24 de julio de 2015

[Agosto] Capítulo 08 - Cuando dije que esperar estaba bien

Ciaossu~!!
Estamos a dos capis del final de Agosto ^u^ *cofyyatengoganasdeescribirunnuevoficaunquetengaqueseguirringcof*
Realmente, esta semana tuve toda la paja de sentarme frente a la PC -__-;;; recién hoy me puse a traducir y corregir este nuevo capítulo (y qué suerte que le pegué una releída porque aunque Word me dijo que no había errores... si los había ¬¬ errores de tipeo, pero había xD).
Les sugiero un buen par de pañuelitos antes de leer.
¡Hasta la semana que viene! ^3^ *chu~*
Enjoy~ ♥


Título: Agosto.
Fandom: Johnnys.
Autor: nekoism / c0nfabulati0n
Pairing: OhYasu [Okura Tadayoshi x Yasuda Shota].
Formato: Multi-chaptered.
Género: AU, romance, drama.
Rating: PG-13
Capítulos: 08 / 10
Sinopsis: Decidido a olvidar a Tadayoshi, Shota se da cuenta que no es tan fácil como cree. Tras una charla con un viejo compañero de secundaria, finalmente decide liberar la carga que mantuvo sobre sus hombros por tanto tiempo.
Canción: Dashboard Confessional - The Bitter Pill (en el original, la autora tiene una sola entrada con una suerte de tracklist para escuchar mientras se lee el fic, pero no especifica qué canción corresponde a cada capítulo :P).



Tadayoshi quiere crecer. 
Shota está cansado de crecer. 
En un día soleado ellos se conocen a mitad de camino... conectados. 

 
******************************************************
 
 
Capítulo 08: Cuando dije que esperar estaba bien.



“Tienes que cuidarte tú mismo porque nadie más lo hará.” Vociferó Ryuhei mientras miraba su regazo, donde estaba apoyada mi cabeza.

Él presionó una bolsa de hielo sobre mi frente.

“Yasu, tienes que avanzar, en serio. Ese CHICO está haciendo un lío… está jodiendo tu una vez prudente cerebro.” Frunció el ceño mientras alejé mi cabeza de su regazo y agarraba un almohadón.

Él tenía el derecho para decirlo, ya que había sido testigo de cómo existí desde la secundaria.

Crecimiento y existencia, debo reiterar que tienen significantes diferencias.

“¿Qué puedes hacer? Él ya me JODIÓ literalmente.” Revelé débilmente.

Eso le dio la entrada a una inspiración desconcertada y exageradas expresiones faciales.

“PERDISTE UN MONTÓN DE TIEMPO AHÍ, COMPAÑERO.”

“Lo sé, ¿de acuerdo?”

Él sacudió su cabeza violentamente, “También fuiste un grandísimo idiota que merecía ser jodido a lo grande.”

“Gracias.” Respondí, rotundamente. “Soy un grandísimo imbecil.”

Me oí a mí mismo ahogando mis sollozos.

La expresión de Ryuhei se dulcificó. Se inclinó hacia adelante y se ofreció.

Esta vez, sin dudas, me incliné hacia él y lloré.

“¿POR QUÉ?” Seguí haciéndome esa pregunta hasta que mi voz se hizo ronca. Él deslizó una mano sobre mi espalda.

Ryuhei tenía su lado dulce, probado a través del largo tiempo que estuvimos juntos.

“Es un cambio agradable ver que lo dejas salir.” Dijo, en un tono de voz calmo. “Te lo dije, Yasu: estás cambiando poco a poco… especialmente después de haber conocido a ese Tadayoshi.”

Yo sólo sollocé.

“Vamos, vamos, tienes que dormir. Estás demasiado cansado.” Él me soltó, salió un rato, y regresó con una manta en su mano.


----


Me levanté de su colchón. Ya estaba anocheciendo.

“¡Muy bien! No hay más fiebre.” Dijo, mirando el termómetro.

“Dormí muchísimo.” Declaré.

“Y lo necesitabas.” Ryuhei sonrió. “Además, mamá está fuera de la ciudad. Eres libre de quedarte.”

Silencio, pero no el tipo de silencio que Tadayoshi y yo mantuvimos en la azotea.

“Vamos a comer hasta el hartazgo.” Declaró, de repente.

“¿Cu… Cuándo?”

“AHORA MISMO. Llamaré a Shingo.” Empezó a llamar a nuestro tercer amigo.

“No hay mejor cura para un corazón herido que comer, y en compañía de algunos buenos amigos,
¿no?”

Mis amigos son extraños, pero, en una forma peculiar, acertados.

“Gran idea.” Respondí.


----


Agarrando mi billetera y un paquete de cigarillos, estuve dando vueltas cada noche.

Juré que no volvería a fumar, pero la situación lo ameritaba.

Me detenía frente a su hotel cada noche, preguntándome qué estaría hacienda, o si él estaba ahí.

Las luces de su habitación siempre estaban apagadas.

Siempre presionaba mis labios haciendo una mueca.

Y siempre bebía alcohol en un bar cercano para entumecer el dolor.

Hubo un día en el que llegué a casa pasadas la una de la mañana.

Para mi sorpresa, mi hermana menor me dio la bienvenida en el pasillo que conducía a mi cuarto.

Me miró y me abrazó sin decir nada.

No le importó el hecho de que me veía terrible y con olor a nicotina y alcohol.

“Hermanito, te extraño.”

Doblé mis rodillas y besé su frente.

Me sorprendí porque ella se había vuelto un poco más alta.

“Yo también te extraño.”

“Eh… ¿Estuviste fumando y bebiendo de nuevo?”

Me agarró desprevenido. Ella ya no era más la “inocente” nena que alguna vez pensé que era.

Me divirtió, pero al mismo tiempo, me dio tristes pensamientos.

No estuve perdiendo mucho tiempo en ellos.


----


No me había dado cuenta de cuánto había crecido la gente a mi alrededor.


----


Cuatro nuevas entradas de thinkgreen


07 de Octubre de 2008 a las 4:20 PM
[sin título]

Mientras cada día pasa, me olvidé de respirar, porque el aire nunca estuvo ahí.

Ahí es cuando algo esencial se ha perdido.



Me pregunté si el “aire” que él estaba mencionando era yo.


18 de OCtubre de 2008 a las 1:40 PM
[sin título]

Aún cuando es doloroso, tienes que hacerlo, porque sabes que es la única cura.

Jamás pienses que lo hice por TI. Lo hice por MÍ.
Quizás lo hice un poco por TI, pero principalmente, fue por MÍ.



…realmente eres Narciso, Tadayoshi. Realmente lo eres.
Y quizás haberme enamorado tanto de ti fue mi mayor error.


28 de Octubre de 2008 a las 1:20 AM
Una entrada de un montón de amor.

¡Tatchan bebé! ¡Bienvenido de vuelta a la red!
¡Te extrañaba tanto!
Nos tenemos que poner al día.
♥♥♥♥ infinitos.

A propósito, tengo una nueva mascota.
Es un Doberman que se llama...

¡Rain!

¡Buenas noches!



Quizás yo solo le recordé a Tatchan.
Quizás, después de todo, él amaba a Tatchan.


03 de Noviembre de 2008 a las 6:17 PM
[sin título]

Mi alegría ha llegado.

[image]

¡MI PROPIA CÁMARA RÉFLEX!

La escuela ha empezado. Empiezan los meses ocupados. ¿Cómo los está tratando a ustedes?
Perdón por haber sonado tan depresivo los últimos meses.
Pero ahora ya terminó.

Se terminó.

PD: ¡Feliz cumpleaños a mi mejor amigo, Dokkun!
¡Me debes un encuentro!



----


“Ohkura-kun tiene poca capacidad de atención.” Declaró Ryo, finalmente, en una breve session de chat.

“Es lo mismo con cada relación que ha tenido. Lo he visto todo.
Es como si él buscara, pero una vez que lo encuentra, ya no está interesado…
Entonces, fija su atención en alguien más.”

Incómoda pausa.

“Es un círculo vicioso… y realmente me pregunto cómo puede tomarlo tan a la ligera.”

“Un playboy, ¿eh?” Tragué la amarga realidad.

“Exactamente. Eso es Ohkura-kun para ti.”

De repente, sentí como si mi pecho estuviera a punto de estallar.

“Ahora mismo, puedo compararme a mí mismo con un helado.” Escribí.

“¿EH? ¿Por qué esa extraña comparación?”

“Porque fui el sabor del mes.”

Reí… pero sabía que Ryo había entendido mi broma.

Y él sabía que no estaba bromeando.


----


Mi madre me regañó por haber dormido tanto.

Si sólo pudiera decirle que ya no quería despertar.

Mientras me sentaba en el sofá, miré a mi alrededor.

Mis ojos se detuvieron en la computadora que parecía estar juntando polvo después de una semana de inactividad.

Limpié mi cuarto.


----


Las hojas se estaban teniendo profundas sombras rojas, y mi futuro seguía incierto.

Mientras esperaba un autobús de regreso a casa, vi que alguien familiar se sentó a mi izquierda, y miró hacia la acera.

Sonreí ampliamente.

“¡Kimi-kun!” Estaba tan emocionado por verlo de nuevo que lo abracé con fuerza.

“¡Oye! ¡Oye! No tienes que sobreactuar, ¿sabes?” Frunció el ceño mientras, también, palmeaba mi espalda.

Hablamos como los emocionados estudiantes de secundaria alta que alguna vez fuimos. Concluí que fui yo quien no había cambiado mucho en un lapso de cuatro años.

“¿Ahora tienes novia?” La conversación se orilló. Negué con la cabeza.

“O… Oye, ¿recién rompiste?” Miró mis ojos ligeramente húmedos.

Me aclaré la garganta.

“Ya que bajamos en la misma parada, ¿qué te parace si cenamos algo juntos?”

“Para mí, suena bien.”

Tan pronto como ordenamos nuestros potes de arros y tés, empecé a contarle mi reciente relación, la cual aún no tienía un final apropiado.

Kimitaka Yokoyama siempre había sido alguien que nunca tomaba las cosas en serio, pero él había sido otra de las personas que había visto cómo me había encerrado en mí mismo cada vez, desde siempre.

El fue todo oídos, lo cual fue algo que me sorprendió. Desde antes.

Después de oír mi miserable historia, bebió un sorbo de su té verde y simplemente dijo…

“GUAU, Yasu. Estoy sorprendido. Recuerdo cuando en secundaria apostábamos quién sería el primero de nosotros en acostarse con alguien…”

Una risita. “Y resulta que fuiste tú.”

“S… Séh.” Dije, tímidamente. Él tomó con calma todo lo que le dije, sin discriminación.

“Ese Tadayoshi es afortunado por haber encontrado a alguien tan dedicado como tú…”
Otro sorbo, “Pero tengo que ser franco y decirte que todo es tu maldita culpa.”

Ese lapso verbal golpeó fuerte.

“Fuiste demasiado débil. Tú no te aferraste a él, y lo más importante: tuviste miedo a perder, a arriesgarte… de eso se trata el amor.” Una pausa. “Creo que aún ahora no estás preparado para eso.”

“Pero, él es un chico.” Chirrié.

“Y ESO, ¿QUÉ?” Remarcó.

Él tenía un buen punto. Me empecéa decir a mí mismo, “Lo amo, pero él es un chico…, y eso, ¿qué?”

“Tenía miedo de herirlo.” Mi voz se debilitó.

“¡O!” Él alzó su voz una vez más. “¿Tuviste miedo de lo que los demás pensaran por estar en ese tipo de relación?”

Apreté mi labio. La verdad duele más cuando la oyes de otra persona. 

“¿Qué tiene que elijas amarlo a él? Eres libre de amar; es un derecho que los demás no pueden quitarte.”

Una pausa.

“No estoy diciendo esto porque eres mi amigo, pero eres libre de hacer lo que quieras.”

Otra significativa pausa.

“Quién sabe, que el amor pueda ser lo único que estás esperando para cambiar.”

No podia creer estar escuchando esas palabras del creador de problemas de nuestro grupo de secundaria.

“Gracias por eso, Kimi-kun.”

“Por fin, Yasu.” Sonrió cálidamente.

Él es la prueba perfecta de que el crecimento no se mide físicamente.
 

----


Me he estado escondiendo por nada.


----


Una noche, decidí sentarme y mirar television con mi familia.

Estaban viendo un documental acerca de la homosexualidad. Es el momento perfecto, maldije en voz baja.

“Hermana…”

“¿Mh?”

Una pausa.

“¿Y si te dijera que soy bisexual… o hasta gay?”

Ella se ahogó con la bebida y rió tanto que casi se ahogó de nuevo.

“¡AL FIN!” Ella se giró para mirar a mamá y gritarle, “¿Escuchaste eso, mama? ¡Ahora somos todas chicas!”

“Eres lo suficientemente mayor como para elegir tu propia felicidad.” Dijo mi mamá, simplemente, sin quitar la vista del televisor.

Me quedé sentado. Estuve sentado esperando que algo me insinuara que ellas estaban bromeando.

Pero no lo estaban. 

“¿Quién es el afortunado?”

Amo tanto a mi familia, y ellos también me aman.

Lo cual concluye en que aún hay un montón de razones más para despertar cada día.


----


Finalmente.


----


“¿Puedo decirte algo?” Le envié un mensaje privado a pesar de estar conectado como si estuviera ocupado. Estaba esperando locamente que esa esperanza disminuyera rápidamente.

“¿Sí?”

La duda inundó mi subconciente, pero era ahora o nunca.

“Te amo. Te amo UN MONTÓN, Tacchon.”

Lo que siguió no fue ni una respuesta, una risa o un rechazo.

“Uh…” Respondió, “No pensé que alguien tan estúpido como yo fuera a ser amado por alguien tan paciente como tú.”

Contuve la respiración.

“No sé qué decir, pero…”

Estuve mordiendo mi labio inferior con tanta fuerza que sangró.

“…gracias, Yassan.”

El reloj llegó a la medianoche.

Las lágrimas manchaban mis mejillas por dos apreciables razones.

Primero, porque me tardé. Siempre lo hacía.

Y segundo, porque finalmente era libre.

Aúnque aún no sé por cuál razón estuve llorando más.


----


Seguro que el amor es un puto traidor.


----

“Señor, ¿quiere un corte de cabello?”

Miré fijamente mi reflejo.

Adiós al tipo que nunca debió rehusarse a crecer.

“Por favor, también tíñalo de negro.” Le sonreí al dueño de la peluquería.


----


Mamá se sorprendió cuando me desperté al día siguiente.

Estaba renovado, con una carpeta bajo mi hombro.

“Oh, ¿adónde estás yendo?”

Le sonreí como siempre lo hacía y le respondí, “Estoy buscando mi futuro.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario