18 de julio de 2015

[BMS] Capítulo 03: Mentiras

Ciaossu~!!
Wooooooow~ Ya estamos en el 3 de BMS y yo ni enterada xD (reconozco que martes/ miércoles empecé el 4... Holy crap... ><;)
En este episodio van a tener un desastrozo inglés de mi parte xD (necesito que ciertas personas hablen en inglés, en serio :P Como en MTS, ¿se acuerdan?) y muchas cositas lindas también ^u^
Sin agregar más nada, los dejo con este epi...
Enjoy~ ♥


Título: Before my soul was no longer mine.
Fandom: Johnnys.
Pairings: OkuTego [Okura Tadayoshi x Tegoshi Yuya], RyoTego [Nishikido Ryo x Tegoshi Yuya]
Formato: Multi-chaptered.
Género: AU, romance, smut, violento.
Rating: NC-17.
Estado: Finalizado.
Cantidad de palabras: 3218.
Sinopsis: Sin entender el por qué de la desaparición de Ryo, Tadayoshi y Yuya se juran amor eterno. Cuando su amigo intenta dar un paso al frente, el saber esto, hace que sus pensamientos se vayan por un oscuro camino.


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Capítulo 03: Mentiras.

Ya había pasado un mes desde que Ryo abandonó la escuela. Cada vez que Tadayoshi o incluso Yuya iban a verlo, él nunca estaba en su casa, y su familia no conocía su paradero.
Esa mañana de domingo, Tadayoshi intentó por quién sabe qué vez, intentar encontrar a su mejor amigo. Casualmente lo logró, pero lo halló saliendo de su casa, bajando los escalones que lo separaban de la acera, a los saltos.
— ¡Ryo-chan! — El aludido, que no había reparado en su presencia, había estado viendo a un grupo de sujetos en la esquina siguiente. Éstos, al oír la manera con la que llamaron a Ryo, también miraron a Tadayoshi, a la distancia.
— Ah. Hola — Dijo el aludido, acomodando una gorra sobre su cabeza.
— ¿Cómo estás? ¡Tanto tiempo! — Le preguntó su amigo, sosteniendo su bicicleta a uno de sus lados, emocionado al haberlo encontrado.
— Bien. ¿Y tú? — Hubo una extensa pausa entre su respuesta y su pregunta. Sobre todo porque sabía que en la respuesta de Tadayoshi habría una persona más que a él no le interesaba en lo absoluto.
— Bien. Oye, con Yuya estamos preocupados por ti. ¿Sucede algo?
Ryo intentó ocultar una carcajada, hundiendo ambas manos en los bolsillos a ambos lados de su pantalón, lográndolo hábilmente al haber bajado la mirada unos instantes. Sabía que iba a meter a su noviecita en cualquier frase. Era por eso que no quería preguntarle cómo estaba.
— No, para nada. ¿Por? — Repreguntó, rascándose el tabique.
— Hace mucho que no te apareces en la escuela — Reconoció Tadayoshi, intentando mirarlo a los ojos. Pero, por algún motivo, la mirada de Ryo le estaba siendo esquiva.
— Tengo cosas que hacer. Hablamos luego, ¿de acuerdo? — Dijo Ryo, rápidamente, alejándose de él para reunirse con el grupo de chicos que lo esperaban en la esquina.
— Seguro — Respondió Tadayoshi, viendo cómo su amigo se alejaba de él, escondiendo detrás suyo los alimentos y bebidas que había llevado consigo para compartir con Ryo.
— Oye, Ryo-chan, ¿quién era ese? — Le preguntó quién parecía ser el líder del grupo al aludido.
— No me digas así, Jin — Respondió el aludido, mirándolo.
— Lo siento, lo siento. No sabía que eras susceptible al respecto.
What’s wrong?[1] — Preguntó otro chico, detrás de ambos, quien parecía hablar tan sólo inglés.
He likes boys it seems[2] — Respondió Jin.
— Oye, oye, entiendo eso — Dijo Ryo.
— Entonces, ¿quién es ese?
— Un viejo amigo…
Yeah, he likes him[3] — Reiteró, esta vez más convencido.
Actually… I have a fucking crush on him…[4]
— Podríamos hacernos cargo de él si quieres.
Ryo lo miró. Jin parecía estar hablándole en serio.
— No es él a quien me gustaría hacerle daño…
— ¿Tiene novia?
— Novio. Y es nuestro mejor amigo.
— Mhh… De todos modos… Nosotros podemos hacernos cargo. Whatcha think, guys?[5] — El grupo detrás suyo levantó sus puños en señal de aprobación a lo que sea que habían estado diciendo —. Eres parte de nuestro grupo, Ryo. Puedes contar con nosotros para lo que quieras.
— Gracias… Supongo…
— Oye, sólo… no te vayas a enamorar de mí, ¿de acuerdo?
— Tranquilo, no eres mi tipo.

Esa mañana, Yuya estaba aseando su casa. Su madre se había ido a lo de su tía, y probablemente regresaría al atardecer. A través del enorme ventanal del living, reparó en la figura de Tadayoshi, husmeando hacia adentro. El rubio se acercó a la ventana y corrió la cortina, sonriéndole.
— Pensé que irías a visitar a Ryo-chan.
— Fui, pero… creo que tenía planes más importantes.
— ¿En serio? — Preguntó Yuya, con el ceño fruncido, mientras acomodaba la cortina por sobre la ventana abierta, para evitar que volviera a caerse —. Eso es raro… Ryo-chan siempre te tuvo un aprecio muy especial.
— No digas eso — Le pidió Tadayoshi —. Ves cosas donde no las hay.
— ¿Quieres pasar?
— ¿No voy a molestar?
— Al contrario. Ya que estás, puedes ayudarme a terminar de limpiar.
— Abusivo — Dijo por lo bajo Tadayoshi, alejándose de la ventana para darle la vuelta a la casa y dejar su bicicleta en el patio trasero.
— ¡Tú te dejas! — Exclamó Yuya, riendo.
Aunque al principio se había quejado, Tadayoshi terminó ayudando a su pareja con los quehaceres de la casa, pero éste se dio cuenta que algo no andaba del todo bien.
— Gracias — Dijo Tadayoshi, en referencia a al vaso de jugo que Yuya dejó frente a él.
— ¿Sucedió algo más con Ryo-chan? — Le preguntó, ocasionando que el morocho lo mirara —. Se te nota en la cara, pero si no me quieres contar…
— Ryo se está juntando con gente algo extraña…
— ¿Extraña?
— Bueno… es que… Nací aquí y creo conocer a todos los que viven en este pueblo. Cuando fui a ver a Ryo, él salió de su casa y fue a reunirse con un grupo de chicos que no conozco. Además, se vestían raro.
— Define eso — Le pidió Yuya, sonriendo.
— No lo sé… No parecían japoneses. Al menos, no varios de ellos.
— Mhh… No sabría decirte. No he visto a Ryo desde hace un mes. Le mandé miles de mensajes de texto, y tú lo sabes, pero no respondió ninguno de ellos.
— A mí tampoco — Reconoció el aludido, suspirando —. Perdón por meterte mis problemas.
— Un placer. Eso nos hace una pareja, ¿o no? — Yuya se giró para lavar los pocos platos que estaban dentro del fregadero. Mientras bebía el contenido de su vaso, poco a poco, Tadayoshi lo observó, sintiendo una cálida sensación recorriendo su cuerpo, sintiéndose completamente enamorado. Con pasos lentos, se acercó al rubio y entrelazó sus manos a las suyas, generando su sonrisa —. ¿Qué sucede?
— Te amo — Le respondió Tadayoshi al oído, ocasionando que la piel de Yuya se erizara. Se zafó del agarre de las manos del morocho y cerró el grifo, secándose luego con el repasador enganchado en la manija de la alacena frente suyo. Acto seguido, sin perturbar la posición de Tadayoshi, se giró y entrelazó sus brazos alrededor de su nuca, antes de darle un cálido beso que el más alto aceptó de buen grado.
— Yo también te amo — Le dijo, separándose de sus labios para tomar algo de aire.
— Quiero hacerlo — Reconoció Tadayoshi, acariciando una de sus mejillas, sin poder despegar su mirada de la suya. Yuya abrió los ojos como platos, sorprendido por la petición.
— Eh… Eh… Eh… ¿Hacerlo? ¡¿Ahora?! — Repreguntó el rubio, con un tono de voz desesperado.
— Bueno… Tu madre no está… y vuelve más tarde… ¿Cuánto tiempo crees que vayamos a tardar? — Le preguntó a medida que besaba todo su rostro.
— Ah… Eh… Pero… Pero… Tiene… Tiene que ser algo especial... ¡Tiene que ser por la noche! — Exclamó, zafándose de la prisión a la cual lo habían condenado los brazos de Tadayoshi —. ¡A la luz de las velas!
Sonriéndole sinceramente, el aludido lo miró.
— No quiero forzarte a hacerlo. Sólo… pensé que era el momento. Nada más. Quizás…Me equivoqué — Dijo, apoyando su cuerpo contra la mesada. Yuya se quedó mirándolo unos instantes. Terminó acercándose a él dando pasos largos, agarró su nuca y lo besó apasionadamente, siendo ahora Tadayoshi el sorprendido por su reacción.
— Hagámoslo — Susurró Yuya, sobre sus labios, con los ojos cerrados.
— Tus mejillas están rojas — Dijo Tadayoshi, sonriendo; antes de morder levemente una de ellas.
— ¡Ouch!
— ¿Qué fue lo que te dolió? Si te mordí apenas — Preguntó el más alto, antes de tomarlo entre sus brazos y llevarlo al primer piso, donde estaba su habitación. Yuya escondió su rostro sobre su cuello, estaba más que avergonzado de estar siendo cargado de esa manera.
— Qué suerte que no hay nadie en casa — Reconoció, cubriéndose el rostro con ambas manos cuando Tadayoshi lo dejó sobre su cama.
— Yuya… Mírame — Le pidió.
— No puedo — Dijo el aludido, dando media vuelta sobre la cama.
— Necesito verte — Su súplica movió algo en lo más profundo del alma de Yuya. Lentamente sus manos cayeron a ambos lados de su cuerpo, dejando que su pareja lo mirara. Su tierna expresión de vergüenza no había cambiado en lo absoluto —. No sé por qué te empeñas a no querer mostrarme tu rostro — Le dijo, acercándose a él mientras se sentaba encima suyo —. Si es hermoso. Todo tú eres hermoso — Reconoció en un dulce susurro, sin dejar de mirarlo a los ojos mientras una de sus manos acariciando su rostro hacía que sus mejillas se volvieran aún más rojas de lo que ya estaban.
— Te odio — Resopló Yuya, molesto por lo que estaba sintiendo.
— ¿Por qué? — Sonrió el aludido.
— Nunca pensé que esto que siento por ti fuera tan… fuerte — Dijo, abrazando una almohada, despegando su mirada de la de Tadayoshi para mirar el ondear de sus cortinas.
— Yo tampoco pensé que despertarías tantas cosas en mí tan sólo con una mirada — Reconoció Tadayoshi, tomando su rostro con ambas manos y besándolo con dulzura. Pudo oír cómo las manos de Yuya se aferraron a la almohada que separaba sus cuerpos y cómo sus labios temblaban a causa de la expectación —. No tengas miedo — Le gimió, tomando una de sus manos con ternura para hacer que soltara la almohada y lanzarla lejos de ambos.
— No tengo miedo. Es… no saber lo que va a suceder…
— Lo sabes — Aclaró Tadayoshi entrelazando sus manos a las suyas —. Vas a tenerme. Voy a ser todo tuyo. Voy a demostrarte con mi cuerpo cuánto te amo.
Sus palabras no hicieron más que hacerle sentir que estaba derritiéndose de amor en ese mismo instante. Los labios del morocho recorrieron su cuello, y aunque intentó no soltar el agarre que tenía sobre sus manos, supo que sería imposible desvestirlo por completo si no lo hacía. Muy a su pesar, soltó su mano derecha para levantar su remera poco a poco, lentamente, sintiendo cómo el cuerpo debajo suyo se agitaba cada vez más por la excitación, por la expectación, por el deseo de ser suyo, un mismo deseo que Tadayoshi tenía en igual o quizás, en mayor medida. Se quejó cuando se dio cuenta que no podía seguir teniendo su mano entrelazada a la de Yuya y pretender besarlo todo el tiempo. Su expresión hizo que el rubio sonriera. Casi desesperadamente, lo despojó de su remera, recorriendo su ombligo y todo su torso con las yemas de sus dedos, haciéndolo tiritar.
— Me haces cosquillas — Le recriminó Yuya.
— Lo siento — Le dijo Tadayoshi, dedicándole una sonrisa antes de que fueran ahora sus propios labios los que recorrían aquella parte de su cuerpo. Yuya no podía evitar jadear, sentir una felicidad extrema, una mezcla de calor e inquietud a causa del cosquilleo que los besos de Tadayoshi iban dejando sobre su cuerpo. Cuando Yuya se dio cuenta, estaba desvestido también de la cintura para abajo y ya no sentía el calor de la mano de Tadayoshi sobre una de las suyas. Parecía que su cuerpo se derretía debido a las caricias y a la ternura con la que era tratado.
— Tada… yoshi — Gimió su nombre, llamándolo para encontrarse con su brillante mirada y su dulce sonrisa.
— Te amo, Yuya — Le susurró, incorporándose sobre su cuerpo para decírselo al oído, ocasionando que el rubio cerrara los ojos con fuerza, sintiendo que su consciencia se desvanecía ante cada vocablo suyo. La fricción del profiláctico dentro suyo le produjo asco, pero prefirió tener esa sensación a la del dolor que le siguió a esa, y que parecía no tener fin. Dos gruesas lágrimas se escaparon de sus ojos ante el punzante dolor que sentía en sus partes bajas —. Perdóname — Jadeó Tadayoshi, sin ser capaz de detener las acciones que mantenía sobre el cuerpo de su flamante pareja. El aludido negó con la cabeza, esbozando una débil sonrisa.
— Sé que esto va… a pasar pronto — Susurró, cruzando sus brazos alrededor de su cuello —. Sé que esto es sólo pasajero… Pero… el amor que siento por ti…, esta sensación de… plenitud… no va a terminarse jamás.
Enternecido por sus palabras, Tadayoshi lo abrazó, prosiguiendo y finalizando su promesa de amor eterno de esa forma, con sus cuerpos entrelazados, convirtiéndose en uno solo.

El teléfono sonó en casa de Tadayoshi. Ryo estaba a punto de llamar a su puerta, pero aquel sonido se lo impidió. Luego de verificar que nadie lo estaba viendo, se acercó a la entrada de la casa y pegó su oído a la puerta para oír su conversación.
— ¿Diga? Ah. ¿Cómo estás? — Se dio cuenta que estaba hablando con Yuya, al notar su cambio de tono al hacer la segunda pregunta, por lo que frunció el ceño —. Perdón. Te dije que no iba a poder contenerme. Creo que yo también tuve un poco de culpa. ¿Que por qué un poco? Si tú me hubieras dicho que te dolía, lo hubiéramos hecho otro día.
Su piel se crispó al darse cuenta del significado de aquellas palabras. Terminó volviendo sobre sus pasos hacia el templo donde siempre lo esperaba el grupo de Jin. Ese día iba a ir a ver a Tadayoshi por primera vez en casi un mes y medio, pero la conversación que había oído sin querer, desvirtuó sus planes por completo.
What are you doing here, Ryo-chan?[6] — El apodo con el que Tadayoshi lo había llamado semanas atrás, había terminado siendo la forma en la que aquel grupo le encantaba burlarse de él. El aludido simplemente les dedicó una rápida mirada y se sentó en uno de los escalones.
Stop, guys[7] — Pidió Jin, acercándose a él y sentándose a su lado —. ¿Qué sucedió?
— Dijiste que podías hacerte cargo de él, ¿cierto? — Preguntó Ryo, con la vista clavada en el suelo. Jin sonrió, y amplió su sonrisa hasta que las comisuras le dolieron.
— Por supuesto que sí. Eres nuestro amigo después de todo.

— ¿Tienes todo para la cena, Yuya?
— Sí, mamá — Respondió el aludido atándose el cabello en una cola, como pudo, debido a lo corto que lo tenía, mientras sus pies seguían el trayecto de su madre hasta la puerta de entrada —. No te preocupes.
— ¿Cómo no quieres que me preocupe si eres mi único hijo? — Le dijo la mujer, cruzando el umbral —. Nos vemos mañana.
— Te tendré preparado el desayuno cuando vuelvas.
— Gracias.
Apenas Yuya cerró la puerta, oyó su teléfono recibiendo una llamada escaleras arriba. Fue a toda carrera a su cuarto, lanzándose a la cama para atender a quien sea que lo estaba llamando.
— ¿Hola?
— “¿Tego?
— ¡Ryo-chan! — Sonrió, sentándose en la cama —. ¿Cómo estás? ¡Te estás haciendo desear! ¡Con Tatsu nos estamos muriendo por verte!
— “¿Ah, sí? Mhh… Justo ahora estoy en casa de unos amigos. Me preguntaba si podías venir.
— Eh… Yo… Sí, claro. Tienes suerte que mamá se fue a trabajar con una compañera y me dejara el auto.
— “Un grupo de amigos ya fue a buscar a Tacchon, así que, no te preocupes por él.”
— Ah, está bien.
— “Ahora te mando la dirección por mensaje.”
— De acuerdo. Nos vemos.
— “Nos vemos.

Estaba más que feliz por reencontrarse con su mejor amigo después de tanto tiempo. Tenía muchas cosas qué contarle, pero al mismo tiempo, estaba nervioso, ya que esa sería la primera vez que saldría con Tadayoshi como pareja. Le dejó un rápido mensaje a su madre y se dirigió a la dirección que Ryo le envió.
— Podríamos ir a la casa de vacaciones de mi tía — Dijo en voz alta, pensando en la próxima cita que tendría con su pareja. Se dio cuenta que de la proximidad a la casa donde Ryo lo había citado por la música que estaba taladrando poco a poco su cerebro. Estacionó el vehículo y bajó del mismo. La tranquilidad que reinaba en las calles contrastaba bastante con el bullicio de aquella casa. Se dio cuenta que sería inútil llamar a la puerta o tocar el timbre, así que hizo el intento de llamar a Ryo por teléfono —. Hola, ya llegué.
— “Ah, pasa”, le dijo su amigo al otro lado de la línea.
Cuando cortó la llamada, Yuya se dio cuenta que la música dentro de la casa había bajado un poco, pero creyó que era fue producto de su imaginación. Entró a la casa luego de que la puerta se abriera delante suyo. Efectivamente, la música había bajado un poco, pero seguía siendo molesta. Cerrando la puerta detrás de sus espaldas miró hacia todos lados. Se encontraba en un largo pasillo. Al dirigir su vista al final del mismo, vio a Ryo sentado a los pies de unas escaleras, bebiendo una cerveza.
— Ryo-chan — Lo llamó el recién llegado, antes de dirigirse a él con pasos rápidos —. Ryo-chan — Volvió a llamarlo, logrando esta vez, a tan corta distancia, lograr captar su atención. El aludido lo miró y le sonrió. De alguna forma, a Yuya le parecía que ese sujeto difería bastante con el recuerdo que tenía de Ryo. Usualmente, él se le lanzaría encima y lo abrazaría con extrema dulzura, pero esta vez, no lo hizo. Es más, hasta parecía que no estaba allí —. ¿Estás bien?
— Perfectamente — Respondió el morocho.
— ¿Y… dónde está Tatsu?
Ryo pudo ver un destello de felicidad en la mirada de Yuya, lo cual le hizo crispar los nervios.
— No está — Respondió lentamente el aludido.
— ¿Eh? ¿Todavía no llegó?
— No — Le dijo, mirándolo fijamente —. Él no va a venir. Tacchon… no está invitado a esta fiesta…
Antes de poder ser capaz de articular palabra, Yuya sintió un golpe seco en la nuca. Su cuerpo cayó al suelo estrepitosamente luego de eso.
Hey, you don’t have to kill’im, y’know?[8] — Dijo Jin, acercándose, al sujeto que había golpeado a Yuya con un bate de béisbol.
Ops… Did I hit her too hard?[9]
He’s not a girl, actually — Dijo Ryo, poniéndose de pie, frente a Yuya.
— ¿Ryo-…chan…?
Aunque su mente le pedía apagarse unos instantes, los sentidos de Yuya, por el contrario, estaban en alerta máxima. Nadie sabía que estaba ahí. Tadayoshi no iba a llamarlo a la madrugada, y su madre no regresaría a la casa sino hasta que saliera el sol. Cuando se encontró con las oscuras orbes de Ryo, se dio cuenta que algo estaba mal, y que no tenía forma de escapar a lo que iría a acontecer.
— …But we can make him one.[10]
Acto seguido, le dio una sonora cachetada que lo hizo sonreír. Jin se arrodilló a su lado y le hizo ingerir dos pastillas junto con un largo sorbo de la cerveza perteneciente a Ryo.
— To the bedroom, now — Le ordenó a su pandilla, los cuales cargaron el cuerpo casi inconsciente de Yuya hasta el piso de arriba —. ¿Vas a hacerlo?
— ¿Por quién me tomas? — Repreguntó Ryo, dedicándole una mirada con el ceño fruncido antes de subir las escaleras.


Notas
[1] What's wrong?: ¿Qué sucede? volver ↑
[2] He likes boys it seems: Parece que le gustan los chicos volver ↑
[3] Yeah, he likes him: Sí, le gusta volver ↑
[4] Actually… I have a fucking crush on him: En realidad... Estoy putamente enamorado de él volver ↑
[5] Whatcha think, guys?: ¿Qué piensan, muchachos? volver ↑
[6] What are you doing here, Ryo-chan?: ¿Qué estás haciendo aquí, Ryo-chan? volver ↑
[7] Stop, guys: Basta, chicos volver ↑
[8] Hey, you didn’t have to kill’im, y’know?: Oye, no tenías que matarlo, ¿sabes? volver ↑
[9] Ops… Did I hit her too hard?: Ops... ¿La golpeé muy fuerte? (usando el her en vez de his xD) volver ↑
[10] He’s not a girl, actually. But we can make him one: No es una chica, en realidad. Pero podemos hacerla una. O algo así xD volver ↑

2 comentarios:

  1. OMG! OMG! OMG!!!

    Que esto sea Tatsu x Tego xD me da cosita
    ambos son tan ... divas que la imagen mental que se forma me da cosita xD *patean a haru*

    asldjlajsdljlasdjlajsdlkjasldjlajsldjlajsdl Tatsu diciendole Ryo-chan a Ryo-chan asljdklasdñlaksñldkñaksñdkañsdklas *rueda*

    Me encantó este cap
    Jin siempre de mala influencia ~ xDDD

    Tatsu y Tego de melosos ~

    ryo-chan escuchando lo que no debe ~

    y cobrando venganza xD

    me encantó *O*

    Muchas gracias por el cap ! y por la etiqueta! a esperar 2 semanas (?) para ver que pasa *O*

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    1. Justo respondía otro comentario en el que más o menos pasaba eso xD
      Es que después de Little dirty secrets... Me quedé con las ganas de OkuTego ~3~

      Tatsu diciéndole Ryo-chan a Ryo-chan es ajhskjhsdkjhaskjdhkjhaskjdhashkdajkd~ No me hice un ringtone con eso porque jamás atendería las llamadas xDDDDU

      Es que es Jin xD jajajajajajja

      Lo único que puedo decirte es que Tego la va a pasar TAN al u_u

      De nadas~ Como siempre, gracias por leer y comentar ^3^ *chu*

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