13 de marzo de 2018

[Deja atrás todo lo demás] Capítulo 01: ¿No te diste cuenta?

Ciaossu~!!
Tengo que dejar de escuchar Linkin Park xD (¡sí, claro! ¡Desde hace cuarenta entradas que vengo diciendo esto!)
Y acá está, finalmente, lo que viene después de Stary Heart y Es más fácil correr; porque ya saben, si no leen el primer long-fic no van a entender el oneshot y les súper recomiendo que lean el oneshot, porque van a entender varias cositas de Stray Heart :3
Tengo pensado hacer que TODAS las actualizaciones sean los viernes/ sábados a partir de ahora... Bueno, no de ya, ya, pero a partir de fin de mes TENDRÍA, POR MI VIDA que estar menos activa ;www; ya saben, las responsabilidades de las personas mayores. ARGH...
En fin~ Todavía no decidí nada, pero para que no me anden lloviendo tomates después. Como dice el dicho: El que avisa no traiciona xD
Enjoy~ ♥


Título: Deja atrás todo lo demás.
Fandom: Universo Cinematográfico de Marvel.
Pairing: Starker [Steve Rogers x Peter Parker/ Anthony Stark x Peter Parker].
Formato: Serial.
Género: Drama, lemon, romance.
Rating: NC-17.
Número de palabras: 1538.
Sinopsis: El encuentro de Peter y Steve con Tony justo antes de su cita deja un gran impacto en ambos. Steve le repite a Peter una vez más que deben irse de Queens de una vez por todas pero él no parece reaccionar. Cuando lo hace, lo mejor que se ocurre es ir y hablar con Tony de una vez por todas.
Precuela: Es más fácil correr.

Advertencia: 
Al Cap no le gustaría leer esto xD

Nota mucho muy importante: Le dedico este fic a mi Shotosa (you know who you are xD) porque me ayudó a cerrar esta historia :3

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 Capítulo 01: ¿No te diste cuenta?

Steve suspiró cuando la llamada con Peter terminó. Se dio cuenta del puño cerrado justo al lado de su cuerpo. Esa conversación respecto a Anthony lo puso de mal humor y no tenía ninguna bolsa de arena para darle un buen golpe. Sólo suspiró por segunda vez y fue a ducharse para calmarse un poco antes de salir a su primera cita con Peter.
Lanzó una risita. ¿Quién podría imaginar que un hombre como él podría salir con un chico como Peter? Pero ese chico tenía algo que hacía que las personas se enamoraran de él.
Bajó por las escaleras cuando estuvo listo y sonrió ampliamente cuando vio al muchacho esperándolo en medio de la recepción vacía. Fue directo hacia él, lo agarró de la cintura y besó sus labios justo después de eso.
—¿Qué estás haciendo? —suspiró Peter, sorprendido—. ¿Y si alguien nos ve?
—¿Qué tiene? Después de todo somos pareja —respondió Steve, jugando con un cabello rebelde dl muchacho.
—Sí, pero —Peter trató de decirle algo, pero fue imposible. De repente, se rascó la nuca—… Ay…
—¿Qué sucede?
—No lo sé. Tengo esta comezón desde la mañana…
—¿Quieres que me fije qué tienes?
—No, está bien. ¿Adónde me vas a llevar?
—Adonde tú quieras.
Sus dedos se entrelazaron con los del otro, el beso que unió sus labios parecía no tener fin. Pero una voz familiar, quizás una voz que Steve nunca creyó volver a oír, dijo algo.
—Tanto tiempo sin vernos, Capi.
 Steve se separó de Peter pero lo protegió con un brazo.
—Tony —respondió él mirando a nadie más y nadie menos que el mismísimo Anthony Stark directamente a los ojos.
—Creo que tienes algo que me pertenece.
—Deberíamos hablar de eso.
—Sí, pero hoy, no —dijo Anthony agarrando a Peter de uno de sus brazos—. Ven conmigo.
—¿Q-- Qué…? —murmuró el aludido.
—Vienes conmigo, ahora.
—Tony, déjalo ir —le ordenó Steve agarrando el brazo de Anthony—. Déjalo ir.
—¡¿Y quién mierda te crees que eres para decirm--?!
—Señor Stark, por favor.
No supieron si fue a causa de la súplica de Peter o qué, pero Anthony lo soltó. Dio un paso hacia atrás y regresó a su automóvil. Lo último que vio fue a Peter y Steve con los dedos entrelazados, caminando quién sabe adónde.
—Mierda —suspiró, con ambos brazos cruzados sobre el volante y su cabeza encima.

Peter y Steve fueron al departamento del más joven. La repentina presencia de Anthony dejó un fuerte impacto en ambos, eso estaba más que claro. No dijeron una sola palabra al respecto… no dijeron absolutamente nada en realidad sino hasta que Peter le ofreció a Steve algo para beber.
—Gracias —le dijo Steve agarrando el vaso de jugo que el menor le estaba ofreciendo—… Peter…
—¿Mh?
—Realmente debemos irnos.
Pasaron casi cinco horas en silencio después de eso. No hubo roce entre ellos, sólo sentir al otro cerca era todo lo que necesitaban en ese momento. Fueron las llaves de May las que hicieron que ambos se dieran cuenta de la hora. La mujer se sorprendió cuando encendió las luces y los vio simplemente sentados en el sofá.
—Hola —dijo. Steve se puso de pie rápidamente.
—Bueno… Me tengo que ir —le dijo a Peter, quien sólo asintió—. Cuídate —Peter no dijo nada sólo volvió a asentir—. Señora.
—Nos vemos —le dijo May mirando luego a Peter. Se sentó a su lado y el muchacho apoyó su cabeza sobre el hombro de May para suspirar luego—. ¿Vas a decirme qué está sucediendo?
—No… No puedo —suspiró el aludido—… Lo siento, pero no puedo…
—Peter —May estaba por decirle algo, pero, de repente, Peter se incorporó—. ¿Peter?
—Me tengo que ir.
—Peter, espera. ¿Adónde vas?
—Tengo algo que hacer —le dijo rápidamente antes de salir del departamento.
—¡Peter! ¡Espera! —May gritó en el pasillo pero ninguna de sus palabras alcanzaron a su sobrino.

—Espere aquí, por favor. Enseguida le pago.
El muchacho bajó del automóvil y corrió hacia la puerta. Tocó el timbre y esperó. Una tormenta parecía estar a punto de azotar la ciudad en cualquier momento y el viento empezó a soplar, congelándolo en el proceso.
—¿Sí? —dijo Virginia, abriendo la puerta—. Peter…
—Lo siento, no traje dinero, ¿usted podría…? —le dijo el aludido haciéndose a su lado para que se percatara de la presencia del taxi que lo había llevado hasta ahí.
—Ah, sí. Dame un momento para ir a buscar mi billetera. Pasa, Tony está arriba.
—Gracias.
—¡Muchacho! ¡Te estás congelando! —dijo la mujer con una sonrisa, dándose cuenta de que Peter estaba vestido con una remera. El aludido sólo le sonrió y entró para dirigirse directamente a la oficina de Anthony.
—Sí, sí. Puedes hacer eso. Es una buena inversión, ¿sabes? —Anthony se sorprendió por la presencia de Peter en el lugar—. Sí, ¿podemos discutirlo mañana? Tengo algo importante qué hacer.
Peter sonrió.
—“’Algo importante qué hacer’. ¿Quizás cogerme, señor Stark?”, pensó el muchacho.
—Hola.
—Hola.
—Entonces, ¿decidiste dejar al Capi y volver conmigo?
—Tony, tenemos que hablar —le dijo Peter acariciando la parte superior de la silla que estaba frente al escritorio.
—Entonces hablemos. Toma asiento —Anthony se levantó y se sirvió un trago del mini-bar—. ¿Quieres algo?
—No, gracias. No debería beber alcohol.
—No deberías hacer un montón de cosas, chico, y mira, aquí estás.
—Sí. Eso fue un error —el hombre se quedó mirándolo hasta volver a sentarse en su lugar—. ¿A qué te refieres?
—Todo esto fue un error.
—¿Qué cosa?
—¡Vamos, Tony! ¡Tú me usaste! ¡Lo hiciste todo el tiempo! —tales acusaciones tomaron a Anthony por sorpresa, pero él nunca había oído palabra alguna respecto a sus acciones de parte de Peter, así que estaba interesado en oírlas—. ¡Sólo me usaste para tu propio beneficio! ¡Para satisfacerte a ti mismo! ¡Tú nunca…! Tú nunca…
—Dilo. Yo nunca, ¿qué?
—No, es estúpido —dijo Peter, con la voz temblorosa.
—¡Dilo! —Anthony se acercó a él sólo para agarrarlo del mentón y hacer que lo mirara—. ¡Dilo!
—Nunca me amaste…
—Oh, por Dios…
El aludido suspiró y se alejó unos cuantos pasos del menor.
—¿Ves? Lo estúpido que suena…
—No. Eso no suena estúpido.
—Sí, es así.
—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Qué es lo que realmente quieres de mí? Dímelo, ¡vamos! —exclamó Anthony golpeándose el pecho como si estuviera esperando un golpe.
—Quiero que me dejes. Olvídate de MIT, del trabajo de May--
—Y de Steve Rogers, ¿cierto?
—Sí —susurró Peter mirándolo directamente a los ojos.
—No lo haré. Nada de lo que me estás pidiendo. No lo haré.
—¿Por qué? ¿Por qué te cuesta tanto entender lo que me estás lastimando, Tony?
—Tú eres el que no entiende…
—¿Qué es lo que tengo que entender?
—Esto.
Era tarde.
Oh, Dios, ya era jodidamente tarde.
Quizás si lo hubiera hecho semanas antes, quizás antes de conocer a Steve, habría respondido a ese tan esperado beso que Anthony nunca le había dado, pero ahora, estaba sorprendido y no sabía muy bien qué hacer.
—Te amo —suspiró Anthony, tocando la frente de Peter con la suya, mirando directamente dentro de los ojos del menor—. Te estuve amando todo este tiempo, chico. ¿No te habías dado cuenta?
—T-- Tú-- Tú —Peter respiró hondo para calmarse—. Estás mintiendo…
—No, ya no —dijo Anthony mirándolo a los ojos.
—Por favor, no—Déjame ir —suplicó el más joven tratando de escapar del agarre que el hombre tenía sobre sus brazos—. Por favor…
—Por favor, Peter, escúchame. Escúchame —siguió diciendo hasta sentir que Peter no estaba poniendo resistencia alguna o tuviera la intención de huir del lugar—. Escúchame —Peter lo miró aún siendo agarrado por Anthony—… Te amo. Te amo desde el día en que nos conocimos, ¿de acuerdo?
—Es tan tarde, Tony —el aludido lo miró. Los ojos de Peter estaban hinchados y rojos—. Es tarde…
—¿Lo es? ¿En serio? —Anthony se acercó al menor y acarició una de sus mejillas con una ternura que jamás había tenido. Peter cerró los ojos lentamente. La sensación que experimentó por esa caricia lo hizo estremecer—. ¿Qué sentiste? —Peter abrió los ojos y lo miró—. Cuando te besé, ¿qué sentiste?
—Eso--
—Dime, ¿qué sentiste?
—No lo sé… No quiero-- Quiero irme a casa… Ya te dije lo que vine a decir, eso es todo.
—Quédate aquí esta noche. Ya conoces el cuarto de huéspedes. Está lloviendo.
—Está bien —accedió Peter sin más energías para discutir con él.

Las luces de los relámpagos iluminaban toda la habitación, pero fueron las palabras de Anthony lo que le impedían conciliar el sueño. Era genial que él lo amara, pero era demasiado tarde para responder a ese amor.

—¿Y? —preguntó Virginia con un libro entre sus manos ya sentada en su lado de la cama. Anthony la miró—. ¿Cómo te fue?
—La cagué. Como siempre hago.
—Tony…
El hombre se acostó en la cama y apoyó su cabeza sobre el regazo de Virginia.
—Es verdad. Lo perdí —suspiró mientras Virginia comenzó a acariciar su cabello.
—Está bien. Él va a entender lo que hiciste. Él va a entenderte, Tony.
—Él no me ama, Pepper. Ya no…




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