10 de mayo de 2018

[Deja atrás todo lo demás] Capítulo 07: Monólogo II


Título: Deja atrás todo lo demás.
Fandom: Universo Cinematográfico de Marvel.
Formato: Serial.
Género: Drama, lemon, romance.
Rating: NC-17.
Número de palabras: 1400.
Sinopsis: Steve recuerda cómo conoció a Peter y reconoce cuánto lo ama...
Todo por un bollo de papel que encontró en su cuarto con unas pocas líneas escritas en él.
Precuela: Es más fácil correr.
Advertencia: 
Al Cap no le gustaría leer esto xD

Nota mucho muy importante: Le dedico este fic a mi Shotosa (you know who you are xD) porque me ayudó a cerrar esta historia :3

Acordate que también podés seguir esta historia en las siguientes plataformas: Amor::Yaoi, AO3, Asian Fanfics, Livejournal & Wattpad :)


Capítulo 07: Monólogo II.
 
Hablé con Bucky respecto a Peter. No estaba seguro de que él fuera un espía enviado por Tony. Sólo pensaba que fue el destino el que puso a Peter en mi camino hasta el día en que fui a su casa, no sé por qué. 
Lo encontré en su cuarto, su cuerpo estába cubierto de hematomas y también alcancé a ver un par de heridas. Quería saber por qué un chico como él estaba herido de esa manera, así que se lo pregunté. Él no se percató de mí presencia así que se sorprendió cuando oyó mi voz. 
—Es del trabajo. Tú sabes, cuando eres un súper héroe, tú-- tú-- tienes este tipo de golpes y cosas por el estilo…
Cualquiera podría sentir su nerviosismo. Sabía que me estaba mintiendo. Él no mira directo a los ojos cuando no está diciendo la verdad, así que se lo dije. 
—Es una mentira —dijo finalmente, en un suspiro—. El internado… es una mentira… Al principio era cierto, pero… pasaron cosas… y no pude decir que no.
Tragué saliva en seco. 
Las palabras que Peter me dijo no estaban siquiera en la peor pesadilla que pudiera imaginar. 
—Soy la perra de Tony Stark —me dijo. Su cuerpo estaba temblando, sus manos cerradas en impotencia, sus ojos tratando, quizás, de no recordar todas las cosas horribles que Tony le habrá hecho hacer. ¿Cómo pudo haber hecho tal cosa con un chico tan tierno como Peter? ¿Cómo se atrevió...? 
Quería ir a industrias Stark, al escondite de los Avengers, donde sea que Tony estuviera, no me importaba si tuviera que poner mi vida en peligro. No podía dejar de abrazar a Peter. Estaba llorando, estaba realmente destrozado por dentro. Quería cuidar de él, no sabía por qué. 
O quizás sí lo sabía pero no me había dado cuenta aún. Pero, en ese momento, sólo quería abrazarlo. 
Me quedé en su casa hasta que Peter cayó dormido. Sólo podía irme cuando estuviera seguro de que él estaría bien. Pero, ¿debería? Quiero decir, ¿realmente quería dejarlo? Ya estaba en casa cuando oí el teléfono sonando al otro lado de la puerta del departamento. 
—Bucky —dije, atendiendo la llamada. 
—“¿Cómo lo sabías?” 
—Bueno... Tú eres el único que me llama... 
—“Oh, tienes razón. Entonces, ¿cómo estuvo la reunión con el enemigo?” 
Sí. Bucky sabía que había ido a ver a Peter. Él lo sabía todo. 
—Es peor de lo que habíamos pensado, Buck —le dije, sentándome en el sillón y suspirando. 
—“¿Qué sucedió?” —mi mente se quedó en blanco. ¿Cómo debería decírselo? Decirle a alguien más algo como eso pareció bastante complicado para Peter. Entonces, ¿cómo podría atreverme yo a decírselo a alguien más?—. “¿Steve?” 
—Yo... No sé si sea la persona correcta para decírtelo... 
—“De acuerdo... Ahora no te estoy comprendiendo...” 
—Lo siento, Bucky. En serio. Es sólo que... no puedo decirte lo que está sucediendo aquí... 
—“Pero no es un espía.” 
—No. 
—“Y puedes arreglártelas...” 
–Sí. 
—“¿Estás seguro?” 
—Sí. 
—“Está bien... Llámame si necesitas mi ayuda.” 
—Sí. 
¿Cómo podía decirte a Bucky de los sentimientos que Peter había despertado en mí? 
Un sentimiento que quizás, y sólo quizás, había tenido sólo por Peggy... 

La lluvia empezó a caer. Cuando me di cuenta me quedé mirándola. Eran casi las cuatro de la mañana y todo lo que había hecho fue pensar en Peter. Pensar qué podía hacer un hombre como yo para proteger a ese muchacho del trato cruel que Tony le había dado. 
Seguía sintiendo su cuerpo tembloroso siendo abrazado por mí, sus lágrimas mojando mi ropa y sus brazos tratando de encontrarse a mis espaldas. Todavía podía seguir sintiendo su aroma en mi nariz. 
Ese chico me estaba volviendo loco... Estaba haciendo que me volviera loco de amor por él, quizás. 

Bajé las escaleras y me dirigí al almacén. El dueño reconoció mis pasos así que me sonrió. Yo le devolví la sonrisa aunque no pudiera verme. 
—Bienvenido. 
—Hola. Gracias. 
—Tenemos nuevos sandwiches. Si quieres probar... 
—¿Nuevo cocinero? 
—Sí. Mi hija está en la ciudad, así que ella me ayudara con el negocio. 
—Eso es genial. Me alegra oír eso. 
—Gracias. ¿Puedo preguntarte algo? 
—Eh... Sí... ¿Qué sucede? 
—¿Hay algo que te esté molestando? 
—Estoy comenzando a pensar que tiene un sexto sentido o algo parecido –le dije, sonriendo. 
—Lo noto en el sonido de tu voz. Suenas decaído... 
—Sí. Quizás. Están sucediendo varias cosas y no sé cómo actuar. 
—Espero que lo sea nada relacionado con los acuerdos de Sokovia. 
Me sorprendieron sus palabras. Él siempre había sabido que yo era... Bueno... Quien era. 
—No, no tiene nada que ver con eso. 
—¡Qué suerte! —reconoció mientras suspiraba, aliviado—. Bueno... Cualquiera sea el problema, estoy seguro que el Capitán América podrá resolverlo. 
—Sí, yo también lo espero... 

Debo decir que sus palabras ayudaron a que me calmara. Estaba a punto de tener una buena y no tan saludable cena temprana cuando oí el timbre. Pensé en la única persona que podría estar ahí pero, aunque no estaba del todo seguro, estaba ansioso. Suspiré profundamente y abrí la puerta. 
Y sí, era Peter, y sonreí por eso. 
Su mente parecía estar en otro lado menos conmigo. Sabía que era por lo que me había dicho la noche anterior y yo no quería molestarlo al hablar de nuevo de una experiencia como esa. En vez de eso, traté de pasar más tiempo con él y quizás, descubrir qué era exactamente lo que estaba sintiendo por él. Ambos nos dimos cuenta que él estaba confiando en una persona prácticamente desconocida -aunque él me conocía- quizás más que en su mejor amigo. No sabía por qué. Yo pensé que sólo quería gritar su secreto y yo estaba en el lugar preciso y en el momento indicado cuando lo hizo. Pero cuando él estaba tratando de ponerle un nombre a lo que estaba sintiendo me di cuenta que poco a poco fue acercándose a mí. Me quedé inmóvil. Pero cuando desperté de mi ensimismamiento me encontré abrazándolo con fuerza. No quería dejarlo ir, sin importar lo que él pensara, sin importar lo que él dijera, sin importar lo que su tía dijera, sin importar lo que la gente dijera. 

Y en ese momento me di cuenta de lo profundamente enamorado que estaba de ese muchacho. 

Desperté de mi sueño y leí unas líneas garabateadas en un papel arrugado en el cuarto que Peter tenía en casa de los Barton. De repente sentí una espina en mi pecho, quizás en medio de mi corazón. 
La voz de la señora Barton llamó mi atención, ella me dijo que debería ir a recoger a Peter, así que eso hice. 
Estaba con ese papel en la mano esperando que Peter me diera algún tipo de explicación al respecto. 
Podía repetir cada palabra en mi mente aunque sólo la hubiera leído una sola vez. Esa única vez había sido suficiente para mí. 
Él me dijo “Hola”, y yo le pregunté cómo le había ido en la escuela. Él dijo que bien. Luego me preguntó por el trabajo. Le dije que estuvo bien. Sentía que mi corazón estaba dentro de mi cabeza. Tragué saliva en seco y finalmente le pregunté lo que quería saber. No fue fácil para él darme una respuesta apropiada, y yo tampoco sabía del todo bien cuál sería la respuesta correcta en una situación como esa. 
Pero seguro que “Era para ti” era mucho mejor que “Era para Tony.”

Desperté de mi sueño y él estaba ahí otra vez. Su presencia nunca había dejado la casa de los Barton. Su presencia nunca había dejado el corazón de Peter. Había sido un idiota al pensar que yo siquiera podía poner un pie en él. Nunca había estado más alejado. Tony estaba en medio de nosotros y yo era a quien Peter quería lejos. 
Entonces, ¿por qué estaba haciendo todo por él? Lo había arriesgado todo por él. Me estaba burlando a mí mismo por haber creído en las palabras de ese chico. 
Pero, ¿qué podía hacer si me había enamorado de él y una parte de mi corazón ya era suya? 

—Esa carta... era para Tony —repitió sólo en caso de que no lo hubiera oído la primera vez. No pude evitar suspirar pesadamente. Creo que estaba aceptando mi destino. De nuevo, la presencia de Tony estaba entre Peter y yo, y no podía hacer otra cosa más que soportarlo. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario