Ciaossu~!!
No pude publicarlo más temprano porque se me había cortado la luz -_- y tengo sueño, así que sólo les dejo que espero que disfruten del fic :)
¡Hasta el viernes!
Notas importantes: Los hechos suceden después de 'Spider-Man: Homecoming', pero es mucho más necesario que hayan visto 'Captain America: Civil War' para entender a qué se refieren cuando hablan de los Acuerdos de Sokovia.
Capítulo 02: ¿Nos hemos visto antes?
No pude publicarlo más temprano porque se me había cortado la luz -_- y tengo sueño, así que sólo les dejo que espero que disfruten del fic :)
¡Hasta el viernes!
Enjoy~ ♥
Título: Corazón extraviado [me estaría chocando muchísimo que el título esté en español xD].
Fandom: Universo Cinematográfico de Marvel.
Pairing: Tony Stark x Peter Parker & Steve Rogers x Peter Parker.
Formato: Multi-chaptered.
Género: Drama, romance, smut.
Rating: NC-17.
Estado: Finalizado.
Capítulo: 02/ 06
Número de palabras: 1512.
Sinopsis: Peter se encuentra con alguien a quien creyó que no volvería a ver tan pronto. En cuestión de horas, él comienza a sentir que puede confiar algo en esa persona y, al mismo tiempo, el desconocido presiente que algo malo sucede con ese chico con apariencia indefensa que parece pedir ayuda a gritos.
Advertencia: Al Cap no le gustaría leer esto xD |
Notas importantes: Los hechos suceden después de 'Spider-Man: Homecoming', pero es mucho más necesario que hayan visto 'Captain America: Civil War' para entender a qué se refieren cuando hablan de los Acuerdos de Sokovia.
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Capítulo 02: ¿Nos hemos visto antes?
El muchacho tenía los auriculares puestos pero no estaba
escuchando música. Él único sonido que podía oír provenía de dentro de su
propio cuerpo, y sentía que se estaba partiendo al medio con cada paso que
hacía.
—Mierda —suspiró con la espalda pegada a la pared justo
al lado de la puerta del departamento. Trató de reponerse, no podía mostrarle a
May ningún rastro de la mierda que era cuando pusiera un pie dentro del
departamento. Respiró profundamente y entró. Desde el sillón, el rostro de su
tía se asomó con una sonrisa—. Hola, May.
—Hola, Peter. ¿Cómo te fue en el internado?
¿El internado? ¿Así es cómo la gente le llamaba ahora a
ser cogido por un tipo gruñón que te lo hace jodidamente bien y que te paga todo
lo que quieres?
—Uhm… Como siempre.
—Está bien… ¿Podrías decirle a ese Tony Stark que tienes
un hogar al cual regresar por la noche?
May bostezó después de su pregunta. Peter esbozó una
sonrisa y asintió.
—Buenas noches, May.
—Buenas noches, cariño.
El chico hizo un paso hacia atrás en caso de que su tía
tratara de abrazarlo. ¿Cómo podría dejar que ella lo tocara cuando estaba completamente
sucio? Al igual que su cuerpo y su
alma. Todo él se estaba volviendo una mierda desde el día en que conoció a Tony
Stark, y eso no iba a cambiar de la noche a la mañana. Todo su ser le
pertenecía a él desde ese maldito día.
Después de una ducha corta, trató de dormir un poco, pero
por más que tratara, más recordaba todo lo que tuvo que hacer por Tony. El
chico silenció un llanto desesperado al morder su almohada. Tony no sólo estaba
grabado en su pecho, en su mente y en su alma, también.
—¿Parker? —el chico respondió a su apellido asomando su
rostro por sobre su computadora portátil—. ¿Cuál es la respuesta?
—Eh… ¿Cero?
—Ni siquiera estábamos tratando de resolver algo…
Teníamos que usar la fórmula de masa. Parker, a detención, ahora.
Peter suspiró y miró de reojo la expresión lastimera de
Ned. Pobre Ned. Ni siquiera él sabía qué le estaba sucediendo en realidad.
El mismo maldito video del Capitán América estaba siendo
mostrado en el salón de detención. Sólo había cuatro estudiantes y el
usualmente dormido profesor de Educación Física.
—A la mierda con esto —suspiró Peter, y fue directo a la
puerta de salida. Sin testigos por los alrededores, saltó sobre la reja de la
escuela y aterrizó sobre el suelo llamando la atención de alguien.
—Eso fue algo, chico.
Peter miró al desconocido que se atrevió a hablarle
cuando estaba de mal humor. Al principio le frunció el ceño, pero luego, se
sonrojó cuando reconoció al hombre aún cuando estaba vestido con ropa de civil.
—Capitán América —soltó.
—Sí. Pero, por favor, no grites o algo parecido. Es
bastante complicado salir a pasear y ser un fugitivo de la justicia al mismo
tiempo.
—Ah, sí. ¿Se refiere a los Acuerdos?
—Exactamente.
—Eso es sólo algo para tener un ojo sobre ustedes.
—Estás bien informado, chico —reconoció Steve—.
Discúlpame, pero, ¿nos hemos visto antes?
—No creo que lo recuerde, pero, sí, en Alemania, una vez.
—Alemanía… Ah. Tú eres Spider-Man, ¿no? —apuntó Steve. El
aludido asintió—. ¿Qué te parece si charlamos en otro lugar? Si estás
escapándote de la escuela, creo que es una mala idea quedarse mucho tiempo
aquí.
Peter se distrajo mirando los ojos de Steve. Incluso pudo
ver un poco de verde en sus iris azules. Lo único que pudo hacer fue asentir de
nuevo y seguir al más alto, la misma mierda que había venido haciendo desde
hace un tiempo.
—¿Estás bien? —preguntó Steve—. Perdón por traerte a mi
casa, pero no se me ocurrió un lugar mejor.
—No. Está bien, está bien. Al final, siempre soy llevado
a la casa de algún tip-- Perdón. Eso estuvo fuera de lugar. Perdón.
Steve sonrió un poco avergonzado. Podía intuir que algo
estaba sucediendo con ese muchacho, y por lo que podía ver, no era algo bueno.
Apenas podía recordar su primer encuentro en Alemania, pero entre lo que pudo,
no estaba un chico tan triste dentro de un traje rojo y azul lanzando telas de
araña por todo el aeropuerto.
—¿Sucede algo malo? —le preguntó con una taza de café en
cada mano.
—Gracias —dijo el muchacho mirando un malvavisco
volviéndose más y más grande dentro de la taza. Al advertir esto, levantó la
vista hacia Steve—. ¿Qué es esto…?
—Oh. Pensé que te sentirías mejor si ponía uno de esos
dentro del café, ¿está mal?
—No. No, no, pero-- Eso es algo que uno suele hacer en
Navidad…
—Ya veo —dijo Steve sonriendo y golpeándose la frente con
la palma de su mano—. Lo siento. Puedo hacerte otro. Dame esa taza.
—No —suspiró Peter—. Esta está bien.
El día fue pasando tratando de hacer sentir bien al otro.
Todo el dolor y las malas cosas experimentadas en el pasado fueron
desapareciendo por su bien, y se sintió realmente bien olvidarse de toda esa
mierda por una vez.
El teléfono de Peter estaba sonando, pero no fue él quien
se dio cuenta de eso sino Steve.
—¿Problemas?
—Mi tía. Déjeme responder.
—Claro —Steve regresó a la isla de la cocina y dejó dos
tazas de café casi llenas en el lavadero. El agua empezó a correr y Steve sólo
observó las tazas llenándose con la mente en blanco hasta que sintió la
presencia de Peter cerca suyo—. ¿Sucede algo malo?
—Ten-- Tengo que regresar —dijo el chico con un poco de
miedo en su mirada.
—¿Estás bien?
—S-- Sí… Es sólo —Peter se interrumpió para encontrar las
palabras correctas para decirle a Steve—…. La estaba pasando tan bien que hasta
me olvidé de la pasantía…
—¿Pasantía? ¿No eres demasiado joven para estar
trabajando? —soltó Steve con una sonrisa sincera.
—Sí, pero-- Estoy siendo preparado-- para el futuro,
creo.
—No tienes ni idea de lo que estás haciendo ahí, ¿cierto?
—Totalmente cierto.
—Entonces, ¿por qué no renuncias? Si no te gusta, sólo
tienes que renunciar.
—No es tan sencillo —soltó Peter.
—Es por el dinero.
—Algo así.
—Bueno, no es como si estuvieras vendiendo tu cuerpo a un
hombre mayor o algo así, ¿no?
Peter no pudo responder a eso. Sólo sonrió tímidamente,
agarró su mochila y se acercó a la puerta del departamento.
—En serio tengo que irme —agregó el muchacho—. Fue un
placer compartir tiempo con usted, señor Rogers.
—Chico, no tienes que ser tan educado. Sólo dime Steve,
¿de acuerdo? —le dijo, tocando ligeramente la espalda de Peter ocasionando que
él retrocediera.
—Lo-- Lo siento-- Es sólo un reflejo —dijo Peter
agarrando su mochila con fuerza.
—Está bien… ¿Quieres que te acompañe abajo? —los ojos del
muchacho se posaron sobre él y asintió—. Entonces, vamos.
No fueron necesarias más palabras entre ellos. Su
silencio fue completo cuando vieron un Lamborghini color amarillo y rojo
estacionado fuera del edificio. Ambos sabían quién era su dueño. Pero lo que
Steve no sabía era por qué carajo Tony era el chofer de un chico de secundaria.
—Carajo —susurró Peter con voz temblorosa—. Tengo que
irme, señ-- Steve —finalizó el muchacho su oración suspirando su nombre.
—Ven a verme cuando quieras, ¿de acuerdo? —le dijo el
rubio—. Y, chico —Peter lo miró—… Tony no tiene que saber que yo estoy aquí.
—Sí, lo sé. Los Acuerdos.
—Cuídate —agregó Steve, enredando los cabellos de Peter.
El muchacho trató de asentir al gesto.
—“¿Por qué carajo
estás aquí?” Se preguntó Peter a sí mismo prácticamente corriendo para
subir al automóvil. “Pero, más importante
que eso, ¿qué carajo voy a decirle al señor Stark cuando--?”
—¿Quién vive aquí?
Ahí estaba su tono de voz arrogante imponiéndose sobre él.
—El-- El-- Sólo un amigo —Peter podía ser cualquier cosa
menos un mentiroso. No podía mentir porque su mirada se volvía evasiva cuando
lo hacía.
—¿Un amigo tuyo?
—Sí. Discúlpeme por lo de hoy. No pude-- ir…
—Lo sé. Está bien —le dijo Anthony poniendo el motor en
marcha y yendo de cero a cien kilómetros en cuestión de segundos. Estaba
enojado. Estaba jodidamente enojado.
Peter tragó saliva en seco—. Dile a tu tía sensual que hoy trabajarás en el
internado toda la noche.
—Sí, señor —suspiró Peter luego, agarrando su teléfono de
la mochila. Él sabía que estaba jodido, y que Anthony iba a mantenerlo
despierto toda la noche—. ¿May? Hoy no voy a volver a casa… Sí, sí, estaré
bien. No te preocupes. También te quiero —el muchacho terminó la llamada y miró
de reojo a Anthony—. Tony, lo siento —suplicó—. Realmente lo siento.
No hubo ningún tipo de respuesta. Peter sabía que Anthony
estaba pensando la forma más humillante de tener sexo con él cuando no decía
nada. El muchacho suspiró y miró las luces de la ciudad fuera del automóvil.
Parecían los ojos de Steve: de color azul con algo de
verde en ellos.
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