Ciaossu~!!
Apenas vi a Ryo-chan con bigote pensé en hacer algo con eso y bizarramente un prompt de una página de escritura me llevó un poco a este oneshot xD
Espero que les guste :)
Sinopsis: Tadayoshi no está contento con el vello facial sobre los labios de Ryo y se lo hace saber. La conversación sigue con un error por parte del mayor, pero eso se volverá en algo que hará que Tadayoshi lo pague bastante caro.
Acordate que también podés seguir esta historia en las siguientes plataformas: Amor::Yaoi, AO3, Asian Fanfics, Livejournal & Wattpad :)
Shave it off.
Apenas vi a Ryo-chan con bigote pensé en hacer algo con eso y bizarramente un prompt de una página de escritura me llevó un poco a este oneshot xD
Espero que les guste :)
Enjoy~ ♥
Título: Shave it off.
Fandom: Kanjani∞.
Pairing: Ryohkura (Nishikido Ryo x Ohkura Tadayoshi).
Formato: Oneshot.
Pairing: Ryohkura (Nishikido Ryo x Ohkura Tadayoshi).
Género: Humor.
Rating: PG-13.
Número de palabras: 922.
Sinopsis: Tadayoshi no está contento con el vello facial sobre los labios de Ryo y se lo hace saber. La conversación sigue con un error por parte del mayor, pero eso se volverá en algo que hará que Tadayoshi lo pague bastante caro.
Acordate que también podés seguir esta historia en las siguientes plataformas: Amor::Yaoi, AO3, Asian Fanfics, Livejournal & Wattpad :)
Shave it off.
Ryo pausó la serie que se estaba reproduciendo para que
Tadayoshi pudiera llevar a la cocina lo que habían utilizado para cenar.
Terminaron de grabar y pasaron por un local de comida rápida antes de llegar a
la casa del mayor. Cuando Tadayoshi regresó al living, encontró a Ryo limpiándose
el bigote mientras se miraba con la cámara frontal de su teléfono. Él volvió la
atención sobre el más alto al oír su suspiro mientras se sentaba al otro lado
de la mesa ratona.
—¿Qué sucede? —le preguntó, sonriendo.
—Quítatelo.
—¿Qué cosa?
—El bigote. Mira cómo está.
—¡Tú también lo tuviste y yo me estuve quejando! —exclamó
el aludido.
—Lo tuve por motivos laborales. No es que me hubiera
gustado.
—A mí sí me gustó —declaró Ryo mientras le guiñaba el
ojo, ocasionando que el aludido desviara su vista.
—Ryo-chan… Me lastimas —reconoció el aludido mirándolo a
los ojos. Ryo apoyó su espalda contra el sillón. Las palabras de su pareja lo
sorprendieron sobremanera.
—Vaya… No pensé que te pondría así sólo un poco de vello
facial…
—¿Qué? —preguntó Tadayoshi confundido.
—¿No dijiste que te lastima?
—Me refiero a las marcas que dejas sobre mi piel cada vez
que me besas.
—Ah. Yo pensé que era algo más… Olvídalo…
—¿Qué pensaste? —sonriendo, el más alto se incorporó y
luego se sentó a su lado—. Te juro que te lo quitaría mientras duermes —le
dijo, apoyando dos de sus dedos entre los labios y la nariz de Ryo, ocasionando
su sonrisa.
—Sabes que no suelo quedarme quieto cuando estoy en la
cama. Menos si estoy contigo —el más bajo susurró la última frase tratando de
acercarse al oído de Tadayoshi, pero este lo alejó usando ambas manos—. ¿Qué?
—No hasta que te lo quites.
—¿En serio, Ohkura? —Tadayoshi frunció el ceño y Ryo se
dio cuenta de su error: si había algo que Tadayoshi odiaba más que nada era que
Ryo lo llamara por su apellido cuando estaban a solas. Ryo lo miró con una
expresión cercana al pánico en el rostro. El menor, sin pronunciar palabra, se
incorporó y se dirigió a la cocina—. Oye, Tatsu… Espera —Ryo siguió sus pasos y
lo observó mientras lavaba lo poco que habían ensuciado en la cena esperando
por alguna reacción de su parte, pero él no abrió la boca y tampoco le dirigió
la mirada—. La cagué, ¿no? —soltó mientras esbozaba una sonrisa—. Oye, lo
siento. Yo…
Fría. Así se sintió la leve brisa dejada por Tadayoshi
frente suyo para salir de la cocina y dirigirse al baño. Ryo suspiró
sonoramente mirando al cielo, preguntándose cómo había sido tan estúpido. Se
sobó la barriga y abrió el refrigerador. Había olvidado el trozo de pastel que
había dejado el día anterior por haber ido a cenar a lo de Tadayoshi. Agarró el
plato y se lo llevó junto con una cuchara al living. Se sentó en el sillón en
el mismo instante en que su pareja regresaba.
—¿Qué es eso? —le preguntó.
Ryo lo miró con el ceño fruncido y una amplia sonrisa. No
esperaba que le volviera a dirigir la palabra por un simple trozo de pastel,
pero, al fin y al cabo eso era lo que más le gustaba a Tadayoshi… después de
Ryo, claro.
—Pastel —respondió el morocho antes de comer un trozo sin
despegar su mirada de la de su pareja.
—¿Me das un poco? —le pidió el aludido volviendo a su
lugar en torno a la mesa ratona frente al sillón.
—¿Después de lo mal que te portaste conmigo? —una vez más
volvió a darle una probada al pastel. Su lengua se deleitó recorriendo la forma
cóncava y convexa de la cuchara.
—¿Por favor? —susurró el aludido ocasionando que a su
oyente casi se le escaparan los globos oculares de las órbitas.
—Espera que tengo que grabar esto…
—¡Vamos, Ryo-chan! —le pidió el aludido. Ryo lo miró.
Estaba con su cuerpo estirado sobre el sillón para alcanzar su teléfono,
haciendo equilibrio con el plato en su mano derecha, pero se le ocurrió algo
mejor.
—Tengo una idea —el menor agarró un poco de crema del
pastel y lo puso en el espacio entre su labio superior y su nariz—. Ven si lo
quieres.
Tadayoshi suspiró, se levantó y se acercó a Ryo. Podía
leer la satisfacción en su mirada, la satisfacción de haber ganado
completamente la guerra, pero se equivocó. Tadayoshi tomó el rostro de Ryo
entre sus manos y sin dejar de mirarlo a los ojos, igual a como él lo había
hecho cuando lo provocaba, lamió el rastro de crema.
—¿Feliz? —le preguntó luego de darle un suave beso en los
labios.
—No.
—Genial. Con eso fue suficiente para mí.
—Para mí no —el menor estaba por volver a su lugar, pero
el agarre de Ryo sobre una de sus muñecas se lo impidió. Tadayoshi lo vio
apoyar el plato sobre la mesa y luego posar su mirada sobre él—. Ahora quiero
comerte a ti.
Ryuhei entró a la sala de maquillaje tarareando una
canción. Encontró allí a Tadayoshi cambiándose la remera.
—¡¿Qué te sucedió?! —exclamó en referencia a las ronchas
que sobre su espalda parecían un cuadro abstracto. Su grito ocasionó que el
resto de sus compañeros lo miraran y sonrieran. A excepción de Ryo, que estaba
al borde de la carcajada.
—Pregúntale a Ryo-chan —le respondió el aludido
sonrojado.
—No sé de qué me hablas —dijo Ryo acariciándose el
espacio ahora vacío entre su labio superior y su nariz.
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