25 de septiembre de 2012

[Double U] Capítulo 06 - Deseo

 Esa imagen de "Yuuko" es genial xD
 La radio~
 En casa~


Ciaossu~!!
Aunque dije que iba a subir este episodio la semana que viene, como me prometieron un nuevo episodio de un fic si lo subía... -w- acá está xD
Disfrutenlon (? xD
Enjoy~ ♥

PD: Quiero sus apreciaciones respecto a todas las acciones hechas y no hechas por Ryo-chan xD
Gracias....

Notas
El personaje mencionado en este episodio es Shinomori Aoshi de Rurouni Kenshin.



Título: Double U.
Fandom: Johnnys.
Pairing: IkuTego [Ikuta Toma x Tegoshi Yuya], OkuMassu [Okura Tadayoshi x Masuda Takahisa], RyoPi [Yamashita Tomohisa x Nishikido Ryo] (pero nadie dice que no pueden haber más ;3)
Formato: Multi-chaptered.
Género: AU, romance.
Rating: PG-13
Capítulos: 06 / 09
Sinopsis: La cita grupal es igual de tangible que el deseo que corre por las venas de Yuuko... y de Yuya.



Capítulo 06: Deseo

Afortunadamente, la idea de la cita grupal por parte de Toma, había desaparecido junto con su fiebre. Respecto a Misako, desde hacía dos semanas que no saludaba ni a Toma ni a Yuya a menos que fuera a la lejanía. Yuya se preguntaba cuánto la había lastimado aquella confesión. Su relación con Yuuko iba de maravilla, sin disgustos de ningún tipo.
Al llegar a la cocina, Yuya encontró una lata de cerveza a medio tomar y a Ryo arreglándose en el espejo del living.
- Ya llevaste la cerveza a la mañana… ¿Hay algo que te suceda, Ryo-chan? – Le preguntó Yuya, tomando su desayuno.
- Problemas. No míos, pero problemas al fin.
- ¿En el trabajo?
- No estoy del todo seguro, pero parece ser que Okura es el último en irse del restorán por la noche. Y durante la mañana parece un zombie. No sé si me gustaría saber qué se queda haciendo.
- ¿Qué insinúas?
- Yasuda-san parece que anda tras suyo, pero él… Ahhh… No lo sé…
- ¿Por qué no se lo preguntas?
- ¿A Okura? – El rubio asintió con la cabeza -. Olvídalo. Es lo mismo que te pregunte a ti si estás enamorado de… Ok, eso fue un mal ejemplo.
Yuya sonrió.
- Bueno, me voy a la universidad.
- Qué raro que te hayas levantado temprano – Reconoció su amigo.
- Es que no dormí.
- Ah… Entonces, ¿el ruidito de las teclas de celular eran tuyas? – Ryo recibió una sonrisa como respuesta afirmativa por parte de Yuya. El morocho negó con la cabeza, sonriendo, antes de beber el poco contenido de cerveza que quedaba en la lata -. La próxima vez, hazlo en la mañana. No me dejaste dormir.
- Lo siento, Ryo-chan. No volverá a suceder.

La jornada estaba siendo normal. Aunque en su cabeza se estaba gestando una migraña, podía sobrellevarla con un analgésico y no había una cantidad abrumadora de comensales que lo pusieran de mal humor.
- Dokkun, sushi de vegetales para la 4 – Le dijo Yu.
- Ok – Dijo el morocho, dirigiéndose por las algas nori. Un estridente sonido hizo que se asomara al sector de los clientes, junto con los encargados de la cocina, claro está. Había sido Tadayoshi, afortunadamente, sólo con unas copas de cristal y unos platos vacíos en la bandeja que llevaba consigo. Ryo vio a Shota suspirar frente a él, mientras el muchacho, con una visible expresión de cansancio en el rostro, levantaba los trozos de vidrio del suelo.
- Llama a alguien para que te ayude – Le susurró, levantando él también los pedazos de vidrios rotos.
Antes de que Tadayoshi entrara a la cocina, Ryo salió de ella, con su usual sonrisa.
- Voy por un escobillón para juntar eso – Le dijo.
- Gracias, Ryo-chan.
Ambos se encontraron nuevamente en la cocina.
- ¿No deberías descansar, Tacchon? – Le dijo Yu, cortando unas zanahorias.
- Sí, se te ve cansado – Dijo Shingo, escudriñándolo con la mirada.
- Gracias, pero estoy bien.
- Si es por Yasuda-san, yo puedo cubrirte con él – Dijo Ryo -. No me fue para nada mal de mesero el otro día.
- Sí, él es bueno para esas cosas – Dijo Shingo.
- No, no, no. Estoy bien – Dijo Tadayoshi -. Iré a lavarme las manos antes de regresar.
Los tres se quedaron mirando al muchacho hasta que se lo perdieron de vista.
- Oye, Dokkun… Uno de las dos personas que mencionaste el otro día para la apuesta… Es Tacchon, ¿no?
- Bingo – Respondió el muchacho, antes de seguir el mismo camino que Tadayoshi. Lo encontró en el baño, lavándose la cara -. En serio, deberías descansar – Le dijo, ocasionando su risa -. Oye, Okura...
- Dime – Le dijo, mirándolo a través del espejo.
- Voy a preguntarte algo, pero quiero que seas sincero conmigo, ¿de acuerdo? – Le preguntó, abrochándose los pantalones y acercándose al lavabo para lavarse las manos.
- Seguro, dime.
- Tú desde hace varias semanas que te estás quedando en Eden hasta altas horas de la noche, ¿cierto?
- No entiendo por qué no eres investigador privado, Ryo-chan…
- Respóndeme – Le pidió, sonriendo.
- Sí, así es.
- ¿Por qué?
- Le dije a Yasu que quiero perfeccionarme en la cocina, y este es el lugar perfecto para practicar.
- Te dije que puedes venir a casa cuando gustes y me rechazas…
- Lo siento – Se negó el muchacho, con una sonrisa.
- ¿Me dejas hacer otra apreciación?
- Por favor.
- En todas estas noches… No estuviste solo – Tadayoshi frunció el ceño -. Y no es muy difícil darse cuenta con quién estuviste – El aludido sonrió -. Masuda-kun está pidiendo dos gyozas en vez de seis, y eso sólo puede significar una cosa: que está a dieta o que está lleno. Y dudo mucho que sea la primera. Así que dime, ¿estás saliendo con él?
- ¡Claro que no! – Exclamó Tadayoshi, rojo, por lo que desvió su vista -. Masuda-kun tiene el paladar que necesito para mis comidas.
Ryo negó con la cabeza.
- No entiendes nada, Okura – Le dijo, acercándose a él -. Debes aprovechar esto al máximo.
- ¿A… qué te refieres? – Le preguntó, viendo cómo Ryo estaba cada vez más cerca suyo. Sus manos se habían puesto a ambos lados de su cuerpo, cortándole el paso.
- Hoy cuando hagas un postre, ponle crema arriba. ¿Me oyes?
- S… Sí, sí, claro – Respondió el aludido, tragando en seco.
- Obviamente él no estará frente a un espejo cuando lo haga, así que, tú le dices “oh, te quedó un poco de crema”, utilizas tu dedo pulgar para limpiar la comisura de sus labios, mirándolo a los ojos, dejando el resto de tu palma sobre su mejilla y en el momento en que él suspire o en el que sientas que su respiración se corta por unos cuantos segundos…
Tras haber hecho con su propia mano lo aconsejado a Tadayoshi, se acercó a él y besó con dulzura sus labios, profundizando Ryo el beso al presionar su entrepierna con su rodilla, obligándolo a abrir su boca. En ese momento, la puerta se abrió, dando paso a Shota, quien lejos de decir algo, se quedó mirando la situación los escasos segundos que Ryo tardó en soltar a su víctima. Miró a Shota a través del espejo y luego a Tadayoshi que, sin saber cómo reaccionar, sólo se dedicaba a recuperar el aire que Ryo le había quitado. El gerente se fue, dejándolos solos. Todo había salido acorde al plan, sólo esperaba que Tadayoshi, por más enojado que estuviera por ello con él, siguiera sus pasos al pie de la letra.
- Yasu – Dijo, finalmente Tadayoshi, recuperándose -. Ryo-chan, ¿qué hiciste?
- Nada malo. Sólo te dije cómo tienes que actuar frente a la persona que te gusta.
- Eso es abuso.
- Está bien, saquemos lo del beso francés y la rodilla. ¿No vas a decirme que el resto no es perfecto?
Su oyente chistó y salió del baño, dejándolo solo.

El timbre sonó en casa de Toma, quien se acercó a abrir con una sonrisa.
- Buenas noches – Lo saludó Yuuko, entrando de un salto a la casa para besar sus labios -. Ah… Tu mamá…
- Ella no está. Hoy le toca cuidar a mi abuela y mi papá va a tardarse en el trabajo, así que – Buscó su mano para entrelazarla a la suya, antes de subir junto con ella las escaleras -… estamos solos.
- Ya veo – Dijo la muchacha.
Entraron a la habitación de Toma, quien antes de cerrar la puerta miró a su pareja.
- ¿Quieres algo de beber?
- No, estoy bien. Gracias – Respondió Yuuko, sentándose en la cama.
- Ok – Dijo Toma, cerrando la puerta, bajo la mirada de la muchacha. Se sentó a su lado y empezó a cambiar los canales del televisor, sin detenerse en ninguno que llamara su atención. Por algún motivo el acercamiento hacía poner nerviosa a Yuuko -. Ah, permiso – Dijo Toma, pasando su brazo por encima del cuerpo de Yuuko para agarrar su celular, oyendo una risita de su parte, que ocasionó que se quedara mirándola -. ¿Tienes coquillas…?
- ¿Eh? Sí… Un poco… ¿Por qué? - Toma sonrió ampliamente, antes de hacerle cosquillas a ambos lados de su vientre, obligándola a recostarse en la cama, mientras se retorcía de dolor, pidiéndole entre risas, a gritos, que la dejara. Finalmente, sus pedidos llegaron a oídos de su pareja, quien se quedó mirándola, a horcajadas suyo -. ¿Qué… sucede…? – Le preguntó, con las mejillas rojas y la respiración agitada.
- Te ves hermosa… Así – Respondió el muchacho, con voz grave, acomodando un mechón de cabello que estaba surcando su rostro en dirección contraria al resto de su cabello. Lo siguiente que supo Yuuko era que sus labios estaban besando los de Toma. No oía el sonido del televisor, porque lo único que podía oír en ese momento eran los latidos de su corazón. Tímidamente, rodeó su espalda con ambas manos, sintiendo cómo el perfume de Toma embriagaba cada uno de sus sentidos, sintiendo sus labios besando su cuello y sus manos colándose por debajo de su remera para acariciar su cintura y tomarla con fuerza. Yuuko notó que su cuerpo se debilitaba cada vez más por su culpa, oyendo gemidos de placer que nunca había oído salir de él, sintiendo… algo que Toma no debía notar en lo absoluto. De un salto, se separó de él, dejando a Toma, atónito. Yuuko se sentó al borde de la cama, cubriendo su rostro con ambas manos.
- No puedo – Musitó, ante la confundida mirada de Toma -. Lo siento… Pero, no puedo…
Sin darle derecho a réplica, la muchacha agarró su bolso y salió corriendo de allí. En todo el trayecto hasta su casa, quien lloró, lamentándose la probable situación posterior, no sólo era Yuuko, sino también Yuya.

Llegó al departamento, hallando a Ryo en el living, mirando una película.
- Qué raro que estés en casa a esta hora – Dijo Yuuko, dejando sus cosas en la cocina.
- Es que como mis labores en Eden son de maravillas, me dejaron salir más temprano.
- Ya veo - El snack que Ryo había levantado del bowl que descansaba en la mesa ratona para llevarla a su boca, cayó al suelo al ver a Yuuko. No esperaba ver a su compañero de cuarto así, y mucho menos con tal expresión de tristeza en el rostro. Las expresiones a posteriori de Ryo, intentando gesticular algo, hicieron que Yuuko al menos sonriera -. ¿Qué sucede con esa cara? – Preguntó, sonriendo. Ryo se le acercó, mirándola de arriba abajo.
- ¿De dónde vienes así? – Le preguntó, en referencia a la erección visible por sobre su vestido.
- De lo de Toma – Respondió, sonrojada -. Pero no quiero hablar de eso, por favor.
- No, no – Dijo el morocho, agarrándola de un brazo para evitar que se fuera -. No te vayas – Le dijo, abrazándola -. No puedes irte… así – Dijo, acariciando su hombría, haciéndola gemir.
- No… Ryo-chan…
- Por más que intentes zafarte, ¿crees que puedes escaparte de mí? – Le preguntó, mirándola a los ojos.
Aunque intentara alejarse de él, tal y como le había dicho, no tendría escapatoria. Toma no la había herido, sino todo lo contrario, quería amarla, pero si dejaba que él lo hiciera, eso marcaría el final de todo. Dejó que Ryo la besara, que fuera Ryo quien la tocara, que fuera Ryo quien la consolara, porque sabía que él era el único que podía hacer eso.

Eden estaba vacío, a diferencia de su cocina, donde Tadayoshi cocinaba, como todas las noches, para Takahisa.
- ¿Qué te pareció? – Le preguntó el morocho, en referencia a lo cocinado hasta ahora.
- La entrada estaba algo salada pero el plato principal estaba exquisito – Dijo el muchacho, sentado en una banqueta -. Pero estoy esperando el postre. Espero que hayas seguido las indicaciones que te mencioné anoche – Musitó el pelirrojo, meciendo sus piernas hacia atrás y hacia adelante.
- Claro – Dijo Tadayoshi, dirigiéndose a buscar el postre al refrigerador. Al abrirlo, recordó las palabras de Ryo. Sacó el pudín del refrigerador y lo miró, y luego dirigió su mirada a Takahisa. Suspirando, se volvió en busca de la crema y una fresa, con los cuales decoró el mismo. Agarró una cuchara y le entregó el postre al muchacho -. Aquí tienes.
- Se ve bien – Dijo el pelirrojo, examinándolo por todos lados con la vista, generando la sonrisa en el cocinero -. Ahora – Prosiguió, levantando la fresa para probarla -… la degustación…
Takahisa probó la fresa, sintiéndose en el Paraíso. Cualquier cosa dulce era definitivamente de su predilección.
- ¿Y bien? – Le preguntó el morocho, esperando su veredicto, con el cuerpo apoyado contra la mesada.
- Espera, recién voy por la fresa.
- Y ya te ensuciaste – Dijo el muchacho.
- ¿Eh? – La mirada de Takahisa era de pura inocencia, no quería dejarse llevar por las perversas palabras de Ryo, hasta que recordó que las cosas más fuertes podían ser omitidas para aquel primer acercamiento.
- Te ensuciaste con crema – Dijo Tadayoshi, acariciando la comisura de Takahisa, mirándolo a los ojos, sintiendo la suavidad de la piel del pelirrojo -… aquí - Del mismo modo en que acarició su mejilla, besó sus labios. Sonrió al separarse de él, al sentir la mezcla del sabor de la crema y la fresa entre sus besos. Takahisa se quedó estático, mirándolo, cuando se alejó de él -... Perdón – El morocho se alejó, sosteniendo su cuerpo con ambas manos sobre la mesada, avergonzado de sí mismo, de ser tan débil -. Perdóname – Repitió.
- No… Está rico – Takahisa lo miró -. Ese toque…  Lo hace más rico todavía – Reconoció, sonriendo. Tadayoshi lo miró. No entendió qué quiso decir hasta que fue él quien lo besó, exactamente del mismo modo en que él lo había hecho.

El sol de la mañana lo despertó, ni siquiera había sido su propio celular. Se sentó de un salto en la cama, al notar que no era la suya. Pudo ver en el espejo de cuerpo entero que estaba en diagonal a la cama que su cabello era rubio y que estaba desnudo. Se levantó rápidamente, cubriéndose con la bata de baño que encontró en ese cuarto. Al salir encontró a Ryo tomando su desayuno.
- Ryo-chan…
- Tranquilo, no pasó a mayores – Respondió el morocho, a la duda que rondaba en su mente, leyendo los mensajes de texto del celular de Yuuko -. Eres tierno cuando estás en modo Yuuko, ¿eh?
Yuya le sacó el celular de un tirón.
- No leas mis cosas – Le dijo.
- Discúlpeme, señorita – Bromeó Ryo -. Apúrate o no sólo vas a perderte mi desayuno, a juzgar por la hora, también vas a llegar tarde a la universidad.
Yuya levantó la cabeza para ver la hora en el reloj de pared.
- ¡Ay, no! – Exclamó, antes de dirigirse al cuarto de baño.

Efectivamente, llegó tarde a la universidad. Toma tenía una expresión sombría en el rostro, deduciendo Yuya fácilmente cuál era el motivo de la misma. Esperó al primer receso para preguntarle qué le sucedía. Estaban sentados en los bancos en la parte trasera del edificio escolar, bebiendo café.
- Creo que… Yuuko no me desea – Ante la confesión, Yuya se ahogó, por lo que su amigo, le palmeó la espalda -… ¿Estás bien?
- Sí… Perdón – Respondió el rubio, tosiendo -. Es que… no esperaba algo así… ¿Qué quieres decir con que no te desea?
- Verás… Ayer… estábamos solos en casa. Mi madre fue a cuidar a mi abuela y mi padre tardaría bastante en llegar – Suspiró -. Noté que tenía cosquillas, aproveché y sin darnos cuenta, terminamos en mi cama… Bueno… estábamos sentados sobre ella, pero… no pensé en nada… subido de tono… hasta verla sobre mi cama… jadeando…
- ¿Y… qué sucedió…? – Inquirió su amigo.
- Me dijo que no podía – Respondió, bebiendo un poco de café -. No sé si será virgen o qué, pero… me dijo que no podía hacerlo.
- Quizás la hayas malinterpretado.
- ¿Eh? – Le preguntó, mirándolo con una sonrisa.
- Quizás le suceda otra cosa… No lo sé – Se hincó de hombros.
- Pero parece que a diferencia mía… Tú sí tuviste guerra…
- ¿Eh? - Toma acercó su mano a su cuello, señalando con él algo que obviamente para Yuya, sería imposible de ver a menos que estuviera frente a un espejo. Inmediatamente, el rubio se alejó apenas, sonriendo -. Me haces cosquillas…
- Qué sensible que es la gente últimamente – Dijo Toma.
- Bueno, pero… ¿qué tengo?
- Un chupón.
- ¿…Eh…? – No sabía dónde meterse, quería darle algún tipo de explicación a Toma, pero al mismo tiempo, no tenía por qué hacerlo -. ¿M… Me dejas hacer una llamada…?
- Seguro.
Yuya saltó del banco y marcó un número.
- “Hola, mi princesa.
- Cállate, estúpido.
- “Oye… Esa no es la forma de saludar a tu amigo que te ayudó a solucionar un para nada pequeño problemita…
- ¡Shh! ¿Qué me hiciste?
- “Ahhh… ¿Lo viste? Estaba tentado a decirte algo cuando te vi salir del dormitorio, pero me contuve. Creo que tendría que haberte hecho un corazón en todo el pecho… Pero me llevo mejor con lo abstracto.
- ¿Qué…? – Yuya miró por dentro de su remera, que tal y como se lo estaba dando a entender Ryo, el chupón que estaba sobre su cuello, se multiplicaba considerablemente por todo su cuerpo -. Te odio, ¿sabes?
- “No pude contenerme, en serio. Además, tú tienes la culpa. Te dije que no te aparecieras así frente a mí. Es tu culpa.
- ¡Eres un maldito fetichista, Ryo! – Le dijo, en voz baja.
- “Reitero: es tu culpa. Bueno, me voy. No sé tú, pero yo sí tengo trabajo que hacer. Nos vemos.
- Ah… Espera… ¡Ryo-chan! ¡Me colgó! – Yuya cortó la llamada, furioso y volvió a sentarse al lado de Toma.
- Creo que deberías pedirle maquillaje a alguien – Yuya lo miró, enfadado -. Para que no se te note. Cálmate, tampoco es el fin del mundo.

Ryo interrumpió sus labores para ir al baño, encontrándose con Tadayoshi en el camino.
- ¿Y?
- Y, ¿qué?
- ¿Seguiste mi consejo? – Le preguntó, guiñándole el ojo -. Dejando de lado lo de las caricias y el beso francés, digo.
- Sí, lo hice – Respondió Tadayoshi, en un suspiro.
- ¡¿Sí?! ¿Y cómo te fue? Si usaste las mesadas, por lo menos dime que las desinfectaste…
- ¡Claro que no, idiota! – Le dijo, sonrojado -. Sólo… nos besamos…
- Creo que esta es la fecha para el amor. No sé por qué sigo aquí, tengo que salir a buscarla por ahí – Dijo, con una pose pensativa.
- Yo no lo busqué y vino solo.
- Dije la, no lo. Por lo menos yo sí quiero que mi pareja tenga el pecho más abultado que el mío – Dijo, haciendo dos montañas sobre su pecho, simulando un par de senos, generando la risa de su amigo al notar la exageración en el tamaño.
- ¿No crees que exageras? Pobre muchacha - Tadayoshi volvió a las mesas, encontrando a una sola persona sentada en torno a una mesa. Era un muchacho, pero no podía calcular su edad debido a las gafas de marco negro, grueso y a la boina que vestía sobre sus alborotados cabellos. Sobre la mesa, había el mismo desorden que en su cabeza, con una inmensa cantidad de grande hojas con cosas dibujadas que él no llegaba a ver desde aquella distancia. Se lo notaba inquieto, incluso, hasta molesto por algo -. ¿Señor? – Llamó su atención el mesero, ocasionando que lo mirara -. ¿Va a ordenar algo?
- Ehhh…
- ¿Quiere que le traiga el menú?
- No, no, no. Está bien, tráeme… Ehh… Algo dulce… Lo que sea – Respondió, inmerso entre lo que pudo ver que eran bocetos, aparentemente de trajes de cosplay, sin siquiera mirarlo.
- Tenemos cafés, tés, postres…
- Un postre. Dile al cocinero que me sorprenda.
- Muy bien – Dijo el muchacho, antes de entrar a la cocina -. Ryo-chan, postre para la doce.
- ¿Postre? ¿No podrías ser más específico? – Le pidió su amigo.
- No. El comensal dijo que lo sorprendas.
- Ahhh… Siempre cae uno de esos – Dijo Yu.
- ¿No es alguno de las revistas, Okura? – Le preguntó Shingo.
- Pues… La verdad es que no lo parece – Reconoció el muchacho.
- Está bien, está bien – Dijo Ryo -. Si el tipo quiere que lo sorprenda, lo sorprenderé.
No cronometró el tiempo que pasó, simplemente se tomó el necesario para hacer un buen postre. Al hacerlo, Tadayoshi lo recibió y lo llevó a la mesa. Esperó a que el cliente sacara varios de sus bocetos al menos de una de las esquinas de la mesa para poder apoyar el plato.
- Espero que sea de su agrado – Dijo, antes de retirarse a atender a un par de nuevos comensales.
El hombre probó un poco del postre. Dejó de lado su estudio de los bocetos para agarrar el plato y seguir comiendo aquel postre como si esa fuera la primera vez que comía en su vida. Al terminarlo, llamó la atención de Tadayoshi al levantarse y dirigirse al mostrador -. ¿Señor?
- Quiero ver… a la persona que hizo esto… Necesito ver a esa persona.
- En… Enseguida – Dijo el muchacho, entrando despavorido a la cocina -. Ryo… Ryo-chan…
- ¿Sí?
- El tipo del postre… quiero verte – Dijo el muchacho, no muy seguro de sus palabras.
- Te lo dije, es de alguna revista.
- No… No parece ser de una revista…
- ¿De qué tiene pinta?
- ¿De otaku?
- Es una descripción muy generalizada, ¿sabes? – Le dijo Shingo.
- La cuestión es que – Dijo Tadayoshi, pero terminó por interrumpirse y empujar a Ryo hacia fuera de la cocina, seguidos ambos, obviamente por Shingo y Yu -. Esta es la persona que hizo su postre…, señor.
El hombre, que de cerca podía notarse que no pasaba de los treinta años, se quedó mirando a Ryo, subiéndose apenas sobre el mostrador para verlo de pies a cabeza, generando la sorpresa en los que estaban mirando la situación.
- Espera – Dijo el hombre, volviendo a la mesa donde descansaban los bocetos para buscar uno, mientras Ryo, Shingo, Tadayoshi y Yu se miraban sin entender absolutamente nada. El hombre volvió hacia ellos con torpeza. Dejó el boceto a un costado de su vista, miró a Ryo, y de nuevo al dibujo – Has así – Le pidió, enseñándole a Ryo su palma, esperando que imitara sus actos. El muchacho levantó su mano derecha, mostrándole la palma. Al hacerlo, el hombre apoyó la suya encima, esbozando una sonrisa de satisfacción -. Shinomori Aoshi.
- ¿Perdón? – Dijo Ryo.
- Es un personaje de Rurouni Kenshin – Susurró Shingo, detrás suyo.
- Este tipo se me hace conocido – Dijo Yu, ocasionando que Tadayoshi lo mirara.
- Disculpe. Pero, ¿quién es usted? – Le preguntó Tadayoshi.
- Ah, perdón – Dijo el hombre, dejando la página a un lado y limpiándose la mano refregándola contra su ropa -. Mi nombre es Yamashita Tomohisa, pero pueden decirme Yamapi.
- ¡¿Ya… Yamapi?! – Exclamaron a dúo Shingo y Yu.
- ¿Tengo que conocerlo? – Preguntó Ryo, con una sonrisa.
- ¡Si eres otaku, claro que sí! – Exclamó Yu.
- Yamapi es la eminencia de los trajes de cosplay, ¿cierto? – Preguntó Shingo a su amigo.
- Bueno, no me considero una eminencia, pero, gracias – Musitó el aludido, acomodando sus lentes sobre su tabique nasal.
- Oye, muchacho, necesito a alguien que me ayude para hacer bocetos. Mi último modelo no resultó para nada bueno y tuve devoluciones. ¿Quieres trabajar para mí a medio tiempo? – Le pidió Tomohisa, pero Ryo no entendía nada.
- Dile que sí – Dijo Yu.
- ¿Qué estás pensando? ¡Acepta! – Le dijo Shingo.
Tadayoshi sólo se hincó de hombros. Estaba igual o todavía más confundido que él.

Esa mañana le tocaba a ella el reemplazo de Aya, ya que debía rendir un examen. Obviamente, y siendo sólo ella quien podía reemplazarla, no iba a negarse. A la noche había recibido un mensaje de su compañero de cuarto, diciéndole que necesitaba hablar con él, pero cuando llegó a casa, ya estaba durmiendo, y despertar a Ryo y que esté de buen humor… era una misión imposible, por lo que debió esperar a la mañana para saber qué era lo que le quería decir. Pero, lamentablemente para él, tenía que ver a Yuuko a la mañana. Le rezó hasta a Dioses imaginarios para que esa ropa no terminara atentando contra su virginidad.  
- Ryo-chan – Lo llamó a mitad de camino tanto de la cocina, como de su propio cuarto, pero el aludido le dedicó una rápida mirada antes de volver su vista a la pared.
- Ah… Hola, Yuuko-chan.
- ¿Estás bien? – Le preguntó la muchacha, acercándose cautelosamente a él.
- Séh – Dijo el morocho, revolviendo su café -. Oye, Yuuko…
- Dime.
- ¿Crees que sea bueno como cosplayer?
- ¿A qué viene eso?
- Quiero… saber eso… solamente.
- Sí, creo que sí. Para ser un cosplayer, debes tener actitud, no es sólo ponerse un traje y ya. Debes tener la actitud del personaje.
- Ahhh… Ya veo – Dijo Ryo, comiendo una tostada -. ¿Sabes dónde puedo comprar una serie?
- Si quieres puedo preguntarle a Subaru si la tiene… ¿Cuál serie?
- Rurouni Kenshin.
- Ryo-chan… ¿Estás bien?
El aludido asintió con la cabeza, girando su cuerpo sobre la silla al ver la figura de Yuuko buscando quién sabe qué cosa en la alacena al lado de Ryo. Como si hubiera sido impulsado por un resorte, el muchacho se levantó y acorraló el cuerpo de Yuuko contra la mesada.
- Yuuko-chan…
- ¡Ah! ¡Suéltame!
- No quiero – Dijo, con voz infantil, acariciando una de sus piernas.
- ¡Que me sueltes, Ryo-chan! – Siguió pidiendo la muchacha.
- Te dije que no – El morocho siguió acariciando el cuerpo de Yuuko, estirando el lóbulo de su oreja con los dientes.
- ¡Ryo…! ¡No…! Ahhh…
- Me dices que te suelte, pero mira cómo te pones – Le susurró, besando todo su cuello.
El celular de Yuuko recibiendo un nuevo mensaje de texto los interrumpió.

De: Oo-chan
Saben que a mí no me molestaría oír sus jueguitos matutinos, chicos, pero creo que en el pasillo, hay alguien a quien no le está gustando mucho lo que están haciendo.

- Suéltame – Pidió Yuuko, por última vez, zafándose del agarre de Ryo. Fue hasta el living para agarrar el celular de Yuya y ver que tenía un mensaje sin leer.

De: Ikuta-kun
Anoche te olvidaste un libro en la universidad. Como cuando salí, ya no estabas, estoy yendo para tu casa, de paso, charlamos un rato.

- ¿Qué sucede? – Bufó Ryo, molesto.
- Toma – Le dijo, en voz baja.
- ¡¿Eh?!
- ¡Shhh! – Se acercó a él, enseñándole los dos mensajes de texto. Ninguno de los dos dijo nada, tan sólo se miraron.
El sonido del timbre los volvió a tierra.
- ¿Abro? – Preguntó Ryo, en voz baja, viendo el movimiento afirmativo de cabeza de Yuuko, quien dejó el celular de Yuya en su lugar y volvió corriendo a la cocina. El morocho abrió la puerta -. ¿Sí?
- ¿Está Tegoshi-kun? – Preguntó Toma, visiblemente molesto.
- No, Tegoshi no está ahora, pero… ¿Quieres pasar?
- Gracias, iba a hacerlo de todos modos – Respondió, casi empujándolo para poder entrar. Al hacerlo, vio a Yuuko comiendo, sentada en torno de la mesa. Estaba nerviosa, no por el hecho de haberla oído con Ryo, sino, por estar en ese lugar. Si la tierra se la iba a tragar o si el mundo iba a terminarse, debía ser en ese preciso momento, pero al ver que no sucedió, optó por enfrentar la realidad -. ¿Qué haces aquí?
- ¿No te dije que Ryo-chan era mi vecino? – Preguntó la muchacha.
- Sí y que Oo-chan es tu compañera de cuarto, pero no te veo en tu departamento y mucho menos me imaginé que eras vecina de Tegoshi-kun.
- ¿Tegoshi-kun? – Preguntó Yuuko, fingiendo que estaba por ahogarse con el café -. Pero mira qué casualidad… Yo soy su prima.
- ¿Qué? – Le preguntó Toma.
- Yo soy la prima de Tegoshi Yuya, mi nombre es Tegoshi Yuuko.
Ryo negó con la cabeza, detrás de Toma, aguantando la risa. 

2 comentarios:

  1. Intro del post.. "PD: Quiero sus apreciaciones respecto a todas las acciones hechas y no hechas por Ryo-chan xD
    Gracias...."
    DAAAAAAAAAAAA OMG Ryo finalmente va a MANOSEAR y/o PENETRAR a alguien!!!! sdfmjksadnfgawngjkn 55555555555555555555555555555
    -----------------
    "Yuya - Es que no dormí.
    Ryo - Ah… Entonces, ¿el ruidito de las teclas de celular eran tuyas?."

    Y.., era Tego o el cuco ahora se modernizó y tiene celular!!! Si viven solos chaboooooooooooooooon, quién va a ser?? Viste?? eso porque arranca a escaviar a la mañana XD
    -------------------------
    Escena de baño: "Tras haber hecho con su propia mano lo aconsejado a Tadayoshi, se acercó a él y besó con dulzura sus labios, profundizando Ryo el beso al presionar su entrepierna con su rodilla, obligándolo a abrir su boca. En ese momento, la puerta se abrió, dando paso a Shota, quien lejos de decir algo, se quedó mirando la situación los escasos segundos que Ryo tardó en soltar a su víctima."
    lelelelelele siiiiiiiiiiiiiiiii, por fin se manoseó a alguien mi bebéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
    :v
    -----------------------------
    "- ¿De dónde vienes así? – Le preguntó, en referencia a la erección visible por sobre su vestido.
    - De lo de Toma – Respondió, sonrojada -. Pero no quiero hablar de eso, por favor.
    - No, no – Dijo el morocho, agarrándola de un brazo para evitar que se fuera -. No te vayas – Le dijo, abrazándola -. No puedes irte… así – Dijo, acariciando su hombría, haciéndola gemir.
    - No… Ryo-chan…
    - Por más que intentes zafarte, ¿crees que puedes escaparte de mí? – Le preguntó, mirándola a los ojos.
    Aunque intentara alejarse de él, tal y como le había dicho, no tendría escapatoria. Toma no la había herido, sino todo lo contrario, quería amarla, pero si dejaba que él lo hiciera, eso marcaría el final de todo. Dejó que Ryo la besara, que fuera Ryo quien la tocara, que fuera Ryo quien la consolara, porque sabía que él era el único que podía hacer eso."

    *APLAUDE RE SACADA* smakldmklsmfklamsdflmalksfm SIIIIIIIIIIIIIIIIII, moría porque pasara esto con RyoTego dmflkmdsklfmsdkm

    RE bizarro leer "acariciando su HOMBRÍA, haciéndoLA gemir" :PPPPPPPPPPPP

    ------------------------------

    Aaaaaaaaaaah.. quien tuviera a Tego en bolas en la cama T__________T O vestido, y lo desnudo yo!! T_T

    ------------------------------------

    "Yuya saltó del banco y marcó un número.
    - “Hola, mi princesa.”
    - Cállate, estúpido.
    - “Oye… Esa no es la forma de saludar a tu amigo que te ayudó a solucionar un para nada pequeño problemita…”
    - ¡Shh! ¿Qué me hiciste?
    - “Ahhh… ¿Lo viste? Estaba tentado a decirte algo cuando te vi salir del dormitorio, pero me contuve. Creo que tendría que haberte hecho un corazón en todo el pecho… Pero me llevo mejor con lo abstracto.”"

    jajajajajaj lo amo!! pedazo de sorete que es!!! :poop:
    GROSOOOOOOOOO!!!!!!0000000000000 a mi tambieeeeeeeeeeeeen, chuponeame todaaaaaaaaaaa nkfsdmnfksmdlkfmkls mflkmsd *tose* perdón.. u.U

    --------------------------------

    Cuando Ryo lo está chuponeando a Yuuko en la cocina y cortan porque sonó el celular..

    PERO ME CAGO EN SATÁN!!! Rompé el teléfono y GAR.CHA.TE.LO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! 55555555555555555
    carajo mierda!!!! *re sacada*
    -----------------------------

    GENIAL este capítulo *aplaude*
    Por fin apareció el Ryo que quería ver jojjojoas dkjdflksafmflaksfd

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "DAAAAAAAAAAAA OMG Ryo finalmente va a MANOSEAR y/o PENETRAR a alguien!!!! sdfmjksadnfgawngjkn 55555555555555555555555555555"
      Ryo la pasa bomba en este episodio xDDDD

      ---------------------------------

      "Y.., era Tego o el cuco ahora se modernizó y tiene celular!!! "
      Si las paredes eran finas, también pudo haber sido algún vecino xD

      ---------------------------------

      "lelelelelele siiiiiiiiiiiiiiiii, por fin se manoseó a alguien mi bebéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
      :v"
      Reitero: RYO LA PASA BOMBA EN ESTE EPISODIO xDDDDD

      ---------------------------------

      "*APLAUDE RE SACADA* smakldmklsmfklamsdflmalksfm SIIIIIIIIIIIIIIIIII, moría porque pasara esto con RyoTego dmflkmdsklfmsdkm"
      Y yo tampoco pude evitarlo mucho xD Es una de mis pairings favoritas ♥ (y ahora que lo pienso, SIEMPRE pasa algo entre ellos en mis fics sean pareja o no... :m)

      ---------------------------------

      "RE bizarro leer "acariciando su HOMBRÍA, haciéndoLA gemir" :PPPPPPPPPPPP"
      Buenoooooo... xD Era para que se notara que Tego estaba vestido como Yuuko xD

      ---------------------------------

      "jajajajajaj lo amo!! pedazo de sorete que es!!! :poop:
      GROSOOOOOOOOO!!!!!!0000000000000"
      Lo eeeeeeeeeees~ Es un puto xD

      ---------------------------------

      "PERO ME CAGO EN SATÁN!!! Rompé el teléfono y GAR.CHA.TE.LO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
      Calmaaaaaaate GG

      ---------------------------------

      Arigatou por leer y por el comentario ^^ jajajajajajajajaja xD Ese Ryo-chan siempre estuvo, pero estaba en un segundo plano (?

      Eliminar