Ciaossu~!!
Les pido miles de disculpas por no haber actualizado el viernes, pero el calor constante hace que mis neuronas terminen haciendo combustión espontánea ;;
Les dejo el ante último de THW (otro bebé que se me va ;A;).
Ya sé que dije que la semana que viene se viene Memories, pero realmente quiero terminar de escribirlo antes de subirlo, para no dejarlo por la mitad xD así que, mientras tanto, voy a ir adelantando los 30 days OTP challenge ~NSFW version~ y el año que viene se viene el 30 days OTP challenge normalito, ya van a ver con qué pairing ^^
Título: The hardest word.
Fandom: Johnnys/ Kyanjani∞.
Pairings: Ryokura [Okura Tadayoshi x Nishikido Ryo/ Nishikido Ryo x Okura Kurako].
Formato: Multi-chaptered.
Género: AU, drama, romance.
Rating: NC-17.
Estado: Finalizada, en proceso de subida.
Capítulo: 06/ 07
Cantidad de palabras: 1918.
Sinopsis: Tadayoshi intenta acercarse a su hermana, pero después de todo lo sucedido ella lo rechaza. De igual forma lo hace Ryo, quien cuestiona sus acciones hasta el momento. Finalmente, Tadayoshi termina tomando el camino más absurdo que pudo encontrar, en vez de enfrentarse a ambos.
Notas: Acá hay drama del bueno (y) xD
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Capítulo 06: Y todo se vuelve más y más absurdo
Les pido miles de disculpas por no haber actualizado el viernes, pero el calor constante hace que mis neuronas terminen haciendo combustión espontánea ;;
Les dejo el ante último de THW (otro bebé que se me va ;A;).
Ya sé que dije que la semana que viene se viene Memories, pero realmente quiero terminar de escribirlo antes de subirlo, para no dejarlo por la mitad xD así que, mientras tanto, voy a ir adelantando los 30 days OTP challenge ~NSFW version~ y el año que viene se viene el 30 days OTP challenge normalito, ya van a ver con qué pairing ^^
Enjoy~ ♥
Título: The hardest word.
Fandom: Johnnys/ Kyanjani∞.
Pairings: Ryokura [Okura Tadayoshi x Nishikido Ryo/ Nishikido Ryo x Okura Kurako].
Formato: Multi-chaptered.
Género: AU, drama, romance.
Rating: NC-17.
Estado: Finalizada, en proceso de subida.
Capítulo: 06/ 07
Cantidad de palabras: 1918.
Sinopsis: Tadayoshi intenta acercarse a su hermana, pero después de todo lo sucedido ella lo rechaza. De igual forma lo hace Ryo, quien cuestiona sus acciones hasta el momento. Finalmente, Tadayoshi termina tomando el camino más absurdo que pudo encontrar, en vez de enfrentarse a ambos.
Notas: Acá hay drama del bueno (y) xD
( 01. Una triste situación )
( 02. Sin aliento )
( 03. Cuando no podemos hablar de eso )
( 04. Sintiéndote respirar )
( 02. Sin aliento )
( 03. Cuando no podemos hablar de eso )
( 04. Sintiéndote respirar )
Capítulo 06: Y todo se vuelve más y más absurdo
Desde la estación de tren, Kurako optó por volver
caminando a su casa. Aunque Nishikiko le había prestado dinero para que
volviera en taxi, prefirió hacerlo a pie para distenderse un poco. A medida que
iba acercándose a su hogar, una ensordecedora melodía saliendo del mismo empezó
a retumbar en su cabeza. Cuando abrió la puerta de entrada fue recibida por una
de las empleadas.
— ¿Qué es eso? — Le preguntó.
— Dice el ama de llaves que esa música está sonando desde
anoche.
— Mis padres no están, ¿no?
— No. Es Tadayoshi-san…
— Ah.
— ¿Quiere algo de desayunar? — Le preguntó la muchacha,
pero Kurako negó con la cabeza.
La morocha entró a su cuarto y se tapó los oídos con la
almohada, intentado aislar aquel sonido lo más que pudo. Sintió un cosquilleo
sobre uno de sus brazos, al abrir los ojos y girarse, vio a Tadayoshi sentado a
su lado. Si estaba esperando una respuesta afectuosa de su parte, estaba muy
equivocado. Por el contrario, Kurako se sentó de un salto y le dio una sonora
cachetada. Cuando Tadayoshi volvió a mirarla, vio en sus ojos una furia
incontenible.
— Olvídate que existo — Le susurró, antes de volver a
acostarse sobre la cama y, dándole la espalda, volviendo a taparse los oídos
con la almohada. Después de que Tadayoshi se fue, la música se detuvo y un par
de golpes sonaron sobre su puerta —. ¡Te dije que…!
— ¿Kurako-san? Tiene una llamada — La interrumpió una de
las empleadas.
— Ah… Gracias… Contesto desde aquí — Dijo la muchacha,
pausadamente, mientras se sentaba sobre la cama y se extendía para alcanzar el
tubo telefónico detrás suyo —. ¿Diga?
— “¿Kura-chan?”,
mencionó su nombre Nishikiko, con un tono de voz similar al que ella había
tenido no hace mucho tiempo.
— ¿Nishi-chan? ¿Qué sucede?
— “Ryo… Está en el
hospital.”
— ¿Qué…? ¿Qué le sucedió?
— “No lo sé. Estoy
yendo para allá con mamá. No entiendo nada. Por favor, ven. No lo hagas por él.
Hazlo por mí. Te necesito…”
— Voy… Espera un momento… Me baño y salgo para allá — Le
dijo Kurako, incorporándose y caminando de un lado a otro de la habitación.
— “Gracias”,
musitó su amiga, antes de cortar la comunicación.
Cerca de dos horas más tarde, Kurako llegó al hospital
donde Ryo estaba internado. Encontró a Nishikiko sentada en una de las sillas
frente a lo que creyó, era la habitación de su ahora ex-pareja.
— Nishi-chan — Llamó su atención su amiga, ocasionando
que la aludida se levantara cual resorte y la abrazara con fuerza —. ¿Qué sucedió?
— Lo encontraron inconsciente en una plaza cerca de la
escuela. Una de las enfermeras me dijo que tiene golpes en la cabeza. No… No lo
sé…
— Ya, ya — Intentó calmarla su amiga, acariciando su
espalda. De la habitación salió una enfermera y llamó la atención de ambas.
— Disculpen… ¿Alguna de ustedes es Kurako-san?
— Eh… Sí… Yo… ¿Por qué?
— El paciente la está llamando. Pensé que estaba
delirando, pero, ya no tiene fiebre. Puede pasar unos momentos, pero, por
favor, que no se esfuerce demasiado.
— Está bien — Kurako miró a su amiga, quien asintió con
la cabeza antes de volver a sentarse. La muchacha entró a la habitación,
encontrando a Ryo acostado en la camilla, con un respirador artificial y un
suero que lo alimentaba —. Ryo — Lo llamó, ocasionando que el muchacho la
mirara y le sonriera. Débilmente, se llevó una mano al respirador, pero Kurako
evitó que se lo quitara —. No te esfuerces demasiado.
— Lo… siento — Susurró.
— No tienes que hacerlo. No fue tu culpa.
— Claro que lo fue… Te mentí…
— A ti también te mentiste — Reconoció la muchacha —.
Estuve pensando en frío mientras venía para acá. En todo. Estaba todo tan
claro. Me siento una estúpida por no haberme dado cuenta antes.
— No…
— Tú lo hiciste demasiado tarde, Ryo. Cada vez que me
mirabas, no me buscabas a mí… Buscabas a Tadayoshi — Imposibilitado de hablar
por su condición actual, Ryo empezó a llorar —. Quizás él se haya acercado a ti
con trucos bajos, pero…, mi hermano te ama.
— Es una manera… bastante cruel de amar — Reconoció el
muchacho, sonriendo débilmente.
Kurako se sentó a su lado y sostuvo la mano derecha de
Ryo, a quien miró luego.
— ¿Quieres que sea sincera contigo? Si lo hubiera sabido
antes… Si tan sólo Tadayoshi hubiera hablado antes conmigo… Yo me hubiera hecho
a un lado…
— No digas eso. Por favor…
— Ryo… Tengo que hacerlo. Es por el bien… de todos…
— ¿Y tus sentimientos?
La muchacha negó con la cabeza.
— Lo que más me importa en estos momentos… es la
felicidad de mi hermano… y la tuya… no importa quién sea la persona que elijas
amar. Eso es el amor; ser feliz aún cuando la persona que amas no te
corresponde y dejar que esa persona sea feliz con quien él ama — Finalizó,
acariciando dulcemente una de sus mejillas.
— ¿Kurako?
— Dime…
— ¿Puedes quedarte conmigo hasta que me duerma?
— Claro — Respondió la aludida, apretando su mano con
algo más de fuerza.
Nishikiko vio salir a su amiga de la habitación. Se
incorporó y se acercó a ella.
— ¿Qué sucedió? —
Kurako simplemente apoyó su rostro sobre el hombro de su amiga, quien la abrazó
—. ¿Kura…?
— Tengo que dejarlo ir, Nishi-chan… Es lo mejor…,
¿verdad?
Sin saber cómo responderle, la muchacha simplemente la
abrazó.
Sabía que era muy tarde, pero tenía que ir a hablar con
él. Tenía que explicarle toda la situación aunque eso significara tener que
arriesgarse a ser atrapado por la policía. Espío sigilosamente para ambos lados
cuando abrió la puerta de la salida de emergencias desde el lado contrario, y
del mismo modo entró a su habitación, cerrando la puerta delante suyo.
— ¿Qué haces aquí? — Le dijo Ryo.
— Vine a verte — Respondió Tadayoshi, satisfecho por
haber logrado llegar a su habitación pasando totalmente desapercibido. Se sentó
de un salto a su lado, sin reparar en la bandeja con comida que descansaba a un
costado de la camilla, moviéndola un poco —. ¿Cómo te sientes?
— ¿Te importa? — Le preguntó Ryo, levantando una ceja
antes de secar el contenido del jugo que Tadayoshi había derramado cuando se
sentó.
— Llegué hasta aquí por la escalera de emergencia y nadie
me vio. Creo que merezco saberlo.
— Siempre pensando en ti — Se sonrió el aludido.
— Ryo-chan…
— ¡Estoy bien, ¿de acuerdo?! — Le dijo, finalmente,
mirándolo —. ¡Casi me abro la cabeza por la mitad, pero estoy perfecto! ¡¿Qué
más quieres saber?!
— ¿Qué sucedió? — Le preguntó, sosteniendo una de sus
manos con ternura, dedicándole una mirada de preocupación —. ¿Por qué lo
hiciste?
— Suéltame — Le pidió Ryo, susurrando y zafándose de su
agarre con lentitud —. Y encima lo preguntas… No entiendo para qué viniste hasta
aquí…
— Para explicarte.
— Explicarme, ¿qué?
— Todo fue una mentira.
— Eso lo tengo más que claro.
— No. Lo que te dije en la escuela fue mentira — La
expresión de curiosidad de Ryo fue el pie necesario para seguir hablando —. Me
di cuenta que Kurako estaba allí, Subaru me había enviado un mensaje diciéndome
que ella estaba yendo a la escuela a buscar su teléfono.
— ¿Qué…? Tú… ¿Tú dijiste todas esas cosas sabiendo que
ella estaba escuchándonos?
— Por supuesto. ¿De qué otra forma iba a conseguir que te
dejara? Si hubiera sido por ti, habrían terminado casándose, con hijos, pero
aún seguirías siendo mi amante.
— Eres… Eres un enfermo… Fuiste capaz de herir a tu
propia sangre y sólo para satisfacer un deseo egoísta…
— Pero este enfermo egoísta te ama — Le respondió,
sinceramente. Ryo no podía reaccionar. La expresión en el rostro de Tadayoshi
le dolía.
— ¿Y los sentimientos de Kurako? ¿No te importan?
— Se repondrá — Respondió Tadayoshi, hincándose de
hombros —. Lo único que importa ahora es que estamos juntos, Ryo-chan. Ya no
hay ningún obstáculo entre nosotros.
Ryo parpadeó perplejo ante su sonrisa y ante la
desbordante alegría del más alto.
— Si no…
— ¿Eh?
— Si no me hubieras dicho todo esto… Quizás… habría
vuelto contigo… Pero… Lo que hiciste… fue demasiado bajo.
— Pero…, yo te amo… ¡Lo hice porque te amo, Ryo-chan! —
Poco a poco, el rostro alegre de Tadayoshi fue transformándose en uno sombrío,
como si quisiera luchar con las dudas y la angustia que Ryo estaba sembrando en
su corazón.
— Eso no es amor, Okura. ¿Sabes lo que me dijo hoy
Kurako? Que si le hubieras dicho antes lo que pasaba entre nosotros, ella se
habría hecho a un lado. En cambio, tú, jugaste por lo bajo, le mentiste…
— ¡No es así! ¡Ella lo sabía! ¡Ella lo supo todo este
tiempo! — Exclamó, encolerizado —. Desde que me enseñó los primeros dibujos que
hacía de ti, yo… yo me enamoré… como un idiota — Susurró, con la mirada
perdida.
— Entonces, ¿por qué no se lo dijiste? ¿Por qué… no me lo
dijiste a mí siquiera una maldita vez? — Lo cuestionó Ryo, aferrándose a las
sábanas, pero aún así, buscando con desesperación su mirada —. Jamás me dijiste
que me amabas, siempre fui yo el único que te quise, aunque me usaras.
— Iba a decírtelo.
— Ya es tarde, Okura — Tadayoshi lo miró, pero esta vez,
Ryo ya no estaba buscando su mirada —. Por favor, vete. Y no vuelvas nunca más.
Sin saber del todo muy bien qué sentir, ahogado con una
incontable cantidad de sentimientos desbordando de lo más profundo de su alma,
Tadayoshi salió del hospital y volvió a su casa. Se dirigió a la cocina, donde
tomó un poco de todas las bebidas que allí encontró, pero ni su mente ni su
corazón podían borrar a Ryo. Volvió a su cuarto y encendió la música, subiendo
el volumen lo más que le permitió el equipo musical. Aún así, al otro lado del
pasillo, Kurako podía oír claramente su desgarrador llanto.
Varios estruendos sobre su puerta la hicieron despertar
sobresaltada. Se dio cuenta que eran puñetazos sobre su puerta, seguidos de
gritos en el pasillo.
— ¡Kurako-san! ¡Abra, por favor! ¡Kurako-san!
La voz del ama de llaves la alertó, alcanzando a ponerse
la camisa del uniforme escolar antes de abrir la puerta.
— ¿Qué ocurre?
— Es… Es…
Justo frente a su puerta, dos choferes alcanzaron a abrir
la puerta del cuarto de Tadayoshi usando sus propios cuerpos. Aún desde su
propia habitación, Kurako pudo ver el cuerpo de su hermano en medio de un
charco de sangre. No pudo oír los gritos de las personas a su alrededor,
corriendo escaleras abajo para llamar a una ambulancia, pidiendo por toallas para
usarlas como torniquetes e intentar salvar la vida de una persona que,
simplemente, prefería morir a vivir una vida sin la persona que amaba. Kurako
saltó sobre el cuerpo de su hermano y lo sostuvo entre sus brazos, intentando
que la sangre que emanaba de sus venas, ya no corriera, que se detuviera.
— Tadayoshi… No — Gimoteó —. Por favor… Hermanito… No, no…
— Kura-chan — El aludido mencionó débilmente el nombre de
su hermana con un tono de voz musical, llamando su atención.
— No hables — Le pidió la muchacha —. Ya va a llegar la
ambulancia… Por favor, no me dejes.
— Kura-…chan — Repitió Tadayoshi, intentando alcanzar una
de las mejillas de su gemela, pero terminó por perder la conciencia antes de
hacerlo.
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