[Star] Capítulo 12: Do you wanna do it?

Ciaossu~!!
Y se me va otro hijo *snif*
Todas las notas van a estar abajo por obvios motivos. Intenté hacer una aclaración de ciertas situaciones o actitudes de los personajes, pero si algo no quedó claro, pregunten que su duda no molestia xD
Como dije anteriormente, lo que sigue después de Star va a ser Agosto, ya que ese fic fue el que salió en segundo puesto en la votación que hice por la fanpage :3
Los dejo con el último episodio de Star.

Enjoy~ ♥

Título: So you think you can be a star.
Fandom: Johnnys.
Formato: Multi-chaptered.
Género: AU, Romance, smut, violento.
Rating: NC-17.
Cantidad de palabras: 2003.
Estado: Finalizado.
Sinopsis: En el hospital, las dudas acerca de la supuesta sobredosis de Yuya empiezan a aparecer, pero aunque muchos sepan la verdad, es él quien tiene la última palabra.

( Capítulo 01: Un golpe de suerte )

( Capítulo 02: Fe )

( Capítulo 03: Engaño )
( Capítulo 04: Enfermedad )
( Capítulo 05: Trampa )
( Capítulo 06: Realidad )
( Capítulo 07: Verdaderas intenciones )

( Capítulo 08: Confesión )

( Capítulo 09: Sufrimiento )

( Capítulo 10: Resentimiento )

( Capítulo 11: Consecuencias )

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Capítulo 12: Do you wanna do it? 

Tadayoshi salió del cuarto de extracción con una expresión de dolor en el rostro.
— Pareces un niño — Le dijo Ryo, despeinando un poco sus cabellos.
— Me dolió — Se quejó el aludido, cruzando apenas el umbral de la puerta.
— El siguiente, por favor — Llamó la enfermera, ante lo cual, fue Subaru quien entró a la habitación.
— Aquí tienes — Le dijo Ryo a Tadayoshi, entregándole una hamburguesa y una lata de jugo de naranja.
— Gracias — Se sonrojó el menor, sentándose a un asiento de distancia de Toma, quien estaba con ambas manos sobre su rostro, imposibilitado de poder hacer algo. Keiichiro estaba de pie a su lado, sosteniendo un pequeño trozo de algodón sobre la parte interna del codo. Lo oyó suspirar, así que lo miró de reojo. Yuya tenía sangre del tipo B, y Toma, del tipo A, por lo cual era imposible que su sangre le sirviera para algo. Atinó a levantar el brazo y palmear uno de sus hombros, pero desistió. Se dio cuenta que eso no le levantaría el ánimo en lo absoluto. Giró su cabeza hacia el pasillo vació al oír pasos que se acercaban rápidamente a ellos. Era el resto de los KS Boys que no eran compatibles con Yuya.
— ¿Cómo está Tegoshi? — Le preguntó You a Ryo.
— A medida que pasaron los donantes, fueron haciéndole transfusiones de sangre. Están intentando sacar la mayor cantidad de droga de su organismo de esa manera.
— ¿Cómo pudo haber ocurrido esto? — Suspiró Shingo, agarrándose la cabeza, después de un interminable momento de silencio.
— Eso es lo que sucede cuando confías demasiado en una persona, Hina — Le dijo Ryo, acariciando la espalda de Tadayoshi, mientras éste devoraba la hamburguesa que él le había dado —. Los adictos no se recuperan nunca — Toma lo miró, despegando apenas sus manos de su propio rostro.
— No es así — Dijo Toma, volviéndose el centro de las miradas —. Yuya jamás volvió a drogarse desde que volvió de Osaka.
— Ninguno de nosotros está con él las veinticuatro horas del día, Ikuta-kun — Le dijo Ryo.
Estaba por hablar, pero por un instante, sintió la mirada de Tadayoshi sobre la suya. Al mirarlo, él cerró los ojos con fuerza, como si le dijera que guardara silencio.
— Tú también vas a donar, ¿cierto? — Le preguntó Tadayoshi a Ryo.
— ¿Es necesario? — Repreguntó el aludido, con una sonrisa nerviosa —. Aunque no lo aparente, no me llevo del todo bien con las agujas.
— Vamos, no es nada — Intentó animarlo el menor.
— El siguiente, por favor — Dijo la enfermera, desde la sala de extracciones, asomándose, después de que Subaru saliera.
— Ve — Insistió Tadayoshi.
— Está bien, está bien — Accedió el aludido, levantándose del asiento.
— ¿Quieres ir a comer algo? — Le preguntó Ryuhei a Subaru viéndolo apoyarse contra la pared.
— Nadie me dijo que me iba a bajar la presión — Reconoció el aludido.
— Vamos o se va a terminar desmayando — Dijo Shota.
— ¿Qué tiene de malo? Al menos me van a atender rápido, ¿no? — Bromeó Subaru, siendo llevado por Ryuhei y Shota hacia la cafetería de la planta baja.
— Voy un café, ¿quieres? — Le preguntó Shingo a You —. Algo me dice que esta noche va a ser larga.
— Te acompaño.
— ¿Les traigo algo? — Preguntó Shingo al resto de los presentes, pero Keiichiro y Tadayoshi negaron con la cabeza, mientras que Toma, ni se inmutó —. De acuerdo. Enseguida regresamos.
Cuando los adultos se fueron, Tadayoshi se acercó a Toma, sentándose a su lado.
— Yo me haré cargo de Ryo — Le dijo, en voz baja, pero tanto él como Keiichiro lo miraron.
— ¿Qué? — Preguntó Toma.
— Tú también crees que Ryo tiene algo que ver, ¿o no?
— ¿Por eso me hiciste una seña para que me callara?
— Ahjá.
— ¿Y lo vas a defender? — Preguntó, levantando un poco el tono de voz, sin darse cuenta.
— Lo amo — Respondió Tadayoshi —. Y sé que tengo un poco de culpa por lo que está pasando Tegoshi.
— De no haber sido porque me llamó y acudí a tiempo, él no estaría…
— Va a recuperarse. Y, ¿sabes algo? — Toma lo miró —. Estoy seguro de que va a querer que tú lo cuides.
— Tienes mayonesa en la boca, límpiate eso — Le dijo el aludido, sonriendo.

Al abrir los ojos, estiró sus miembros, sintiendo cómo sus huesos crujían, sonriendo ante la satisfacción de sentir eso.
— Si sigues así, vas a sacarte todo estos cables.
Al abrir los ojos, vio a Toma, sentado sobre una silla, leyendo una revista. Le sonrió.
— Buen día — Lo saludó, con parsimonia.
— Buen día — Dijo Toma —. ¿Cómo te sientes?
— Como si hubiera dormido en años.
— Bueno, tampoco exageres. Sólo dormiste tres días.
— ¿En serio? — Se sonrió el rubio.
— Los médicos querían asegurarse de que estuvieras recuperado antes de sacarte del coma farmacológico.
— Toma — Lo llamó, con una expresión de preocupación en el rostro.
— Lo sé. Y Koyama-san también.
— ¿Kei-chan? ¿Dónde está ahora?
— Okura-kun quiso que fuera su asistente en lo que te recuperas — Yuya frunció los labios —. ¿Qué?
— Voy a retirarme.
— ¿Qué…?
— Al diablo con ser idol. No es lo mío — Se quejó, cubriéndose con las sábanas hasta la cabeza y dándole la espalda.
— Cuidado con los cables…
— Además, ¿dónde se vio que descuiden tanto a una personalidad? Podría… Podría haber muerto — Musitó las últimas palabras, como si temiera que al decirlas en voz alta, se hicieran realidad.
— Yuya — Lo llamó Toma —. Yuya — Repitió, incorporándose para mecerlo lentamente, pero recibió una queja por respuesta. Resoplando, Toma, agarró con fuerza su brazo y lo hizo girarse para, automáticamente pegar su frente a la suya —. Yo estoy aquí — Le dijo, agarrando su rostro con dulzura. Yuya sonrió sinceramente y entrelazó sus brazos alrededor de la nuca del morocho.
— Lo sé — Reconoció el aludido, besando dulcemente sus labios.
— ¿Puedo hacerte una pregunta? — Le pidió, volviendo a sentarse sobre la silla.
— Claro.
— ¿Por qué me llamaste?
— ¿Cuándo?
— Cuando tuviste este… accidente.
— Porque sabía que responderías — Dijo Yuya, dándole una brillante sonrisa —. Seguro que Kei-chan estaría ayudando a alguno de mis senpai, y Maru, estando Yasuda-san con él, dudo mucho que hubiera ido.
— ¿Así que yo fui tu príncipe?
— Algo así.
— Qué malo eres…
— Quizás siempre lo hayas sido — Dijo Yuya, estirando su mano y abriendo y cerrando la palma, llamando la atención de su oyente para que apoyara la suya encima —…, pero yo estaba demasiado ciego como para notarlo.
Toma besó el dorso de la mano del mayor.
— ¿Qué harás ahora que no eres más idol?
— ¿Habrá alguna vacante en tu casa de comida rápida?
— No es mi casa, exactamente…
— Bueno… Tu lugar de trabajo.
— No vas a dejarme trabajar si vienes conmigo.
— No seas malo. Mira que te ganaste un novio celoso.
— Es una carga que me va a encantar soportar sobre mis hombros.


¿Quién dijo que el destino no puede cambiarse?
Aunque todo parezca estar en contra de los deseos de uno, existe la ínfima posibilidad de ser alcanzado por un golpe de suerte.
Pero, también, quizás, para obtener lo que uno desea, debe desprenderse de muchas cosas a las que siempre se estuvo arraigado.
Yo no quise eso, yo quise obtenerlo todo, sin perder nada en el proceso.
Aquel mundo parecía tan brillante, tan maravilloso, tan... perfecto. Pero no lo era. Yo fui testigo de eso, yo fui partícipe de eso. Pero frente a las cámaras, frente a los flashes, siempre sonreía, no importaba cuán duro hubiera sido el día, no importaba el daño que tenía encima, eso es lo que significa ser famoso.

KS Boys volvió con más fuerza que nunca. Hasta para sus fanáticos de antaño, había sido como si jamás se hubieran ido. Tacchan se apegó muy bien al grupo, y fue rápidamente aceptado, trayendo con él, todavía más fanáticos.

Yasuda-san perdonó a Maru.
Él le dijo que jamás volvería a hablar conmigo, pero me llama desde un teléfono público de vez en cuando.

En cuanto a Tacchan, tanto él como Toma y como Kei-chan son los únicos que estaban seguros de que Ryo me había inducido a volver a drogarme.
Jamás volvimos a tocar el tema con Toma. Porque él cree en las pocas palabras que le dije al respecto.
Kei-chan es ahora asistente de Tacchan, aunque él le dijo que tiene toda la madera de un idol, prefiere quedarse en un segundo plano.

Él está saliendo con Ryo-chan.

Yo jamás volví a verlos, a ninguno de los dos.

Quizás sea el miedo de volver a ser atacado, humillado, denigrado como persona, como hombre.

Pero soy feliz viéndolo brillar a través de la pantalla del televisor. A diferencia de lo que yo fui como idol, él es transparente. Yo sé que él está bien sólo con verlo a esa infinita distancia.

Y también sé, que a diferencia de lo que Ryo sentía por mí, a él realmente lo ama.

Yo finalmente cumplí con mi cometido y estoy trabajando junto con Toma. Día tras día alguna que otra persona me pide un autógrafo, que me saque una fotografía con ella o que cante alguna canción.
Aunque sonría y me haga el fuerte, no puedo evitar llorar cada vez que estoy solo, recordando todo lo que pasé hasta llegar donde estoy.

Hasta el día en que finalmente, pude sentir lo que es la libertad.


— Tadayoshi, ¿estás listo? — Preguntó Ryo, desde el living, a su pareja, quien terminaba de enviar un correo electrónico y borrarlo de la carpeta de salida.
— ¡Un segundo! — Exclamó el aludido, levantándose y apagando la computadora manteniendo oprimido el botón de encendido.
— ¿Otra vez revisando los correos que te mandan tus fanáticos? — Preguntó el mayor, entrando al cuarto, viendo cómo Tadayoshi se ponía el saco e intentaba anudarse correctamente la corbata frente al espejo de cuerpo entero al lado de la ventana —. Voy a empezar a ponerme celoso.
— Perdón por eso — Le dijo el aludido, dedicándole una rápida mirada de refilón.
— A ver, déjame ayudarte — Ryo se le acercó y anudó su corbata. Tadayoshi no podía dejar de mirarlo y de darse cuenta el poder que tenía sobre él. Al ver la extraña forma en que era mirado, Ryo se sonrió —. ¿Qué tengo?
— Nada. Nada, lo siento — Respondió el aludido, sonriendo y negando con un movimiento de cabeza.
— No me mires así — Le pidió, abrazándolo.
— ¿O qué…? — Preguntó Tadayoshi, abrazándolo por la cintura.
— O me van a dar ganas de hacerte el amor — Le susurró, besando su cuello con ternura.
— ¡No hagas eso, Ryo-chan! ¡Me haces cosquillas! — Se sonrió el menor, intentando zafarse de su agarre, pero terminando cayendo, junto con Ryo, a la cama, donde el mayor se sentó encima suyo.
— Nunca vas a engañarme, ¿cierto?
De vez en cuando, esa duda cruzaba la mente de Ryo, y Tadayoshi siempre le daba la misma respuesta: acariciaba sus cabellos tiernamente, acercaba su rostro al suyo para besarlo en los labios y lo miraba a los ojos.
— Jamás. Porque no podría pasar el resto de mi vida sin ti.
Satisfecho con la respuesta, Ryo lo abrazó.
Sí estaba enamorado de él. Cada vez que veía el reflejo de ambos sobre el espejo, se daba cuenta. Estaba perdidamente enamorado de él. Hasta había encubierto un posible homicidio por él. Hasta se había convertido en su cómplice.
El amor que le tenía era tal que no le importaba si él llegara a matar.
Él iba a defenderlo.
Siempre.
Porque lo amaba.
Sus brazos se aferraron a Ryo, sintiendo su cálido aliento golpeando contra su cuello.
— ¿Quieres hacerlo? — Jadeó.
— Sí.

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Notas finales
Antes que nada, gracias por leer el fic (#^u^#)
Y después, quisiera hacer un par de acotaciones y aclaraciones por si hubo algo que no quedó claro y eso xD
Sí, Ryo era una mierda de persona hasta que conoció a Tatsu que le re movió el piso y, pese a haberlo obligado a acostarse con él, el guacho le terminó tocando el kokoro :3
Sí, Tego era una mierda por no haber correspondido a Maru de la forma en que él quería, pero técnicamente le pasó lo mismo a él con Tatsu (cuando empezaron a salir, pero no había amor por parte de Tatsu). Quizás fue por eso que ya le hinchó las bolas que Maru se metiera y le dijo las cosas claras: que aunque Tatsu no existiera, ellos no serían pareja.
En ese aspecto de decir las cosas claramente, Tatsu debería haberlo hecho también, ya sea cuando Ryo volvió o cuando empezaron a frecuentarse, pero como es un cobarde y necesitaba que alguien lo consolara, simplemente dejó que las cosas pasaran.
Toma... Pobre Toma xD pero como dice el dicho: 'persevera y triunfarás'.
Respecto a las palabras de Tegoshi, que también aparecen en el primer capítulo... La idea original era que fueran de Tatsu, pero... después de toda la historia que se cuenta, al volver a leer ese fragmento, pega mucho más con lo que le pasó a él que con lo que le pasó a Tatsu xD por eso hice ese cambiazo.
Por otro lado, acerca del poder que tiene Tatsu por sobre Ryo. Se me ocurrió sobre la marcha, y la verdad es que pegó bastante en el palo. Tengan en cuenta que si Tatsu no hubiera estado con Tego, o si éste no se hubiera enterado que estuvieron juntos ese tiempo, nada le hubiera pasado a Tegoshi xD Ryo siempre actuó dependiendo de las acciones que Tadayoshi hacía. Pero bueno, después del brote de histeria que le agarró cuando Tego se burló de él (al final del capítulo 9), no era de esperarse que el hecho de enamorarse de Tatsu lo tuviera un poco tocado del marote xD

PD: Mucho modismo argentino en la nota xD Me disculpo si hay algo que no entienden xD cualquier cosa, pregunten :P