27 de marzo de 2018

[Deja atrás todo lo demás] Capítulo 03: Irse o vivir

Ciaossu~!!
Me tengo que ir, pero no puedo no dejarles el tercer capítulo de Deja atrás todo lo demás ^^
Enjoy~ ♥ 


Título: Deja atrás todo lo demás.
Fandom: Universo Cinematográfico de Marvel.
Formato: Serial.
Género: Drama, lemon, romance.
Rating: NC-17.
Número de palabras: 1791.
Sinopsis: Steve y los Parker llegan a casa de los Barton. Clint no está seguro de que Anthony se quede de brazos cruzados y planta la semilla de la duda en Steve. Peter se muestra preocupado con Rogers por May, pero él cree que mientras estén juntos, podrán superar cualquier obstáculo.
Precuela: Es más fácil correr.

Advertencia: 
Al Cap no le gustaría leer esto xD

Nota mucho muy importante: Le dedico este fic a mi Shotosa (you know who you are xD) porque me ayudó a cerrar esta historia :3

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( Capítulo 01: ¿No te habías dado cuenta? )
( Capítulo 02: ¿Cómo puedes negarlo? )

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Capítulo 03: Irse o vivir.

—“No, señor. No hay movimiento en la casa, señor.
Al otro lado de la línea, Anthony se golpeó levemente la frente.
—¿Cómo pude haber sido tan estúpido…? —susurró.
—“¿Señor?
—Les estoy enviando unas coordenadas al teléfono, vayan ahí de inmediato y olviden ese departamento, ¿me oyeron?
—“Sí, señor.
Después de la breve conversación, Anthony cortó la llamada.
—Supongo que eso no es del trabajo —dijo Virginia entrando a la habitación.
—Me conoces muy bien.
—¿Qué sucede?
—Están con Rogers.
—¿Quiénes? —preguntó la mujer sentándose en una de las sillas frente al escritorio de Anthony.
—May y Peter.
—¿No has hablado ya con el chico, Tony?
—¡Sí! ¡Lo hice! Pero… él me rechazo…
—Y tú no puedes superarlo…
—No porque él está confundido, Pepper. Sé que lo está.
—¿No es ese tu ego interfiriendo de nuevo?
—No. No lo es —respondió el aludido levantándose de un salto de su silla para llegar a la puerta.
—¿Estás seguro?
—¡Muy seguro! —exclamó Anthony dejando la oficina.

Los hombres de Anthony llegaron a las coordenadas que habían recibido alrededor de una hora más tarde. Pusieron un pie en el pasillo y esperaron a que no hubiera testigos. Cuando no hubo nadie por los alrededores abrieron la puerta y entraron al departamento.
—Señor —uno de los hombres llamó a Anthony desde un artefacto que tenía en su oreja—. Está limpio. Aquí no hay nadie.

—Es un largo viaje —les advirtió Steve, escondiéndose debajo de una gorra y un par de anteojos de sol—. Estoy seguro que estarán más cómodos en un avión, pero eso es algo arriesgado.
—Parece que escapas muy a menudo, señor Steve —dijo May. El silencio reinó el lugar y May trató de retractarse—. Lo siento… No quise decir eso…
—Está bien, señora. Entiendo por lo que está pasando, pero tendrá todas las respuestas que necesite cuando lleguemos a nuestro destino.

Después de dos autobuses y un tren en el medio, llegaron a un pequeño pueblo en las afueras de la ciudad. Todo lo que podían ver era el color verde del césped y el amarillo de los campos de maíz.
—¿Dónde estamos? —preguntó Peter, pero la bocina de una camioneta vieja llamó su atención. El dueño del vehículo, que estaba al lado del mismo, sonrió y se acercó a ellos para abrazar a Steve.
—¡Rogers!
—Barton, gracias por la ayuda.
—No hay problema. Tus amigos también son mis amigos.
—Nos… hemos visto antes, ¿verdad? —le preguntó Clint a Peter, quien con ambas manos trató de hacerlo callar.
—No lo creo —respondió Steve rápidamente—. A menos que hayas estado en Queens…
—Probablemente —dijo Clint, comprendiendo los gestos de Peter—. Bueno, vamos  a casa.
May y Peter subieron al asiento trasero de la camioneta, mientras que Steve se sentó al lado del conductor.
—Entonces, ¿cómo te está yendo? —le preguntó Steve a su antiguo compañero.
—Estoy bien. Mi familia está bien, así que todo lo está. ¿Tú?
—También. Con algunos problemas, pero…
—Sí, podemos hablar de eso más tarde —dijo Clint dándose cuenta de la densa atmósfera que se había formado. Cerca de quince minutos más tarde, la camioneta se detuvo frente a una gran casa blanca. Los niños que estaban jugando en los alrededores se reunieron en torno a la camioneta cuando el motor se detuvo. Ellos rodearon a Clint llamando su atención—. Niños, esperen un momento, esperen un momento —dijo el hombre antes de tener a todos sus hijos literalmente colgando de su cuello.
—Niños, dejen a papá en paz —una mujer salió de la casa alertada por los gritos de sus hijos—. Hola —dijo, mirando a sus invitados.
—Hola, señora —dijo Steve.
—¿Has crecido? —preguntó la mujer.
—No lo creo… ¿Lo hice? —le preguntó Steve a Clint quien no tenía idea de qué estaba hablando su esposa.
—Señora, ellos son Peter y May Parker.
—Gracias por recibirnos… Supongo —dijo May.
—Gracias por recibirnos —repitió Peter.
—Supongo que ha sido un largo viaje llegar hasta aquí —dijo Clint.
—Pueden usar nuestras habitaciones para huéspedes. Tienen suerte de que Clint tuvo esa última idea para reestructurar la casa. Lo siento, me di cuenta que no me presenté. Mi nombre es Laura, es un placer conocerlos.
—¿Podríamos…dormir una siesta? —preguntó Peter.
—Claro… ¡Claro! —respondió Laura con una sonrisa en el rostro—. Síganme —el muchacho y su tía siguieron los pasos de la esposa de Clint escaleras arriba.
—Entonces, ¿cuál es el plan? —preguntó Clint.
—Debemos escondernos aquí por un rato —dijo Steve sentándose frente a la mesa de la cocina—. Al menos, hasta que Tony nos encuentre…
—¿Podrías decirme qué sucedió ahora entre ustedes? ¿Quieres una cerveza? —le preguntó mientras agarraba dos botellas del refrigerador.
—Es complicado —suspiró Steve—. Sí, gracias.
—Bueno, tengo todo el día para escucharte.
—Nos enamoramos de la misma persona. Eso fue lo que sucedió.
—El muchacho.
—Sí —dijo Steve bebiendo un trago de su cerveza.
—Ustedes piensan muy distinto pero, al mismo tiempo, tienen algo en común.
—Si quieres verlo de esa forma…
—Puedo conseguirle un trabajo a la mujer, y creo que hay una casa en las afueras para echarle un vistazo.
—Eso sería genial. En serio.
—Vayamos mañana. Ahora tú también deberías dormir una siesta. Tienes que recuperar tu energía para proteger a esos dos… si es que vas a pelear contra Stark otra vez…
—Tony no se pondría el traje por esto…
—¿Estás seguro? ¡Le robaste algo!
—A alguien —lo corrigió Steve.
—De acuerdo. A alguien.
—No lo hará, Barton. Estoy seguro de eso.
—Como sea… A propósito… ¿La mujer lo sabe…? Me refiero al chico y a ti —preguntó Clint en voz baja, apuntando hacia las escaleras con la botella.
 —Sí, y… no.
—¿Y cómo crees que lo tomará?
—Un problema a la vez, Hawkeye —le dijo Steve, sonriendo.

Laura esperaba al lado de la puerta abierta hasta que sus invitados terminaran de inspeccionar la habitación.
—Espero que estén bien con esto. Peter, tú vas a dormir en el cuarto de algo —le dijo la mujer.
—Gracias, señora Barton —le dijo el muchacho.
—Puedes decirme Laura, muchacho. ¡Muy bien! Los dejo. Los despierto cuando esté la cena esté lista.
—Gracias —dijo May—. Muy bien… ¿Qué está sucediendo? Y quiero saber la verdad —le preguntó a su sobrino luego de que Laura dejara la habitación.
—Es Tony. No puedo desaparecer así como así.
—¿Qué vamos a hacer aquí? En un pueblo que ni tú ni yo conocemos.
—No lo sé. Fue idea de Steve.
—¿Confías en él?
—Sí —respondió Peter mirando a May directo a los ojos. Ella asintió.
—Sí tú confías en él… quizás yo deba hacer lo mismo…

Virginia puso un pie en la oficina de Anthony y encontró todo fuera de lugar. El hombre estaba sentado frente a la ventana bebiendo whisky directamente de la botella. Ella suspiró y se acercó a él.
—¿Así es como vas a vivir a partir de ahora?
—Esto es genial. ¿Quieres un poco? —le preguntó, extendiéndole la botella.
—No, gracias. De hecho, tienes que terminar esto.
—Ya lo hice.
—Quiero decir que tienes que buscar al muchacho, Tony —le dijo, agarrando la botella casi vacía. Anthony la miró.
—Eso ya no importa, Pepper. No sé dónde está.
—Busca desde el principio. Busca a Rogers primero.
—Ya lo hice. No hay nadie ahí.
La mujer suspiró.
—¿Y sus amigos?
Anthony miró a Virginia con el ceño fruncido, pero fue entonces que una idea se le cruzó por la mente.
—Tienes razón —susurró él antes de levantarse—. Llama a los muchachos, voy a darme una ducha.
—Por favor, apestas.

Peter escuchó los pasos de Steve en el pasillo. Salió de la habitación y se encontró con él frente a la puerta del suyo.
—Hola —le dijo.
—Hola.
—¿Problemas para dormir?
—Sí…
—La señora Barton decidió dejarlos dormir, así que…
—Ah, está bien. De todos modos, May estaba cansada.
—Claro —Steve sintió que el muchacho quería decirle algo más, pero no podía—. ¿Podemos charlar un rato?
—Sí. Claro.
Ambos entraron al cuarto de Steve. El mayor se sentó sobre la cama y miró a Peter.
—¿Sucede algo malo? —le preguntó.
—No. Para nada —suspiró el muchacho.
—Peter…
—No lo sé —dijo, suspirando—. Todo está sucediendo tan rápido, que--
—Ven aquí —Peter se sentó al lado de Steve y apoyó su cabeza sobre el hombro del rubio. El muchacho cerró los ojos y sintió las caricias de Steve sobre uno de sus brazos, tratando de calmarlo—. ¿Te arrepientes de haber venido?
—No. No me refería a eso. Es sólo que… estoy preocupado por May. Sé que hay algo que no me está diciendo.
—Claro que ella va a estar preocupada. Por sobre todo, estoy seguro que ella está preocupada por ti. Mira, he estado hablando con Barton, no tienes nada de qué preocuparte.
—¿Estás seguro que Tony no nos encontrará aquí?
—Si tengo que ser sincero contigo… yo también tengo esa duda… Pero, mientras tanto, ¿por qué mejor no dejamos de pensar en eso? —le dijo, acariciando el cabello del muchacho—.Quiero que ustedes sean felices… hasta que las cosas malas sucedan. Pero si pasamos por eso juntos, eso sería muchísimo mejor, ¿no lo crees?
—Estoy muerto de miedo y tú tienes las palabras justas para hacerme sentir mejor —dijo el aludido tratando de juntar sus manos alrededor de la cintura de Steve—. Es por eso que te amo tanto.
—¿Sólo por eso? —el hombre  se separó de Peter para tomar su rostro con ambas manos y besar sus labios con ternura, haciéndolo sonreír.
—No. Tengo más de un millón de razones para amarte —Steve sonrió y rodeó el cuerpo del muchacho con sus brazos—. Todavía sigo pensando…
—¿En qué?
—En él —Steve se separó de Peter para mirarlo a los ojos—… Quiero decir… Él me mintió… respecto a los Acuerdos, respecto a todo… todo este tiempo.
—¿A qué te refieres?
—Quiero decir que-- —Peter se dio cuenta que no sería buena idea decirle a Steve que en realidad Anthony estaba enamorado de él. No podía retractarse de lo que dijo, así que trató de cambiar de tema—. En realidad nunca estaría de su lado. Él me chantajeó con lo del traje y la emoción que me dio el pelear contra ti. Si hubiera venido y me hubiera hablado de los Acuerdos de Sokovia, yo también sería un fugitivo de la justicia, pero nunca me sacaría la máscara. Si estuviera de su lado eso significaría estar en dos lugares o más al mismo tiempo… y no soy Multiple Man —Steve sonrió por su última frase—. No podría poner la vida de alguien más por encima de otra.
—No fue tu culpa, Peter —dijo Steve—. No fue tu culpa…
Peter suspiró.

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