mencionarlo.
— Supongo que tienes razón — Respondió su oyente, lentamente, procesando cada una de sus palabras.
— Ahhh… Me siento Cupido.
— ¿Y eso? — Preguntó Ryuhei, sonriendo.
— Hoy Okura-kun vino a pedirme un consejo también.
— ¿En serio?
— Es como usted dice, tiene pensado terminar con Yuya.
— Quizás el destino quiere que tú te quedes con él.
— No quiero eso. No quiero tener a Yuya por la mitad. Yo quiero que todo él sea mío, no que su corazón le pertenezca a alguien más. Además…, tengo mi orgullo. No seré yo el que dé el primer paso. Será Yuya el que tendrá que hacerlo.
— Si quieres eso… Te sugiero que sigas esperando sentado…

Tadayoshi entró casi corriendo a su casa. Su madre se sobresaltó al oír el sonido de la puerta cerrándose de un golpe, por lo que se acercó a la entrada, encontrando a su hijo quitándose los zapatos.
— Hijo… Me asustaste — Reconoció la mujer.
— Lo siento, la puerta se cerró con el viento — Dijo el muchacho, acercándose a ella y dándole un beso en la mejilla.
— ¿Qué llevas ahí? — Le preguntó, en referencia  la bolsa con latas que llevaba en una de sus manos.
— Ah… Esto… Espero que me sirvan para escribir algo bueno para mañana.
— ¿No vas a cenar?
— No, lo siento. Tengo que hacer esto sí o sí — Dijo Tadayoshi, subiendo las escaleras corriendo.
— Se ve que su hijo está muy ocupado, Okura-san — Le dijo Tae.
— Sí — Acotó la mujer, dándose cuenta que había algo más detrás de todo eso.
— Muy bien… Esta noche, de este cerebro tiene que salir una buena canción — Dijo Tadayoshi, encerrándose en su cuarto —. Tiene que ser lo suficiente buena para que les guste a los chicos y sobre todo… a Ryo…

Eran ya las diez de la mañana. Estaba seguro que cuando llegara a la sala de grabaciones, sus compañeros lo iban a mirar con cara de odio, pero ese era el precio que debía pagar por ausentarse por medio año. You había hecho un excelente trabajo, como siempre cuando le pedía que lo ayudara en algo, a veces, hasta lo hacía mejor que él mismo. Y lo peor de todo era que nunca lo veía cansado. ¿Dónde guardaba su energía? Nadie lo sabía.
— Buenos días. Lamento la tardanza — Dijo, entrando a las corridas a la sala de grabación.
— No te preocupes, todavía nos falta uno — Dijo Subaru.
— ¿Eh?
— Okura-kun pidió llegar un poco más tarde — Dijo Ryuhei, guardando su celular —. Hace no más de cuatro horas me mandó un mensaje diciendo eso.
— ¿Hace cuatro horas? — Preguntó Ryo —. Pero se supone que hace dos que debería haber llegado.
— En realidad, yo nunca les dije a qué hora tenían que estar hoy — Reconoció You —. Fue un error mío.
Ryo lo miró. Se notaba a la legua que lo estaba defendiendo, pero no dijo nada.
— Está bien… Cuando llegue, por favor, avísenme. Estaré en la oficina.
— Sí, señor — Dijo Shota, generando su sonrisa.
— ¿Así que Okura quiere agregar una canción a último momento? — Le preguntó Shingo a Ryuhei, luego de que Ryo se fue.
— Oye, no tendré el oído de Subaru, pero está buena — El aludido volvió a agarrar su teléfono y abrió un archivo de audio en el que Tadayoshi cantaba a capella una canción desconocida para todos.
— ¿Cuándo dijo que escribió eso? — Preguntó You.
— Entre anoche y hoy a la madrugada.
— ¿Está borracho? — Preguntó Subaru, con una sonrisa.
— Parece que sí, ¿no? — Repreguntó Ryuhei.
— ¿No creen que esa canción — Shota estaba por expresar una idea, pero, prefirió guardársela para sí, por lo que negó con la cabeza, interrumpiéndose a sí mismo —…? No, nada.

El día y la hora llegaron. Aunque en su casa el ambiente estaba tranquilo, ya que su madre y Tae habían ido a hacer las compras, obviamente, la calle no lo era para nada. Sentía que a cada paso, a cada bocina de automóvil, la cabeza se le estaba partiendo al medio un poco más. Pero no fue sino la voz de Yuya llamándolo que lo destrozó por completo.
— ¡Tacchan!
Con suma lentitud, se giró y le dedicó una ligera sonrisa.
— Tegoshi, buen día.
— Buen día — A diferencia suya, el mayor brillaba con luz propia, mientras que él, había salido de la oscuridad de su habitación por obligación —. Oye, ¿estás bien? — Le preguntó, sonriendo.
— No… Anoche tuve que hacer algo y me quedé despierto hasta hoy a la mañana… Dormí… dos horas… creo…
—Hoy definen las canciones, ¿no?
—Sí…
— Bueno, ve. ¿Qué estás esperando? Buena suerte — Le dijo, sonriéndole sinceramente.
Mientras el ascensor subía hasta la sala de grabación, la sonrisa de Yuya se había quedado atravesada en la mente de Tadayoshi. Suspiró. Al oír el sonido de las puertas abriéndose, salió directamente a la sala de grabación pero al mirar su interior, Ryo no estaba allí.
— ¿Y Nishikido-san?
— Uh…
— Estás destruido — Sonrió Subaru.
— ¿Quieres un café? — Se burló You.
— ¿Dónde está? — Reiteró.
— Está en su oficina — Le dijo Ryuhei.
— Gracias.
Había tan solo un piso de distancia, pero en lo que tardó en llegar frente a la puerta de la oficina, Tadayoshi sintió que ya había vivido una situación similar. Golpeó la puerta con los nudillos y esperó a que Ryo le dijera que podía entrar.
— Tadayoshi — Mencionó su nombre al verlo entrar y cerrar la puerta tras de sí. Estaba de pie en medio de la oficina, con una carpeta entre sus manos. El menor se le acercó y le entregó un sobre —. ¿Qué es esto?
— Ábrelo — Le pidió.
Ryo se acercó a su escritorio y sacó su contenido: una partitura, una canción y un disco.
— ¿Y esto?
— ¿No lo ves? Es una canción.
Ryo lo miró, sorprendido por su tono de voz y porque por primera vez, lo estaba tuteando.
— ¿Tengo que oírlo ahora?
— Quiero que sea parte de las canciones que van a estar en el disco.
— ¿Los chicos están de acuerdo? — Preguntó Ryo, sentándose en su sillón.
— Quiero que usted lo esté.
— Me gustaba más cuando me tuteabas — Le dijo, mientras sus manos insertaban el disco compacto que tenía entre sus manos, dentro del gabinete de su computadora —. Muy bien… Veamos de qué se trata —Mientras la única pista en ese disco era reproducida, dejó la partitura y la letra de la canción frente suyo —. A Tegoshi va a gustarle — Dijo, una vez, finalizó. En todo momento, Tadayoshi permaneció de pie, inerte, frente al escritorio.
— No es para Tegoshi — Ryo lo miró.
— ¿Qué?
— Que no escribí esa letra pensando en Tegoshi.
— Pensé que eran pareja — Le dijo, sacando el disco y guardándolo en la pequeña caja donde estaba —. Tegoshi me lo había dejado muy en claro antes de que me fuera en mi largo viaje.
— No es así. Tegoshi no… no significa nada para mí.
— Qué malo eres. Él te ama, ¿sabes?
— Lo sé. Y él sabe lo que siento.
— ¿Qué sientes? — Le preguntó, apoyando su cuerpo contra el escritorio, acortando la distancia que había entre ambos.
No sabía si ese era el momento para responder esa pregunta. Pero al ver la forma en la que lo estaba mirando, en la que parecía estar suplicándole, más el hecho de haber pasado una noche sin dormir para darle vida a esa canción, le dieron el valor para hacerlo.
— Te amo — Le dijo —. Aunque me duela la forma en que quisiste acercarte a mí, cada vez que me provocas de esa forma… No puedo evitarlo… No puedo evitar que mi cuerpo reaccione a ti, a todo lo que haces. Te amo… demasiado.
Ryo suspiró. Sonrió. Soltó el agarre que había mantenido inconscientemente sobre su escritorio al oír las palabras que decía Tadayoshi y se acercó a él. Agarró su rostro con dulzura y lo besó en los labios con toda la ternura que le fue posible.
— Yo también te amo — Le susurró, sobre sus labios, apoyando su frente sobre la suya —. Todo este tiempo, aunque no quise hacerlo, aunque quise recuperarme por mí, siempre fuiste tú el que me daba la fuerza necesaria para seguir luchando, para seguir esforzándome día a día y poder volver a estar de pie una vez más.
— ¿Para eso te fuiste a los Estados Unidos? — Ryo asintió efusivamente con la cabeza —. ¿Te gustó la canción? — Le preguntó, sintiendo su cuerpo siendo rodeado por los brazos del mayor, mientras él apoyaba su cabeza sobre su hombro.
— ¿Me dejas hacerle unos cambios a la composición?
— Es mía…
— Sólo un par, lo prometo — Dijo, sonriendo y besando luego su cuello.
— De acuerdo. ¿Puedo irme a dormir?
— Por supuesto que no — Respondió, soltándolo y agarrándolo de la mano para dirigirse a la salida de la oficina —. Hay canciones qué grabar.
— ¿De qué me sirve ser pareja del presidente si no voy a obtener beneficio alguno?
Ryo se quedó asombrado por sus palabras. Detuvo sus pasos y lo miró, sonriendo.
— Tienes el mayor beneficio de todos.
— ¿Ah, sí? ¿Y cuál es?
— Me tienes a mí. Por completo. Soy todo tuyo — Tadayoshi pudo sentir sus mejillas  ardiendo de la vergüenza. Sonrió por sus palabras. En ese momento, se arrepintió por no haber sido sincero desde el principio —. ¿Cuándo vas a decírselo a Tegoshi?
— ¿Qué cosa? —Preguntó, haciéndose el desentendido.
— Que somos pareja.
— Ah — Sonrió, subiendo junto con él al ascensor —. ¿Esta noche? Supongo…
— Preferiría que lo hicieras donde yo pueda verlos.
— ¿Celos? — Preguntó Tadayoshi, golpeando una de sus mejillas con la yema de su dedo índice.
— Por supuesto. Sobre todo teniendo en cuenta que te tuvo en su cama todo este tiempo.
— Hablaré con él apenas pueda, no te preocupes.
Llegaron a la sala de grabación, donde sus compañeros los esperaban.
— Esta se queda — Dijo Ryo, en referencia a la canción de Tadayoshi.
Ryuhei suspiró, aliviado. Esas palabras por parte de Ryo significaban más de lo que ya significaban por sí solas. Shota le dedicó una rápida mirada a Ryuhei. Él también sabía qué significaba, pero tenía una idea errónea de lo que significaban para Ryuhei.

— Ikuta-kun…
Cuando Toma se giró para ver quién lo llamaba, se sorprendió al ver a Keiichiro con una expresión de preocupación en su rostro.
— ¡Koyama-san!
— Tegoshi — Mencionó su nombre en voz baja para no crear una conmoción en el lugar —… lo está esperando allá — Agregó, señalando una mesa un tanto alejada de las que estaban ocupadas.
— ¿Qué sucedió? — Le preguntó a Keiichiro, pero éste levantó ambos hombros, sin saber qué decirle.
— Iba a ir a hablar de algo con Nishikido-san, pero cuando volvió me dijo que lo trajera aquí.
— Está bien. Satou-san — Dijo el muchacho, llamando la atención de una mesera —. Tómale el pedido a Koyama-san y cárgalo a mi cuenta. Me ausento unos momentos, ¿está bien? — Agregó, sirviendo un poco de agua en un vaso.
— Claro — Dijo la muchacha.
Con pasos lentos, pero seguros, Toma se acercó al rubio que lo esperaba camuflado con un sombrero y unos lentes de sol, pero con sus constantes gimoteos, su intención de pasar desapercibido fallaba considerablemente.
— ¿Qué ocurrió? — Le preguntó, sentándose frente a él, suspirando.
— Ryo volvió — Respondió Yuya, inflando sus mejillas.
— Deja de llorar — Le dijo, extendiéndole el vaso de agua que tenía entre sus manos —. Bebe eso y cálmate un poco.
— ¿Cómo me pides que me calme? Ahora Tacchan va a volver con él — Yuya encontró la mirada de Toma, pero él no dijo nada. Se lo quedó mirando de la misma manera.
— ¿Y? Sabías que iban a volver.
— Eso no es cierto.
— Yuya… Lo sabías — Reiteró Toma, remarcando la última palabra.
— Bueno. Entonces, no quiero. No quiero que regresen — Dijo, cruzándose de brazos.
— Pareces una criatura — Soltó Toma —. Mira…, tú no puedes hacer que los sentimientos de una persona cambien de un día para el otro. En el fondo de tu corazón, sabías que te estabas mintiendo a ti mismo cuando decías que harías que Okura-kun terminara enamorándose de ti. Sabías que era un imposible y aún así lo intentaste. Pero, Yuya, ya está. Él jamás va a fijarse en ti.
Yuya había dejado de llorar, pero no podía reaccionar ante las palabras de Toma. Sin perder la compostura, lanzó una carcajada.
— Lo dices porque no pudiste tenerme.
— Ahora intentas ser cruel conmigo para no admitir que tengo razón. Pero, la tengo. Yo no caería tan bajo como para estar a tu lado sólo para consolarte y que me llames cuando tengas ganas de hacerlo — Ante sus palabras, Yuya se levantó y le pegó una cachetada. Pero Toma volvió a mirarlo —. Estabas equivocado si viniste aquí para que te consolara y te dijera palabras bonitas. Aunque te duela, esa es la verdad.
— No voy a perderlo.
— No digas que no te lo advertí.
— No me importa lo que digas — Dijo Yuya, levantándose y dándole la espalda.
— Nishikido-san no va a quedarse de brazos cruzados si intentas meterte con Okura-kun.
— Me arriesgaré.
— No me llames cuando estés en problemas.
— No lo haré.
Así como llamó la atención cuando llegó y en los pocos minutos que estuvo allí, Yuya se fue, llamando a Keiichiro con una seña, quien lo siguió después de despedirse de Toma, a la distancia.
— Sí que dolió esa cachetada — Dijo la muchacha que tomó el pedido de Keiichiro —. ¿Era tu ex-novia?
— Algo así — Respondió Toma, con una sonrisa —. No sé qué tengo que todos vienen a pedirme consejos amorosos…

No sabía cómo iba a responderle después de medio año de sólo dirigirse la palabra por asuntos de trabajo, pero decidió tomar el riesgo y llamarlo a gritos antes de que cruzara la puerta de vidrio que lo llevaría fuera de la empresa.
— ¡Yasuda-kun! — Lo llamó por su apellido, ya que si lo llamaba por su apodo, estaba seguro que no iba a voltear para mirarlo. El llamado cumplió con su cometido, ya que el aludido se giró. Al darse cuenta que era Ryuhei quien lo llamaba, estuvo a punto de ignorar su llamado, pero había un grupo de niños mirándolo, así que, pese a estar peleado con él, debía dar el ejemplo.
— ¿Qué quieres? — Le preguntó, bufando, una vez el morocho llegó a su lado.
— ¿Vas para tu casa?
— Sí, ¿por qué?
— Verás — Dijo, rascándose la nuca luego, con algo de vergüenza —… Mi automóvil se averió y no tengo cómo volver a casa… Y como la mía te queda de paso…
Por más que intentó leer entre líneas, Shota se dio cuenta que no había ninguna doble intención en sus palabras.
— De acuerdo. Vamos — Le dijo.
— ¡Ah! ¡Esperen! — Dijo Shingo, acercándose corriendo a ambos —. Dijo Ryo que mañana al mediodía nos vamos al Nikko Tokyo.
— ¿Eh?
— A la noche hay una reunión importante y quiere que vayamos todos.
— Todos… ¿Todos? — Preguntó Shota, haciendo una seña de manos.
— Todo KS Boys.
Ryuhei y Shota se miraron, pero cuando el rubio se dio cuenta que se estaban mirando a los ojos, desvió su vista.
— ¿Vamos? — Preguntó.
— Sí — Respondió Ryuhei.
— Oye — Le dijo Shota, camino al departamento de su acompañante.
— ¿Mh?
— ¿Realmente vamos a ir sólo para eso?
— ¿De nuevo un mal presentimiento? — Repreguntó su oyente, con una sonrisa. Shota dejó su mano quieta sobre la palanca de cambios, acción que Ryuhei aprovechó para posar suavemente su propia mano —. La vez anterior no te equivocaste, pero — Shota lo miró —… tú lo oíste el día de hoy. La canción que escribió Okura-kun era para Ryo. Que él haya aceptado que quede para el álbum, significa que corresponderá a sus sentimientos.
— ¿Y Tegoshi? — Preguntó, quitando su mano de debajo la de Ryuhei y volviéndola a poner allí una vez el morocho sacó la suya —. Eso significa que va a estar solo.
Ryuhei suspiró sonoramente y miró el techo, cerrando los ojos luego.
— No me importa Tegoshi. Él me dejó claro que aunque no nos hubiéramos encontrado en KS Productions, jamás estaríamos juntos. Y cuanto más lo pienso, más me doy cuenta que tiene toda la razón. Tegoshi es… ¿Cómo decirlo? Demasiado posesivo. Cuando él se enamora, tiende a querer tomar posesión de su amante. Pero él no fue así conmigo… cuando salíamos. Quizás él nunca me haya querido, y yo sólo imaginé cosas que no eran.
— Llegamos.
— ¿Me perdonas? — Le preguntó, girando apenas la cabeza para mirarlo.
— Bájate de una vez — Respondió Shota, esbozando una sonrisa y quitándole el seguro a la puerta.
— ¿No quieres un café?
— ¡Bájate! — Le dijo, sonriendo.
— ¿Eso es un sí? — Le preguntó, bajando del vehículo.
— Hasta mañana, Maru — Le dijo, mientras el morocho cerraba la puerta a su paso.
— Hasta mañana…, Sho-chan — Susurró, viendo cómo la camioneta se alejaba cada vez más.

Debido a su agenda, Yuya llegó al atardecer al hotel, junto con Keiichiro.
— Ve subiendo con las maletas, Kei-chan — Le dijo a su asistente —. Ya te alcanzo.
— Está bien — Dijo el aludido.
— Disculpe — Llamó el rubio la atención de una recepcionista —. Okura Tadayoshi-san también se está hospedando aquí, ¿cierto?
— A ver — Dijo la aludida, revisando la información en una computadora —. Sí, así es.
— ¿Podría decirme en qué habitación se encuentra?
— Se encuentra en el piso 25, habitación 3.
— Muchas gracias — Dijo Yuya, sonriendo. Sin perder la sonrisa, dispuesto a todo con tal de que su amor sea correspondido, subió hasta el vigésimo quinto piso, dirigiéndose casi corriendo a la tercera habitación apenas el ascensor llegó a destino. Tocó el timbre y esperó. Grande fue su sorpresa al ver, no a Tadayoshi, sino a Ryo abriéndole la puerta —. Vaya… ¿Es que no dejas tranquila a tu presa siquiera en su propia habitación, Ryo?
El aludido, sonrió de lado, y apoyó su cuerpo sobre el umbral de la puerta.
— ¿Qué quieres, Tegoshi?
— Quiero hablar con Tacchan — Respondió, husmeando por sobre los hombros del morocho para ver dentro de la habitación.
— ¿Tacchan?
— Tadayoshi — Reiteró, mirándolo a los ojos. Que lo llamara por su nombre de pila, le crispaba los nervios todavía más que si lo llamara por un apodo.
— Se está bañando. ¿Quieres dejarle algún mensaje?
— No confío en mensajeros de tercera.
Ryo volvió a sonreír, recuperando la compostura.
— ¿No te das cuenta que perdiste?
— Yo nunca pierdo.
Ryo se hizo hacia atrás para cerrar la puerta, pero antes de hacerlo, le dijo una última frase.
— La caída será dolorosa, Tegoshi.
Al otro lado de la puerta, Yuya se quedó estático. Por primera vez en su vida, desde que tenía consciencia de haber conocido a Nishikido Ryo, le tuvo miedo. Lanzó una suave carcajada, y volvió sobre sus pasos para reunirse con Keiichiro, en su habitación.

La reunión de aquella noche aunque parecía ser una mera cena de negocios, en realidad sería la primera vez desde su separación, que los integrantes de KS Boys aparecerían en público, todos juntos. Generalmente sólo era You quien acompañaba a Ryo. Y la presencia de Yuya era porque él atraía a la gente con su encanto. Estaba por salir de su habitación cuando recibió un mensaje de texto. Sonrió al ver su destinatario, y volvió sobre sus pasos al leer lo que le había enviado. Supuso que Keiichiro ya estaría en la sala de reuniones, así que esperó que nadie lo molestara. Dejó la puerta entreabierta y llamó al servicio a cuarto.
— Buenas tardes. ¿Podría enviarme una botella de champaña y dos copas? Muchas gracias — Su sonrisa parecía estar a punto de salírsele del rostro. El tiempo pasó y la champaña descansaba dentro de la cubeta llena de hielo sobre una pequeña mesa en el balcón. Su celular sonó con una llamada perdida —. ¡Está--! — Dejando rápidamente su copa sobre el barandal del balcón, iba a exclamar que la puerta estaba abierta, pero se interrumpió a sí mismo al ver que la persona que se acercaba a él, no era quien pensaba.
— ¿Qué sucede, Tego? ¿No me invitas una copa? — Preguntó Ryo, enseñándole el celular perteneciente a Tadayoshi. El aludido suspiró y sonrió.
— Buena jugada, Ryo — Le dijo, sirviéndole la bebida en la copa vacía sobre la mesa —. ¿Para qué me querías aquí?
— Sólo quería verte, ¿acaso está mal? — Susurró, jugando con un mechón de cabello de Yuya. Al sentir el roce de su mano sobre su piel, automáticamente el rubio se alejó de él, generando su sonrisa —. Gracias —Dijo agarrando la copa.
— No me jodas. ¿Qué quieres?
— ¿Recuerdas lo que te dije? — Preguntó, una vez se sentó en una de las dos sillas en torno a la mesa.
— Me dices tantas cosas por día…
— Hoy te dije que la caída sería dolorosa. ¿Lo recuerdas? — Preguntó, seriamente, fijando su mirada sobre la suya. Yuya desvió su mirada. De alguna forma, que Ryo lo mirara así, lo inquietaba.
— Lo recuerdo — Preguntó, mojando apenas sus labios con la bebida al darse cuenta que su pulso le temblaba. Ryo se levantó y se acercó a él. Al levantar su vista, se dio cuenta que Ryo lo miraba como un depredador lo hacía con su presa. Si estaba buscando que le temiera, lo estaba logrando —. ¿Qué vas a hacerme? — Susurró.
— Muy bien, Tego — Dijo Ryo, finalmente, despeinando sus cabellos con fuerza —. Poco a poco vas comprendiendo mis palabras — Jaló sus cabellos y lo hizo levantar la cabeza pegando su rostro al suyo —. También te dije que me ibas a pagar el haberte acostado con Tadayoshi, ¿eso también lo recuerdas?
— S… Sí — Yuya buscó desesperadamente su teléfono con la mirada.
— ¿Qué? ¿Buscas esto? — Le preguntó, soltándolo para agarrar el aparato que estaba buscando. No recibió respuesta, por lo que lo lanzó dentro del departamento —. No quiero que nos interrumpan — Agregó, cerrando uno de los ventanales y volviendo a acercarse a la mesa. Sacó de dentro de su saco un par de guantes de látex y luego de colocárselos, un sobre de papel color madera, del cual sacó un pequeño frasco de vidrio, una jeringa descartable en un empaque sin abrir, y una pequeña bolsa herméticamente cerrada.
— ¿Qué vas a hacer? — Yuya tragó en seco. A menos que Keiichiro fuera a buscarlo, cosa que creía improbable, no tenía escapatoria.
— ¿Todavía no te lo imaginas? — Preguntó Ryo quien, sentado, metía parte del contenido del sobre dentro de la jeringa —. Voy a hacerte mierda — Le dijo, levantándose y dándole un puñetazo el cual podría haberlo dejado inconsciente de no ser porque se cubrió del barandal con los brazos. Ryo destrozó el saco y abrió del mismo modo la camisa del rubio. Por más que Yuya quisiera, en medio de la situación, desesperado y con miedo, su fuerza era significativamente inferior a la furia que corría por las venas de Ryo.
— D… ¡Déjame! — Exclamó, intentando escapar del escenario que Ryo quería preparar para él.
— ¡Cállate! — Le dijo, agarrándolo de sus cabellos y haciendo que su cabeza golpeara contra las barandas que rodeaban el balcón. Debido al golpe, Yuya quedó algo aturdido, lo suficiente para que Ryo siguiera con lo planeado, pero no tanto como para quedar inconsciente. El morocho se sentó encima suyo e inyectó parte del contenido de la jeringa en su brazo. Acto seguido, con su pulgar, hundió la cubierta del pequeño frasco de vidrio que llevaba consigo y obligó a Yuya a tragar su contenido por completo —. ¿Sabes qué es esto? — Yuya lo miraba, pero por dentro, sentía cómo su cuerpo empezaba a arder rápidamente —. Es cocaína líquida. Me costó un poco conseguirlo, pero… con un par de contactos, todo es más fácil — Cuando se dio cuenta que Yuya ya no tenía fuerza para escapar, se levantó, agarró una de las copas y la estrelló a su lado —. Te dije que me la ibas a pagar, que te iba a hacer mierda y que iba a dolerte la caída. Pero no tuve la paciencia suficiente para hacer una cosa por una. Esto es lo que ganaste por meterte conmigo, Tegoshi. A tu salud — Dijo, vaciando de su sorbo el contenido de la copa que estaba bebiendo Yuya. Su oyente lo vio salir de la habitación, cerrando la puerta a su paso. Podía sentir cómo su corazón estaba a punto de escaparse de su pecho y cómo su cuerpo se calentaba más y más mientras los segundos pasaban. Con la poca consciencia que aún le quedaba, se arrastró hasta dentro de la habitación y agarró su teléfono celular, marcando el primer número que marcó a ciegas.
— “¿Qué sucede?”, suspiró Toma al otro lado, al reconocer su número. “Te dije que no me--
— Toma — Jadeó Yuya, sollozando —. Ayúdame…
— “¿Qué sucedió?”, volvió a preguntar, notando su débil voz al otro lado. “¿Yuya?
— Kei-chan… está en el salón Rose… en el Nikko… Tokio…
— “Yuya, ¿qué pasó? ¿Dónde estás?
— Por favor, Toma… Te necesito — Gimoteó, antes de perder la consciencia.


6 comentarios:

  1. DHASJKLDHALDHSAHSDJHASJHDASDLHASLDHJHALSDHASHDAHSLDAHSLDJHALSDHLAHSDHLASHLDJHALSHDLHALSDHLAHSLDHASHDAHLHSDHALSHDAHSDJHLAHSDHASHDAHSDHLAHSDHASHDHAHSDAHDHAHLAHDSHAHDHSLALSDHSHADHDAHSHLHAHAHAH!!!!

    FUE FANTABULOSO (?) *O*

    Me alegra que Ryo ya camine *-* no estaba equivocada con que fue a usa a recuperarse xD \o/ yay!
    asdkjasdljlasjdljasldjljasldkjaljsd hizo una canción para él! <3 mi vida , aunque su inspiración solo llegue con la bebida xDDDD

    OMG! juntos *-*

    . . . cuando leia lo de Toma y Teshi, pensé "y de seguro al primer problema le llama" xD y me alegra no estar equivocada

    lo de Yasu , eso que significa!?!? xDDD perdonó o no a Maru! xDDDDD

    el celular se lo presto Tatsu a Ryo o ¿cómo lo consiguió? D: , de la misma forma que el de Teshi xD ok ya xDDDD

    *O* no sé por que pero de alguna manera me alegra lo que Ryo le hace a Teshi , solo espero que no muera y Koyama se quede con Toma o algo asi (?) *patean a Haru*

    *O* MUCHAS GRACIAS POR LA ACTUALIZACIÓN!
    a esperar otras 2 semanas para más *O*

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    1. Pero te equivocaste en eso de que iba a ver a Jin xD O quizás Jin era el médico xDDDDDDDD
      Me olvidé de ponerle el título -facepalm- Tampoco es que lo tuviera pensando, pero tenía que ser algo super ghei y lindo y cursi y dkljfksdjflkjsd~

      Es que es Toma xD Aunque Tego realmente pensaba que lo iba a consolar (en el buen sentido xD) y le iba a decir cosas lindas, pero pobre Toma, ya está con los huevos al plato de que lo vayan a molestar xD y sobre todo si es Tego respecto a Tatsu xDDDDDD

      Yup, lo perdonó :v (tengo que escribir algo YamaDa... siento que siempre queda en el aire esa pairing y la adoro~~~~~~~~)

      Ryo y Tatsu estaban en la misma habitación. Se lo sacó xD si de todos modos, en medio de una reunión, mucha atención al celular no le iba a prestar :v

      Basta de pairings raras xD Soy capaz de hacer historias ya con cualquier cosa xDDDDDDDD

      De nadas, Haru-chan~ ^3^
      Gracias a vos por leer y comentar siempre *3*

      PD: ¿Eso quiere decir que no vas a leer Before my soul...? :v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v:v (necesito los emoticones de Facebook acá xDDDDDD)

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    2. LOL ~ Si ,que tal que tu no sabes , igual y Jin era el doctor (?)*patean a Haru* xDDDDDDDDDDD
      sobre todo asdkjaljsdlkjalkjsdlkasd xDDD

      shap~ Bien por Toma! ~ xDDD

      ah , gracias xD no soy buena captando ciertas situaciones (?)

      ya, eso explica mucho! xD

      LOL Yo solo lo decía , con eso de que contigo ya no sé que cosa rara voy a leer(?) *como el MaruxTego*

      ^3^ pues cada que puedo comento ~ *por los caps 2-3-4 no me dejó comentar blogger ;o;*

      P.D ; No! me refería a leer más de éste ff xD En cuanto este Before my soul lo leo *O* xDDD insito , que cosas me haces leer , yo que sólo leía akame ! xDD

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    3. ¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!! Es verdad, quizás sí haya sido Jin xDDDDDDDDD

      Nah, a veces lo que yo pongo no se entiende porque intento hacerlo todo taaaaaaan metafórico o que quede a la libre interpretación del lector, lo cual me gusta porque algunos la pegan, otros no, otros tienen ideas que no se me ocurrieron :P

      Vos esperá que se me ocurra algo y hasta te escribo un Koya...Iku... o como sea xD

      PD: Ah, ah :v jajajajaajajaja
      Es que el Ryokura es amor (? Ok, quizás no amor... fluff... pero sí tiene lemon :P eso es lo que importa (? Sé lo que se siente, a mí terminaron de destrozarme las pocas neuronas sanas que tenía ;AAAAAAAAAAA;
      He escrito Akame en mis épocas atuneras -w- sólo que no sé dónde deben estar esos fics xD (báh, oneshots xD siempre concretaban, igual que en los fics Ryokura xDDDDDDDDDDDDDDD)

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  2. AHHHHHH qué fantástico capi...

    En primera, la parte de la reconciliación me mato de amors xD y luego la canción ♥♥♥♥ ... los amé. Aunque apenas le dijo te amo y ya se adjudicó el título de "pareja del presidente" tal vez podrían amarse sin ser pareja xD. ok, no.

    Yasuuuu!!, mi Yasuuuu xD tenía que hacerse el difícil y hacer sufrir a Maru un poco más, no sé, tal vez darle celos con Baru (aunque creo que Baru quiere con la secre :v) Bueno ya, el punto es que sea feliz.

    El final fue genial. Debería decir que Tego no lo merecía pero la verdad es que sí lo merecía D:

    La idea de haruhi de un IkutaXKoyama suena bien xDD ( ͡ ͡° ͜ ʖ ͡ ͡°)


    Mil gracias querida escritora...♥

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    1. Pasa de toooodoooooo~ y creo que es uno de los epis más largos que escribí xDU
      Es que ellos se AMAN, ¿cómo no iban a ser pareja? xD jajajajjajajajaa

      Lo hizo sufrir medio año... xDDDDDDDDU (nota random: la parte en la que Maru va a ver a Toma iba a meterla en medio de esos seis meses, pero no tenía un motivo en sí; salvo que Tego estaba con Tatsu sin amor -bueno... Tatsu era el que no lo amaba-, pero no era algo... pesado como para que a Toma le generara algo, así que "tuve que esperar" a que Ryo volviera para que la razón tuviera peso :v)

      Baru quiere con Sayuri, séh xD jajajajajajajajaja Creo que es el único que demostró ser hetero. El resto no dice nada xDDDDDDD

      Como dije al principio de la entrada: eso le pasa por meterse con la pareja de Ryo xDDDDDDD
      También me olvidé de decir que la idea de la cocaína líquida se me vino de 1000 maneras de morir xDDDDDDDDD (extraño ese programa con todas las fuerzas de mi ser ;AAAAA;)

      Bueno... Esperen que se me caiga una idea xD en algún momento quizás haga algo xD también debo tener como 5/ 6 oneshots que tengo que terminar -___- soy un desastre, lo sé~ :3

      De nada, mi querida lectora~ :3
      Gracias a vos por leer y comentar siempre *3*

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