22 de diciembre de 2013

[Tainted love] Capítulo 03 - Rosa del Nilo

 Debí haber editado la portada para Navidad, ¿no? -.-
 El ventilador xD
 En mi cuarto ^^


Ciaossu~!!
hisashiburi ne D:
Como regalo de Navidad y Año nuevo, pienso terminar de subir Tainted love *sus lectores, felices, tiran confetis (?)* Yeeeey~ ♥
Así que, vamos a por ello xD
Enjoy~ ♥

PD: ¡¿Notaron lo comunicativa que estuve?! xDU
PD 2: Pensé en hacer una serie de drabbles, pero no pienso seguir tu idea de los 26, Carlos Baute ¬¬ (fue todo culpa de la canción “Correo de tu corazón” o “El correo de tu corazón”, como sea xD pero no llego a escribir ni cuatro con el calor que tengo ;____; Se me achicharran las neuronas Dx)

Título: Tainted love.
Fandom: Last friends y Yasuko to Kenji.
Pairing: Oikawa Sousuke x Tsubaki Jun.
Personajes: Kaori, Oikawa Sousuke, Oki Kenji, Oki Yasuko, Tsubaki Erika, Tsubaki Jun (por ahora).
Formato: Multi-chaptered.
Género: AU, smut, violento.
Rating: NC-17.
Cantidad de palabras: 3260. 
Estado: Terminado, pero en proceso de subida.
Episodios: 03/ 05.
Sinopsis: Jun intenta comenzar una nueva vida sin Sousuke, Erika y Kenji saben que no podrá lograrlo. Ambos lo empujan, a su modo, para que hable y aclare las cosas de una nueva vez con el mayor. Si van a seguir juntos o si lo mejor es separarse.

Notas
La Rosa del Nilo o Loto, en hanakotoba quiere decir “lejos de aquel a quien uno ama”, entre otras cosas. Pero lo elegí como el título de este episodio más que nada, por ese significado ^^




Capítulo 03: Rosa del Nilo.

¿Podía ser capaz de vivir sin él?
No lo sabía, pero lo estaba intentando.
Ya había pasado una semana sin verlo, sin recibir siquiera una llamada suya o sin haber recibido un maldito mensaje de texto preguntándole si, al menos, seguía vivo.
En realidad, nunca habían terminado, pero Jun se rehusaba a ser él quien diera el brazo a torcer, aunque estaba seguro de que tarde o temprano, terminaría haciéndolo.
– Lo siento, hermana, no tengo hambre – Musitó, antes de levantarse y dirigirse con pasos lentos a su cuarto.
– Sigue así por ese tipo, ¿cierto? – Le preguntó Kaori a Erika, entrando al comedor una vez el muchacho se fue. La aludida asintió con la cabeza pesadamente.
– Creo que es cierto – Kaori la miró –. Que lo ama. Pero, me pregunto qué piensa Oikawa-san al respecto y cuáles son realmente sus sentimientos para con Jun – Dijo la mujer, dejando los palillos con los que estaba cenando, a un costado –. Como su hermana, estoy preocupada por él. Nunca lo había visto tan desanimado, tan… falto de vida…
– Pero me resulta extraño que se haya enamorado de una persona así…
– Te dije que no es una mala persona, Kaori – Le sonrió Erika –. Estás moldeando una imagen falsa debido a los hechos que estuvieron sucediendo. Quizás Oikawa-san se sintió apabullado por nuestra presencia en la casa de Kenji y terminó mintiendo por eso.
– Entonces es peor. Entonces, es un cobarde.

Se estaban por cumplir dos semanas desde que no veía a Sousuke. Sentía tanto su falta que varias veces le pareció verlo frente a la tienda, pero sabía que él no era de esas personas que persiguen a otras con tal de conseguir su objetivo.
Erika lo envió a casa de Kenji con la excusa de llevarle un pincel que el mayor necesitaba para seguir con su trabajo, esperando que manteniendo una conversación de hombre a hombre, el hermano de Yasuko pudiera sacar a flote algunos de los sentimientos que el muchacho no estaba compartiendo siquiera con su propia sangre.
Kenji lo hizo entrar y lo condujo al comedor. Desde allí, Jun vio la habitación donde se suponía debía estar trabajando su cuñado con sus subordinados, vacía, por lo que sospechó que algo sucedía. Al volver la vista a la mesa ratona frente suyo, vio un bowl con ramen.
– Come – Le ordenó el mayor, por lo que el recién llegado, en silencio, se dedicó a devorar aquel plato como si fuera el primer plato de comida después de un largo tiempo en ayunas –. ¿Crees que esto está bien? – Le preguntó, una vez el muchacho terminó de comer. Jun levantó la cabeza para mirarlo –. ¿Crees que estar encerrado en tu cuarto, llorando todo el día, está bien? ¡¿Acaso no te das cuenta que preocupas a todo el mundo con tu estúpida actitud, mocoso?! – Yasuko estaba por bajar las escaleras, pero se quedó sentada en el descanso, oyendo la conversación que apenas estaba empezando. Kenji suspiró, sonoramente –. Ve. Ve donde sea que esté ese tipo y dile que no vas a llorar más por él.
– No puedo – Musitó Jun.
– No importa, ve. Ve y dile algo, lo que sea, enfréntalo. Si te quedas como estás, será peor.
– No puedo – Reiteró, agachando la cabeza –. Si lo veo, voy a volver con él.
– ¿No quieres eso?
– No lo sé… Sinceramente, no lo sé…
– De todos modos, ve – Se levantó y agarró las pocas cosas que había llevado desde la cocina –. Y no vuelvas hasta que hayas hablado con ese tipo.

Sabía dónde trabajaba, pero le daba miedo entrar. ¿Cómo se presentaría en la recepción? ¿Como su pareja? ¿Todavía lo era? Prefirió esperarlo fuera, algo escondido, pero desde un lugar donde podía verlo con facilidad. Lo vio salir y despedirse de unos pocos compañeros de trabajo.
Después de todo, era un cobarde. Inició su camino en sentido contrario al suyo, pero su paraguas transparente lo delató.
– ¿Jun? – Su voz lo paralizó. Sobre todo porque no esperaba que lo llamara por su nombre en público. Lentamente, se giró para verlo y le dedicó una leve reverencia –. ¿Qué haces aquí?
– Estaba de pasada…
– Ya veo – Las gotas de lluvia que golpeaban sobre el paraguas de plástico, resonaban en sus oídos. Su mirada estaba estancada en sus zapatos color negro que, aunque llovía, se podía decir que brillaban con una luz propia –. ¿Quieres ir a tomar un café?
– No, lo siento. No puedo – Respondió el muchacho, luego de dudar unos instantes, girándose para huir de allí, pero la mano de Sousuke agarrando con firmeza su brazo, arruinó sus planes.
– Por favor…
Jun cerró los ojos con fuerza. Conocía qué expresión estaba dibujada en el rostro de Sousuke en aquel momento. Lo supo por el tono de voz que usó para suplicarle. No podía mirarlo a los ojos. Si lo hacía, sabía que todo iba a volver a ser como antes, que iba a volver a ser su esclavo, que iba a volver a mentirle a Erika y a pedirle ayuda a Yasuko.
– Vamos a un restorán – Le pidió el muchacho, zafándose del agarre del mayor de un tirón.
– De acuerdo. Vamos adónde tú quieras.
Estaba siendo particularmente amable. Era obvio que iba a pedirle que volviera con él o que, al contrario, iba a terminarlo todo.
La mesa elegida en el restorán ubicado en un primer piso, estaba al lado de la ventana. La lluvia seguía cayendo, pero desde aquel lugar era imperceptible, salvo por los paraguas que parecían estar decorando el suelo. 
– Jun – Lo llamó, pero el aludido no iba a mirarlo. No podía hacerlo. En vez de hacerlo, agarró el pequeño pocillo blanco entre sus manos y sopló suavemente su contenido hasta terminar acercándolo a sus labios y quemarse apenas ellos con la bebida. Dejó la taza sobre su plato y se llevó la mano a su boca. No se dio cuenta en qué preciso momento fue, pero Sousuke lo estaba tomando de la mano –. Jun – Volvió a llamarlo. Lentamente, el muchacho separó su mano de la suya, rompiendo aquel contacto –. Lo siento – Se disculpó el mayor, encontrándose su oyente con una sonrisa, desviando segundos después, su mirada hacia el reflejo de la ventana –. Perdóname – Rápidamente, su vista se posó sobre la suya. Estaba dolido, podía ver aquel sentimiento reflejado en sus ojos y eso le partía el alma. ¿En qué momento se habían intercambiado los roles? ¿En qué momento había pasado a ser él el malo de la película? –. Quizás sea un cobarde que no puede asumir sus compromisos después de todo, pero… No quiero que nos separemos. No podría soportarlo. Por favor, volvamos.
Su voz era demasiado dulce. Sus palabras eran demasiado perfectas. Él era perfecto, ¡qué demonios! Sintió su piel estremecerse cuando volvió a posar su mano sobre la suya. Estaba perdido por él, nuevamente, lo supo desde el momento en que encontró su triste mirada sobre la suya.
Lo amaba, eso estaba más que claro.

Cualquiera que los hubiera visto en aquel momento, los habría confundido con un par de adolescentes con las hormones alborotadas. La lluvia seguía cayendo y mojaba sus pieles desnudas carentes de amor. Jun se estremecía sintiendo los besos de Sousuke sobre su cuello, viendo las gotas de lluvia cayendo desde una vista privilegiada. Su cuerpo entero se agitaba al recibir a su ser amado nuevamente, al ser suyo nuevamente.
La lluvia se volvió un fuerte chaparrón, ahogando los gemidos de aquellos amantes.

– Parece que no va a parar…
Se giró para verlo. Se estaba secando el cabello con tranquilidad, al lado del sofá, mientras que él, esperando que se terminara de duchar, se había quedado viendo la lluvia caer a través de las ventanas del living-comedor.
– Puedes quedarte hasta mañana – Le dijo Sousuke, dirigiendo sus pasos a la cocina.
– No quiero molestarte – Se excusó Jun, siguiéndolo.
– No eres una molestia – El mayor rodeó su cálido cuerpo con sus brazos.
– Se siente como si hubiera pasado una eternidad desde la última vez que sentí un abrazo tuyo – Reconoció, cerrando los ojos lentamente.
– Puedo pasar toda la noche haciéndolo.
– ¿Qué cosa? – Inquirió el menor, mirándolo de reojo.
– Abrazarte.
– Ah – Sonrió, Jun –. Por ahora… Creo que deberíamos cenar. Tú saliste del trabajo y no has cenado nada.
– Deja que yo prepare la cena, tú ve a descansar.
Sousuke soltó el agarre sobre el cuerpo de Jun y le dio un sonoro beso en la frente, cosa que el menor agradeció con una sonrisa. Sin esperárselo, Jun cayó dormido instantáneamente, perdiendo la noción del tiempo al despertar, dándose cuenta de ese modo, que ya era un nuevo día. Se sentó de un salto en la cama, sobresaltado al no hallar a su compañero de lecho.
– ¿Sousuke? – Lo llamó, pero no obtuvo respuesta. Se levantó de la cama y se dirigió al cuarto de baño. No estaba allí. Salió al living-comedor, lugar donde tampoco lo halló. Al mirar el reloj de pared se dio cuenta de que había pasado la mañana durmiendo. Agarró su teléfono celular que estaba sobre la mesa, pero estaba sin batería. Bufó. Levantó el tubo telefónico para llamar a su hermana y darle su paradero, pero no encontró tono –. Qué extraño… – Al seguir el cable del teléfono con la vista se dio cuenta que estaba cortado. Por unos segundos, sintió que le faltó el aire. Dejó el tubo telefónico en su lugar y se acercó a la puerta de entrada. Estaba cerrada con llave.

– Nunca… me vas a dejar…
– No voy a dejarlo… nunca…

No supo por qué, pero recordó esas palabras, en medio del silencio. Se sentó en el sofá y encendió el televisor. No tenía otra cosa que hacer más que ver lo que le transmitía aquella caja negra.
Esas palabras eran más ciertas que nunca. Casi podía tocarlas.
No podía entender a Sousuke. No entendía su forma de amar.

Fue cerca de la medianoche cuando un sonido de llaves interrumpió sus pensamientos. El recién llegado se sorprendió sobremanera al encontrar al joven sentado en torno a la mesa.
– Regresé – Le dijo.
– Bienvenido – Respondió Jun, levantándose luego para dirigirse a la cocina –. No me dijiste que llegarías tarde el día de hoy.
– Sí te lo dije – El aludido lo miró, viéndolo encender una hornalla para poner a calentar comida que había preparado con anterioridad –. Anoche, antes de que te fueras a dormir.
– ¿Seguro? No lo recuerdo – Respondió el muchacho, sonriendo en forma nerviosa. En realidad, sí lo recordaba, Sousuke no le había dicho nada la noche anterior –. Seguramente estaba tan cansado que no me di cuenta. No me hagas caso – Le sonrió –. Ah… El cable del teléfono está cortado.
– Ah, sí – Dijo Sousuke, desde el living, lanzando su saco sobre el sillón –. Había un insecto en la pared y por aplastarlo terminé cortando el cable. ¿Querías llamarme?
– En realidad… a mi hermana – Reconoció el menor, lastimosamente –. Anoche no la llamé para avisarle que me quedaba y…
– Yo lo hice – Lo interrumpió Sousuke, rápidamente –. Yo le avisé.
– Ah – Jun escudriñó a su pareja con la mirada, haciendo una larga pausa antes de seguir hablando –. Tampoco… me dejaste las llaves…
– Si tienes que ir a buscar ropa a tu casa… puedo traerlas por ti.
– No quiero causarte molestias.
– No son molestias – Dijo, entrando al cuarto –. Después de todo, la florería me queda de paso.
– ¿La florería te queda de paso? – Apagó el fuego de la hornalla, al notar que la comida ya estaba en el punto exacto para ser retirada del fuego  –. Pensé que había un camino más corto por el que siempre sueles regresar.
– No, de hecho, todo este tiempo, pasaba por allí para saber cómo estabas, pero – Jun lo miró –, no tuve la fuerza suficiente como para entrar a la florería y preguntar por ti.
– Entonces, eras tú… 
– ¿Mhh?
– No, nada – Negó el muchacho con la cabeza –. Ve a sentarte, ahora me toca a mí servir la cena.
Hasta el momento en que ambos se sentaron en torno a la mesa del comedor, el débil sonido proveniente del televisor los invadía, claro que Jun no se había percatado de que aquel aparato estaba encendido sino hasta que se sentó en su usual lugar, frente a Sousuke. Después de dar las gracias, agarró un poco con una cuchara, imitándolo el dueño del lugar. Automáticamente, Jun cerró los ojos con fuerza y se llevó una mano a la boca, antes de ayudarse con un sorbo de agua para digerir lo que había comido –. Está bastante salado, ¿no?
Sousuke suspiró y se levantó, con el plato en la mano. Jun lo siguió con la mirada. No le gustaba que estuviera callado. Sobre todo porque sabía por qué lo estaba. Junto con la olla en la que aún quedaba comida que había preparado el menor de ambos, lanzó el plato al suelo, volviendo luego al living.
– ¿Sousuke…?
– Limpia eso, ¿qué esperas? – Le ordenó, sentándose en el sillón y subiendo el volumen del televisor hasta el punto que Jun no pudo oír nada proveniente de él desde la cocina. Al darle la espalda, le daba miedo, no podía negarlo. Sousuke enojado le daba miedo. Sousuke lleno de rabia le daba miedo.
Porque sabía que lo usaría a él para canalizar ese sentimiento, del mismo modo en que lo hacía con toda la pasión que nacía por él.
Suspiró.
Varias veces había intentado indagar en él, en sus sentimientos, pero conocía demasiado bien a Sousuke como para darse cuenta cuando estaba empezando a enfadarse, por lo que la charla se cortaba demasiado rápido como para que Jun pudiera llegar a algún tipo de conclusión.
No lo entendía. Pero aún así, lo amaba. Porque no podía vivir sin él. Pero Sousuke, ¿podía? ¿Podía estar en un mundo sin él como si nada hubiera ocurrido entre ellos?
– Sousuke – Musitó, para sí, sentado con las rodillas en el suelo mientras sus manos lanzaban al bote de basura los trozos del plato que estaban desparramados sobre el suelo.
– ¿Qué esperas? – Al oír su voz a sus espaldas, tiritó. Intuía que algo así iba a suceder, después de todo, había sido demasiado gentil con él todo ese tiempo.
Aguantaba ese maltrato, ¿por qué lo amaba? ¿Qué clase de amor era ese? ¿Qué clase de amor es ese en el que el ser amado te lastima tanto física como mentalmente? ¿O acaso él siempre había sido un masoquista y hasta el momento de conocerlo no se había dado cuenta de eso?

Oyó el sonido de los pájaros anunciando un nuevo día. Estaba nublado, pero no parecía que estuviera por llover. Se levantó como pudo y se duchó. Esa semana que habían estado separados su cuerpo había mantenido su usual color de piel, pero esa mañana no había sido así, y sabía que al día siguiente sucedería lo mismo.
– Buen día – Lo saludó Sousuke, saliendo del cuarto. Jun giró apenas la cabeza, mientras sus manos abrazaban una taza de café caliente.
– Buenos días – Musitó.
– ¿Hiciste café?
– Sí, está en la cafetera – El sonido del televisor estaba bajo, no había querido despertarlo, sobre todo sin saber cómo se despertaría. Sintió el peso de su cuerpo sentándose a su lado, por lo que lo miró –.  Sousuke – El aludido lo miró –…, ¿podrías vivir sin mí?
– ¿A qué viene eso a esta hora? – Preguntó el mayor.
– Sólo…
Se interrumpió a sí mismo, agachando al cabeza.
– No – Volvió a mirarlo –. Haber pasado una semana sin ti, creo que ha sido suficiente para toda una vida. Bueno, vamos a trabajar – Con la taza en la mano, se levantó y se dirigió a la cocina, bajo la mirada de Jun.
– “Realmente, no te entiendo, Sousuke…
– Ah, ¿vas a ir hoy a la escuela?
– No tengo… ropa – Se apenó el menor.
– Antes de que me olvide – Sousuke entró al dormitorio y volvió con una pequeña caja blanca con un moño verde en la parte superior izquierda –… Un regalo de bienvenida.
Jun miró el paquete cuadrado y a Sousuke reiteradas veces, antes de agarrarlo entre sus manos y abrirlo.
– ¿Un celular?
– Siempre te estás quejando de que el tuyo no tiene carga, así que…
– No hacía falta.
– Tampoco anda el teléfono y creo que tu hermana debe estar preocupada por ti.
– Gracias…
– Puedes usar mi ropa para estar aquí si quieres. Hay algunas remeras y joggings que no uso. Están en el segundo estante.
– Me da pena – Sousuke lo miró –… Más que una pareja… parecemos una familia. Que tú me estés regalando cosas, me hace pensar que soy un niño pequeño.
– ¿Acaso no es así? Para mí, tú eres lo más importante que tengo. Más que mi pareja, te has convertido en mi familia. ¿Yo soy el único que piensa eso, Jun?
– No – Suspiró, negando con la cabeza –. Yo también siento lo mismo.
El hombre sonrió, mirando luego la hora en su reloj de pulsera.
– Se me hace tarde – Dijo, antes de entrar al cuarto.
– ¿Quieres que tenga preparada la cena cuando regreses? – Preguntó el menor, girándose hacia el cuarto.
– Preferiría que me esperaras antes de ponerle la sal – Le sonrió el aludido –. A propósito, si vas a salir, puedes llamar al portero para que venga a abrirte. Hoy a la noche te traigo una llave de repuesto, aunque… me gustaría que te quedaras en casa mientras yo no estoy.
– Está bien. Después de todo, faltar dos días a la escuela no va a hacerme mal.
– Si salgo temprano, voy a pasar por la florería para buscarte algo de ropa – Le dijo Sousuke, ya con su portafolio en la mano, dándole un sonoro beso en la frente.
– Suerte.
Jun se quedó mirando la puerta que había cruzado su pareja. No se había percatado o no había querido percatarse de su piel manchada por los golpes que había recibido la noche anterior. Suspiró y empezó a inspeccionar el regalo que le había dado su pareja. Con una sonrisa en el rostro, marcó el número de la florería que solía ayudar a atender y esperó a que atendieran al otro lado de la línea.
– “Florería Tsubaki. Habla Erika, ¿en qué puedo ayudarlo?” – ¿Podía hablarle? Se preguntó esto en el momento en que oyó su voz. Estaba por responderle, pero las palabras se quedaron a medio camino. ¿Qué iba a decirle? Si le decía que iba a ir a verlo…, ¿qué iba a decirle a su hermana cuando le preguntara por las marcas de golpes que tenía? –. “¿Diga? Sé que está ahí, puedo oír su respiración.
No podía.
Ni hablar con ella y mucho menos con Yasuko. 
Cortó la llamada.
Su única familia en ese momento, y para siempre, era Sousuke. 



3 comentarios:

  1. CAPITULO 3 !!!!!!!!

    "– Creo que es cierto – Kaori la miró –. Que lo ama. Pero, me pregunto qué piensa Oikawa-san al respecto y cuáles son realmente sus sentimientos para con Jun " A nadie le importa que se están comiendo a un neneeeeeeeeeeeeeeee??? O_O
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    "Quizás Oikawa-san se sintió apabullado por nuestra presencia en la casa de Kenji y terminó mintiendo por eso.
    – Entonces es peor. Entonces, es un cobarde."

    UN COBARDEEEEEEE??!! DIOS ESO ES RE GRAVEEEE!! no como el hecho de que se coma a un ESTUDIANTE DE SECUNDARIAAAAAAAAA!!! ¬¬
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    "Kenji suspiró, sonoramente –. Ve. Ve donde sea que esté ese tipo y dile que no vas a llorar más por él."
    NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! LO VA A CAGAR A BIFEEEEEEEEEEES, quizás luego de un rapidito, PERO LO VA A BOXEAAAAAAAAAAR!!!!
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    ". Inició su camino en sentido contrario al suyo, pero su paraguas transparente lo delató."
    JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAJAJJAJAJAAJ BOLUDOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!! -facepalm-
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    "sabía que todo iba a volver a ser como antes, que iba a volver a ser su esclavo, que iba a volver a mentirle a Erika y a pedirle ayuda a Yasuko."
    Básicamente, como ya dije, lo iba a cagar a bifes de nuevo u.u
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    "No se dio cuenta en qué preciso momento fue, pero Sousuke lo estaba tomando de la mano" T_T Ryoooo ♥
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    "Perdóname – Rápidamente, su vista se posó sobre la suya. Estaba dolido, podía ver aquel sentimiento reflejado en sus ojos y eso le partía el alma."
    MALDITO RYO MANIPULADOR con esa cara hermosa, y esos ojos, y LA boca T_________________T
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    "Por favor, volvamos.
    Su voz era demasiado dulce. Sus palabras eran demasiado perfectas. Él era perfecto" Siiiiiiiiii, mierda carajo T_____________T es PERFECTO ♥
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    "Cualquiera que los hubiera visto en aquel momento, los habría confundido con un par de adolescentes con las hormones alborotadas. La lluvia seguía cayendo y mojaba sus pieles desnudas carentes de amor. Jun se estremecía sintiendo los besos de Sousuke sobre su cuello, viendo las gotas de lluvia cayendo desde una vista privilegiada"
    Faaaaaaaaaaaaa, eso me trajo recuerdos ._.
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    "Levantó el tubo telefónico para llamar a su hermana y darle su paradero, pero no encontró tono –. Qué extraño… – Al seguir el cable del teléfono con la vista se dio cuenta que estaba cortado. Por unos segundos, sintió que le faltó el aire. Dejó el tubo telefónico en su lugar y se acercó a la puerta de entrada. Estaba cerrada con llave."

    A LA MIERDA!!!! O.O Creepyyyyyyyyyyyyyyy ♫
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    Tiró todo al piso porque estaba salado ._. " Sousuke enojado le daba miedo. Sousuke lleno de rabia le daba miedo.
    Porque sabía que lo usaría a él para canalizar ese sentimiento, del mismo modo en que lo hacía con toda la pasión que nacía por él."

    A mi me dio miedo y sólo lo leo jajajjajajajajajajajaja T.T
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    "Aguantaba ese maltrato, ¿por qué lo amaba? ¿Qué clase de amor era ese? ¿Qué clase de amor es ese en el que el ser amado te lastima tanto física como mentalmente? ¿O acaso él siempre había sido un masoquista y hasta el momento de conocerlo no se había dado cuenta de eso?"
    WOW, si, era re masoquista *asiente*
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    "– Me da pena – Sousuke lo miró –… Más que una pareja… parecemos una familia. Que tú me estés regalando cosas, me hace pensar que soy un niño pequeño."
    ES UN NIÑO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! u.u
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    "Su única familia en ese momento, y para siempre, era Sousuke. "

    NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOUU!!!!! PEDAZO DE PASIVA SIN CEREBROOOOOOOO! *tose* perdón >.<

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  2. "A nadie le importa que se están comiendo a un neneeeeeeeeeeeeeeee??? O_O"
    Nooooooouuuuuuuuu xD

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    "Tiró todo al piso porque estaba salado ._."
    Es Sousuke xD Si quiere cagar a palos, manda cualquier excusa para hacerlo xD

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    Respuestas
    1. jajajajajjajajajajajajja vos y tus fics pedo... :P

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      MAL! si quiere te CAGA A BIFES porque está soleado(? jajajajaja

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