12 de julio de 2020

[Killing God] Capítulo 03: A Strange and Deadly Possibility

Ciaossu~!
Hoy alguien se quejaba de que no habían suficiente fics Jack/Peter, así que decidí actualizar esto xD
Ojo, no hay nada de esa pareja ni remotamente, pero al menos ahí están hablando jajajaja
Enjoy~


Título: Killing God.
Fandom: Universo Cinematográfico de Marvel, Supernatural.
Pairing: Dean Winchester/Sam Winchester, Tony Stark/Peter Parker (mención, por ahora).
Formato: Longfic.
Género: AU, crossover, drama.
Rating: NC-17 (porque Wincest).
Número de palabras: 2611.
Sinopsis: Billy y Stephen Strange les explican a los Vengadores y cazadores la situación. Mientras esperan encontrar algo más que el cuerpo de Jack hecho cenizas, Peter se plantea la idea de ser el recipiente del nefilim en caso de que no haya nada por rescatar.
Al día siguiente, Dean y Sam se despiertan todavía con más problemas. 
Notas: Este longfic pertenece a la serie Welcome To The End, cuya primera parte pueden leer acá.
Notas 2: Este capítulo contiene spoilers del último episodio de la temporada 5 de Supernatural, “Swan Song” (estoy asumiendo que como mínimo se comieron todo el MCU y todo Supernatural, pero igual aviso xD).


Acordate que también podés leer esta historia en las siguientes plataformas: Amor::Yaoi, AO3 & Livejournal :)

En caso de empezar a publicar en alguna otra, se avisará por acá y por las redes sociales. Pero, en caso de que encuentren mis fanfics en otra plataforma y no haya sido informado, por favor avísenme en Facebook o Twitter porque fue subido sin mi consentimiento.

------------------------------------

Capítulo 03: A Strange and Deadly Possibility.

Los Winchesters observaban las apariciones de Billy y de Stephen. Ni Peter ni Wanda sentían que tuvieran razón alguna para asombrarse. Sobre todo Peter que, con todo lo acontecido, estaba perdiendo poco a poco esa capacidad.
—Agamotto fue el primer hechicero supremo en encontrarse con seres de otras dimensiones —comenzó a relatar Stephen—. Él poseía la capacidad de viajar entre dimensiones y regresar a estos seres a sus respectivos mundos.
—¿Y dónde está ahora? —preguntó Sam.
—Muerto —respondió el hechicero.
—O desaparecido, al menos —lo corrigió Billy—. Si él estuviera muerto, yo lo sabría.
—Disculpe —la voz de Peter resonó en el búnker volviéndose el centro de las miradas—. Si usted sabe quién está muerto…
—Claro, pequeño, yo soy la Muerte.
—Si usted lo sabe —siguió Peter, la voz temblorosa por el ser al que se estaba dirigiendo—, ¿podría responderme una cosa? —Billy asintió—. Stark, Tony Stark, ¿está muerto?
Sam sintió ganas de abrazar a ese chico. De alguna forma lo sintió tan parecido a Wanda en ciertos aspectos.
—No. Anthony Edward Stark se encuentra vivo en su universo.
Peter lanzó un sonoro suspiro de alivio, y una sonrisa decoró su rostro.
—Gracias. Muchas gracias —susurró mientras se llevaba una mano al pecho, aliviado—. Ah. ¿Puedo preguntar por alguien más?
—Todos tus amigos y familiares están bien, Peter Parker —le respondió Billy cruzando miradas con el hechicero supremo, luego. Ella asintió con la cabeza, dándole el pie para seguir con su relato.
—Agamotto llevaba consigo un diario que le dejó a una pequeña en uno de sus viajes entre dimensiones junto con las claves para desarrollar magia pura que se despertaría cuando hubiera una fisura entre los mundos.
—¿Tenemos que buscar a una niña de la cual no sabemos absolutamente nada? —suspiró Dean.
—Por supuesto que no —respondió Rowena—. Yo soy esa niña. Cuando se abrió el portal, los recuerdos de mi encuentro con Agamotto y el lugar donde estaba su libro regresaron a mí, así como las palabras para despertar esa magia que me había entregado.
—¿Eso es todo? ¿Con eso podremos regresarlos a su mundo?
El mayor de los Winchester ya estaba empezando a tener dolor de cabeza por las vueltas que daban en llegar al punto.
—Me temo que no es tan fácil como parece. En el instante en que se esté destruyendo a Chuck, en su mundo, aquellos que puedan, deberían estar haciendo lo mismo con Thanos —respondió Billy.
—Tenemos que crear, ¿qué? ¿Algo que nos permita viajar entre dimensiones? —preguntó Wanda.
—Con que nos permita establecer una comunicación, está bien —dijo Rowena—. Pero, ¿para qué tengo yo este librito si no es para ayudarnos?
—Por el momento deberían descansar —ordenó Billy—. No podrán pelear ni contra un poltegeist en ese estado.
—Estoy contigo en eso —dijo Dean, incorporándose con lentitud, los golpes recibido tras pelear contra Chuck ni siquiera habían tenido tiempo de sanar—. ¿Puedo ir a buscarme una cerveza o van a seguir hablando?
—Discúlpenlo —lo excusó Sam una vez Dean salió de su campo visual—. Está algo cansado.
—Cualquier cosa que precisen, comuníquenselo a Rowena —dijo Stephen—. Ella estará tomando una posesión de médium entre este mundo y el de los muertos.
—A propósito, Sam, el cuerpo de Jack —dijo Billy.
—Tuvo un funeral como cualquier cazador —le respondió Dean, regresando con dos botellas de cerveza que había sacado de una pequeña nevera instalada en la biblioteca—. Ustedes no querían, ¿no? —les preguntó a Peter y Wanda antes de sentarse al lado de Sam. Ellos le respondieron negando con la cabeza.
—Eso es malo.
—¿Por qué? —preguntó Dean—. ¿Acaso querían que un demonio lo poseyera o algo peor? No, gracias.
—Ahora tendremos que buscarte otro cuerpo —a lo que fuera que Billy le estuviera hablando, tomó una forma fantasmagórica como lo eran Stephen y ella. Los ojos de los Winchester se posaron sobre la misma hasta que vieron una mano levantarse y asimilando una forma que ellos conocían.
—Hola —dijo Jack. Dean se levantó haciendo un ruido espantoso al correr la silla hacia atrás. Se le acercó con cuidado y hasta con un poco de miedo. En el momento en que trató de tocar uno de sus hombros sintió su mano atravesándolo—. Lo siento. Esto es sólo una proyección astral. Es la única forma que encontramos para hablar con ustedes y no ser detectados —Rowena volvió a verter unas hierbas en el cuenco para aumentar el poder del hechizo.
—Si el viento no se ha llevado sus cenizas, podría restaurar el cuerpo —reconoció la bruja—. Pero va a llevarme un tiempo que no tenemos.
—Quizás lo mejor sea encontrar otro recipiente —dijo Billy, pensativa.
—Podría ir buscando candidatos —dijo Stephen antes de desaparecer.
—¡Oye, espera! No vas a usar a algún idiota engañándolo para que acepte a Jack.
—¿Lo va a poseer como un demonio?
—¿Sam?
—¿O necesita de su aprobación?
—No sabría decirte. Nunca antes ha ocurrido algo como esto.
—Demás está decir que lo más importante es que el recipiente sea lo suficientemente fuerte como para contenerlo —agregó Rowena.
Sam frunció el entrecejo. Se estremeció al recordar los litros de sangre de demonio que había tenido que beber sólo para su cuerpo no explotara al ser poseído por Lucifer.
—Buscaremos otra forma —dijo el menor de los Winchesters. Dean lo miró, con alivio al oír sus palabras.
—Eso es todo, entonces —dijo Billy.
—Billy —Jack llamó su atención—, ¿puedo quedarme aquí un rato más?
La Muerte intercambió miradas con Rowena.
—Mientras sigamos alimentando este cuenco, puedes estar aquí el tiempo que quieras.
—Gracias —le dijo Jack a la Muerte antes de que ella desapareciera del mismo modo en que lo hizo el hechicero.
Un repentino sonido a un aleteo trajo consigo la figura de Castiel que sintió su gracia volviéndole al cuerpo al ver la figura de Jack aunque no podía discernir si eso que estaba frente suyo era, efectivamente, el nefilim. Cruzó miradas con los Winchesters. Sam asintió, respondiendo a la duda que no había formulado.
—Voy a buscarles ropa —le dijo Sam a su hermano—. ¿Me acompañas? —Dean lo miró arqueando una ceja. Una pícara sonrisa se dibujó en su rostro que ocasionó que Sam negara con la cabeza—. De acuerdo, iré solo. Jack, ¿está bien si Peter duerme en tu habitación?
—No hay problema.
—Peter, Wanda, síganme, por favor —los recién llegados tuvieron una silenciosa recorrida por el búnker. Sam les enseñó la cocina, los baños, y dónde quedaban su cuarto y el de Dean. Peter estaría durmiendo en la habitación contigua a la que estaba Sam, mientras que Wanda estaría un poco más alejada—. Creo que esto tendría que quedarte bien —le dijo a Wanda mientras le entregaba ropa que Mary había dejado en su habitación—. Si necesitas algo más, puedes venir a buscarlo. Cass usa esta habitación, pero él nunca duerme, así que no te preocupes por ello.
—¿Cass?
—¿El de la gabardina que apareció de la nada? Él es un ángel.
—Creo que realmente necesito dormir —dijo Wanda.
—¿Recuerdas dónde queda tu habitación?
—Claro. Y, Sam… Gracias por todo.
—Agradéceme cuando puedas regresar a tu mundo. Por ahora, esto es lo único que podemos hacer.
—Esto es demasiado.
Los tres salieron de la habitación, y Sam y Peter volvieron sobre sus pasos hasta llegar a la habitación de Jack donde Sam abrió los cajones del mueble donde Jack guardaba su ropa y tras darle el mismo discurso a Peter, le entregó un conjunto de ropa deportiva.
—¿Sam?
—Dime —el aludido, que estaba a punto de salir de la habitación, se giró para mirarlo.
—¿Crees que yo podría servir de… recipiente?
Sam vio la desesperación en la mirada del muchacho. ¿Cuántas veces él había pasado por eso? ¿Cuántas veces tanto él como Dean habían cometido estupideces por culpa de ese sentimiento? Suspiró y se sentó a su lado.
—Podrías, pero no lo hagas —Peter lo miró, confundido—. Con ese sentimiento recorriendo tu cuerpo, Peter, es la peor decisión que podrías tomar. Tú me oíste en la biblioteca, dejar que Jack tome control del cuerpo de alguien será lo último que hagamos. Mientras tanto, buscaremos todas las posibilidades que hayan para evitarlo. Quizás, ni siquiera tengamos que recurrir a eso —finalizó Sam poniendo una mano sobre el hombro del muchacho—. Que descanses. Cualquier cosa que necesites, estoy al lado.
Peter asintió y esperó a que Sam saliera de la habitación.
—Tú también sabes que no hay otra manera, ¿cierto?




Castiel seguía mirando maravillado la aparición de Jack. En el instante en que se volvió hacia Rowena, el nefilim volvió su vista hacia su izquierda. Era como si él pudiera ver algo más allá, y sonrió al darse cuenta de ello.
—¿Dónde estabas? —le preguntó Dean al ángel.
—Traté de averiguar cómo andan las cosas en el cielo.
—Déjame adivinar: te echaron a patadas, ¿no?
—La puerta ni siquiera se abrió. Quiero creer que nada malo ha sucedido allá arriba.
—Si vamos a los hechos, ellos también forman parte del universo.
—Dean, el cielo apenas puede estar de pie con los pocos ángeles que hay. Si la mitad de ellos desapareció…
—Dejé a Peter y Wanda en sus habitaciones —dijo Sam, lanzándose sobre el asiento al lado de Dean.
—Cass estaba diciendo que no sabe en qué condiciones está el cielo.
—Jack, ¿tú no sabes algo?
El nefilim negó con la cabeza.
—No sabría decirte. Billy y el doctor… Hay muchas cosas que ellos no me dicen.
—Oye, Cass, ¿te molestaría quedarte de niñero? —preguntó Dean mientras terminaba de tomar su bebida y se levantaba de su silla—. Vamos —le dijo a Sam mientras palmeaba su espalda, sin reparar en que casi lo hizo derramar la bebida que estaba tomando.
—¿Qué? ¿Adónde? Dean, estoy exhausto.
—Alguien tiene que ir a buscar lo que queda de Jack, y eso si queda algo.
—Podría ir yo si así lo prefieren —se ofreció Rowena. Los presentes, hasta Jack, se la quedaron mirando—. De acuerdo, queda de paso a mi hotel. A diferencia de ustedes, yo sí tengo una rutina de belleza que cumplir.
Dean suspiró sonoramente.
—Ten cuidado con eso.
—Por supuesto, ¿por quién me tomas? —exclamó la bruja mientras Dean salía de la biblioteca—. A ver si controlas a tu hermano —agregó mirando a Sam.
—Está nervioso con todo esto.
—Yo también lo estoy, pero no ando de mal humor con medio mundo.
—Hablaré con él. Cass, ¿te quedarás aquí? —el ángel asintió—. Tu habitación está disponible si quieres ir a descansar.
—Te lo agradezco.
Mientras Sam seguía los pasos de su hermano, Rowena le indicaba a Castiel cómo mantener encendido el cuenco.




Antes de entrar a su habitación, Sam fue a darse una merecida ducha. Viendo su torso desnudo en el espejo reparó en la herida de bala que tenía en su hombro izquierdo. Después de limpiarla, utilizó las vendas y gasas del botiquín de primeros auxilios que allí había para cubrirla. Vestido con una remera y un pantalón viejos, fue hasta su habitación donde encontró a Dean acostado boca abajo sobre su cama mirando televisión.
—Creo que te confundiste de cuarto —dijo Sam, cerrando la puerta detrás suyo.
Tras su comentario, Dean miró a su alrededor y volvió su vista hacia Sam.
—No. Creo que no.
—¿Vas a dormir aquí?
—¿Me estás echando?
La mirada de Dean era desafiante pero Sam no tenía ni las ganas ni el humor para jugar con él. En cambio, dejó su ropa sobre el respaldo de una silla, se secó el cabello con la toalla que dejó en el mismo lugar y se sentó en la cama. Dean se le acercó aunque le estuviera dando la espalda. Ante el leve contacto que Sam sintió, hizo su cuerpo hacia atrás. Quedó con la espalda en el aire, pero su cabeza quedó sobre el hombro de su hermano. Se sonrió al sentir las frías yemas de los dedos de Dean abriéndose camino a través de su remera.
—¿Qué haces?
—¿Por qué te vendaste eso? ¿Te duele?
—Un poco. Nada grave —el ceño fruncido de Dean lo hizo elaborar un poco más su respuesta—. Duele cuando lo toco. No interfiere con el trabajo, no te pongas pesado.
Mientras sus manos trataban de tocar el rostro del mayor, Sam se incorporó para quedar frente a Dean, sostener su rostro entre sus manos y besar sus labios. Dean se acercó más a él y lo abrazó con fuerza.
—La próxima vez que lo vea, no voy a dispararle en el hombro, hasta verlo hecho mierda, no pienso dejarlo tranquilo.
Sam rodeó el cuerpo de Dean con ambos brazos. Sabía cómo se estaba sintiendo su hermano. Demonios, si Sam mismo había tenido esa terrible sensación de soledad incontables veces. Todavía había tiempo para que Dean dejara de hacerse el héroe omnipotente cuando la realidad no era esa.




Peter estaba con las piernas cruzadas sobre la cama. Su traje necesitaba cargarse, pero esa noche no quería pensar en eso. Es más, no quería pensar ya en nada más. De repente, vio una figura familiar tomando forma frente a los pies de la cama.
—¿Me oíste?
—Fuerte y claro —respondió Jack.
—No quiero quedarme cruzado de brazos. Quiero hacer algo. Necesito hacer algo.
—Siento tu fortaleza, pero desde donde estoy, no hay nada que pueda hacer.
—¿Dónde estás?
—Esto se llama el vacío.
—¿Puedo ir allí?
Jack le respondió con una sonrisa llena de lástima.
—Tendrías que morir, y así y todo, no estoy seguro de que eso te conduzca aquí —Peter suspiró—. Sé que estás tratando de hacer esto sin que Dean y Sam lo sepan, pero quizás sea una mala decisión.
Peter abrió los ojos asombrado, recordando las palabras que Sam le había dicho.
—Te les pareces.
—¿A quién?
—A Sam, Dean.
—Bueno, es normal, ¿no? Después de todo, ellos me criaron.
—¿Y tus padres?
—Mi madre está en el cielo, y mi padre… Mi padre es Lucifer.
—¿Estás de broma?
—No bromearía con eso. Pero, créeme, si pudiera cortar todos los lazos que me unen a él, lo haría. ¿Y los tuyos?
—Mis padres murieron cuando yo era pequeño. Fui criado por mis tíos.
—Somos bastante parecidos, ¿no?
—Supongo que sí.




El sonido del teléfono de Sam vibrando sobre su mesa de noche lo hizo despertar. Aunque trató de alcanzarlo sin despertar a Dean, que dormía abrazándolo, le resultó imposible.
—Suéltame…
—Déjalo sonar. Es temprano.
—Dean —el aludido lo soltó, de mala gana, y le dio la espalda. Sam estiró su brazo y atendió la llamada—… Dime, Stevie —el acompañante de lecho de Sam estaba por volver a quedarse dormido abrazando la almohada, pero la pregunta que salió de entre sus labios lo hizo abrir los ojos y prestar atención—. ¿Qué? ¿Estás segura? —Dean giró sobre su cuerpo para mirar a su hermano—. Tenemos unos cuantos problemas aquí, pero… Sí, sí. Llama a los demás mientras tanto, por favor.
—¿Qué sucede ahora?
Sam cortó la llamada y suspiró antes de ponerse a buscar el control del televisor el cual encendió para poner el canal de noticias. Un incontrolable animal proveniente de Wakanda, un ser que parecía ser un árbol con forma humanoide y un numeroso grupo de personas trataba de ponerse en contacto con sus seres queridos, cuando sus nombres ni siquiera existían en este mundo.
—Problemas. Y sumado a eso, Stevie me dijo que se han registrado fenómenos sobrenaturales a los alrededores del cementerio donde nos enfrentamos a Chuck.
—¿Cómo te sientes?
—Mejor, ¿por qué?
—Porque nosotros empezamos este desastre, y nosotros tenemos que arreglarlo.

------------------------------------

Notas:
  • ¿Stevie? ¿Steve Rogers? Está bien que me esté yendo a la m!3rda con este crossover, pero no. Stevie, en este caso, es una mujer y una cazadora. Ella aparece en el tercer episodio de la décimoquinta temporada, “The Rapture”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario