Ciaossu~!!
Me tengo que ir, pero no puedo no dejarles el tercer capítulo de Deja atrás todo lo demás ^^
Sinopsis: Steve y los Parker llegan a casa de los Barton. Clint no está seguro de que Anthony se quede de brazos cruzados y planta la semilla de la duda en Steve. Peter se muestra preocupado con Rogers por May, pero él cree que mientras estén juntos, podrán superar cualquier obstáculo.
Precuela: Es más fácil correr.
Advertencia:
Nota mucho muy importante: Le dedico este fic a mi Shotosa (you know who you are xD) porque me ayudó a cerrar esta historia :3
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Capítulo 03: Irse o vivir.
Me tengo que ir, pero no puedo no dejarles el tercer capítulo de Deja atrás todo lo demás ^^
Enjoy~ ♥
Título: Deja atrás todo lo demás.
Fandom: Universo Cinematográfico de Marvel.
Formato: Serial.
Género: Drama, lemon, romance.
Rating: NC-17.
Número de palabras: 1791.
Sinopsis: Steve y los Parker llegan a casa de los Barton. Clint no está seguro de que Anthony se quede de brazos cruzados y planta la semilla de la duda en Steve. Peter se muestra preocupado con Rogers por May, pero él cree que mientras estén juntos, podrán superar cualquier obstáculo.
Precuela: Es más fácil correr.
Advertencia:
Al Cap no le gustaría leer esto xD |
Nota mucho muy importante: Le dedico este fic a mi Shotosa (you know who you are xD) porque me ayudó a cerrar esta historia :3
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( Capítulo 01: ¿No te habías dado cuenta? )
( Capítulo 02: ¿Cómo puedes negarlo? )
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( Capítulo 02: ¿Cómo puedes negarlo? )
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Capítulo 03: Irse o vivir.
—“No, señor. No hay
movimiento en la casa, señor.”
Al otro lado de la línea, Anthony se golpeó levemente la
frente.
—¿Cómo pude haber sido tan estúpido…? —susurró.
—“¿Señor?”
—Les estoy enviando unas coordenadas al teléfono, vayan
ahí de inmediato y olviden ese departamento, ¿me oyeron?
—“Sí, señor.”
Después de la breve conversación, Anthony cortó la
llamada.
—Supongo que eso no es del trabajo —dijo Virginia
entrando a la habitación.
—Me conoces muy bien.
—¿Qué sucede?
—Están con Rogers.
—¿Quiénes? —preguntó la mujer sentándose en una de las
sillas frente al escritorio de Anthony.
—May y Peter.
—¿No has hablado ya con el chico, Tony?
—¡Sí! ¡Lo hice! Pero… él me rechazo…
—Y tú no puedes superarlo…
—No porque él está confundido, Pepper. Sé que lo está.
—¿No es ese tu ego interfiriendo de nuevo?
—No. No lo es —respondió el aludido levantándose de un
salto de su silla para llegar a la puerta.
—¿Estás seguro?
—¡Muy seguro! —exclamó Anthony dejando la oficina.
Los hombres de Anthony llegaron a las coordenadas que
habían recibido alrededor de una hora más tarde. Pusieron un pie en el pasillo
y esperaron a que no hubiera testigos. Cuando no hubo nadie por los alrededores
abrieron la puerta y entraron al departamento.
—Señor —uno de los hombres llamó a Anthony desde un
artefacto que tenía en su oreja—. Está limpio. Aquí no hay nadie.
—Es un largo viaje —les advirtió Steve, escondiéndose
debajo de una gorra y un par de anteojos de sol—. Estoy seguro que estarán más
cómodos en un avión, pero eso es algo arriesgado.
—Parece que escapas muy a menudo, señor Steve —dijo May.
El silencio reinó el lugar y May trató de retractarse—. Lo siento… No quise
decir eso…
—Está bien, señora. Entiendo por lo que está pasando,
pero tendrá todas las respuestas que necesite cuando lleguemos a nuestro
destino.
Después de dos autobuses y un tren en el medio, llegaron
a un pequeño pueblo en las afueras de la ciudad. Todo lo que podían ver era el
color verde del césped y el amarillo de los campos de maíz.
—¿Dónde estamos? —preguntó Peter, pero la bocina de una
camioneta vieja llamó su atención. El dueño del vehículo, que estaba al lado
del mismo, sonrió y se acercó a ellos para abrazar a Steve.
—¡Rogers!
—Barton, gracias por la ayuda.
—No hay problema. Tus amigos también son mis amigos.
—Nos… hemos visto antes, ¿verdad? —le preguntó Clint a
Peter, quien con ambas manos trató de hacerlo callar.
—No lo creo —respondió Steve rápidamente—. A menos que
hayas estado en Queens…
—Probablemente —dijo Clint, comprendiendo los gestos de
Peter—. Bueno, vamos a casa.
May y Peter subieron al asiento trasero de la camioneta,
mientras que Steve se sentó al lado del conductor.
—Entonces, ¿cómo te está yendo? —le preguntó Steve a su
antiguo compañero.
—Estoy bien. Mi familia está bien, así que todo lo está.
¿Tú?
—También. Con algunos problemas, pero…
—Sí, podemos hablar de eso más tarde —dijo Clint dándose
cuenta de la densa atmósfera que se había formado. Cerca de quince minutos más
tarde, la camioneta se detuvo frente a una gran casa blanca. Los niños que
estaban jugando en los alrededores se reunieron en torno a la camioneta cuando
el motor se detuvo. Ellos rodearon a Clint llamando su atención—. Niños,
esperen un momento, esperen un momento —dijo el hombre antes de tener a todos
sus hijos literalmente colgando de su cuello.
—Niños, dejen a papá en paz —una mujer salió de la casa
alertada por los gritos de sus hijos—. Hola —dijo, mirando a sus invitados.
—Hola, señora —dijo Steve.
—¿Has crecido? —preguntó la mujer.
—No lo creo… ¿Lo hice? —le preguntó Steve a Clint quien
no tenía idea de qué estaba hablando su esposa.
—Señora, ellos son Peter y May Parker.
—Gracias por recibirnos… Supongo —dijo May.
—Gracias por recibirnos —repitió Peter.
—Supongo que ha sido un largo viaje llegar hasta aquí
—dijo Clint.
—Pueden usar nuestras habitaciones para huéspedes. Tienen
suerte de que Clint tuvo esa última idea para reestructurar la casa. Lo siento,
me di cuenta que no me presenté. Mi nombre es Laura, es un placer conocerlos.
—¿Podríamos…dormir una siesta? —preguntó Peter.
—Claro… ¡Claro! —respondió Laura con una sonrisa en el
rostro—. Síganme —el muchacho y su tía siguieron los pasos de la esposa de
Clint escaleras arriba.
—Entonces, ¿cuál es el plan? —preguntó Clint.
—Debemos escondernos aquí por un rato —dijo Steve
sentándose frente a la mesa de la cocina—. Al menos, hasta que Tony nos
encuentre…
—¿Podrías decirme qué sucedió ahora entre ustedes?
¿Quieres una cerveza? —le preguntó mientras agarraba dos botellas del
refrigerador.
—Es complicado —suspiró Steve—. Sí, gracias.
—Bueno, tengo todo el día para escucharte.
—Nos enamoramos de la misma persona. Eso fue lo que
sucedió.
—El muchacho.
—Sí —dijo Steve bebiendo un trago de su cerveza.
—Ustedes piensan muy distinto pero, al mismo tiempo,
tienen algo en común.
—Si quieres verlo de esa forma…
—Puedo conseguirle un trabajo a la mujer, y creo que hay
una casa en las afueras para echarle un vistazo.
—Eso sería genial. En serio.
—Vayamos mañana. Ahora tú también deberías dormir una
siesta. Tienes que recuperar tu energía para proteger a esos dos… si es que vas
a pelear contra Stark otra vez…
—Tony no se pondría el traje por esto…
—¿Estás seguro? ¡Le robaste algo!
—A alguien —lo corrigió Steve.
—De acuerdo. A alguien.
—No lo hará, Barton. Estoy seguro de eso.
—Como sea… A propósito… ¿La mujer lo sabe…? Me refiero al
chico y a ti —preguntó Clint en voz baja, apuntando hacia las escaleras con la
botella.
—Sí, y… no.
—¿Y cómo crees que lo tomará?
—Un problema a la vez, Hawkeye —le dijo Steve, sonriendo.
Laura esperaba al lado de la puerta abierta hasta que sus
invitados terminaran de inspeccionar la habitación.
—Espero que estén bien con esto. Peter, tú vas a dormir
en el cuarto de algo —le dijo la mujer.
—Gracias, señora Barton —le dijo el muchacho.
—Puedes decirme Laura, muchacho. ¡Muy bien! Los dejo. Los
despierto cuando esté la cena esté lista.
—Gracias —dijo May—. Muy bien… ¿Qué está sucediendo? Y
quiero saber la verdad —le preguntó a su sobrino luego de que Laura dejara la
habitación.
—Es Tony. No puedo desaparecer así como así.
—¿Qué vamos a hacer aquí? En un pueblo que ni tú ni yo
conocemos.
—No lo sé. Fue idea de Steve.
—¿Confías en él?
—Sí —respondió Peter mirando a May directo a los ojos.
Ella asintió.
—Sí tú confías en él… quizás yo deba hacer lo mismo…
Virginia puso un pie en la oficina de Anthony y encontró
todo fuera de lugar. El hombre estaba sentado frente a la ventana bebiendo
whisky directamente de la botella. Ella suspiró y se acercó a él.
—¿Así es como vas a vivir a partir de ahora?
—Esto es genial. ¿Quieres un poco? —le preguntó,
extendiéndole la botella.
—No, gracias. De hecho, tienes que terminar esto.
—Ya lo hice.
—Quiero decir que tienes que buscar al muchacho, Tony —le
dijo, agarrando la botella casi vacía. Anthony la miró.
—Eso ya no importa, Pepper. No sé dónde está.
—Busca desde el principio. Busca a Rogers primero.
—Ya lo hice. No hay nadie ahí.
La mujer suspiró.
—¿Y sus amigos?
Anthony miró a Virginia con el ceño fruncido, pero fue
entonces que una idea se le cruzó por la mente.
—Tienes razón —susurró él antes de levantarse—. Llama a
los muchachos, voy a darme una ducha.
—Por favor, apestas.
Peter escuchó los pasos de Steve en el pasillo. Salió de
la habitación y se encontró con él frente a la puerta del suyo.
—Hola —le dijo.
—Hola.
—¿Problemas para dormir?
—Sí…
—La señora Barton decidió dejarlos dormir, así que…
—Ah, está bien. De todos modos, May estaba cansada.
—Claro —Steve sintió que el muchacho quería decirle algo
más, pero no podía—. ¿Podemos charlar un rato?
—Sí. Claro.
Ambos entraron al cuarto de Steve. El mayor se sentó sobre
la cama y miró a Peter.
—¿Sucede algo malo? —le preguntó.
—No. Para nada —suspiró el muchacho.
—Peter…
—No lo sé —dijo, suspirando—. Todo está sucediendo tan
rápido, que--
—Ven aquí —Peter se sentó al lado de Steve y apoyó su
cabeza sobre el hombro del rubio. El muchacho cerró los ojos y sintió las
caricias de Steve sobre uno de sus brazos, tratando de calmarlo—. ¿Te
arrepientes de haber venido?
—No. No me refería a eso. Es sólo que… estoy preocupado
por May. Sé que hay algo que no me está diciendo.
—Claro que ella va a estar preocupada. Por sobre todo,
estoy seguro que ella está preocupada por ti. Mira, he estado hablando con
Barton, no tienes nada de qué preocuparte.
—¿Estás seguro que Tony no nos encontrará aquí?
—Si tengo que ser sincero contigo… yo también tengo esa
duda… Pero, mientras tanto, ¿por qué mejor no dejamos de pensar en eso? —le
dijo, acariciando el cabello del muchacho—.Quiero que ustedes sean felices…
hasta que las cosas malas sucedan. Pero si pasamos por eso juntos, eso sería
muchísimo mejor, ¿no lo crees?
—Estoy muerto de miedo y tú tienes las palabras justas
para hacerme sentir mejor —dijo el aludido tratando de juntar sus manos
alrededor de la cintura de Steve—. Es por eso que te amo tanto.
—¿Sólo por eso? —el hombre se separó de Peter para tomar su rostro con
ambas manos y besar sus labios con ternura, haciéndolo sonreír.
—No. Tengo más de un millón de razones para amarte —Steve
sonrió y rodeó el cuerpo del muchacho con sus brazos—. Todavía sigo pensando…
—¿En qué?
—En él —Steve se separó de Peter para mirarlo a los ojos—…
Quiero decir… Él me mintió… respecto a los Acuerdos, respecto a todo… todo este
tiempo.
—¿A qué te refieres?
—Quiero decir que-- —Peter se dio cuenta que no sería
buena idea decirle a Steve que en realidad Anthony estaba enamorado de él. No podía
retractarse de lo que dijo, así que trató de cambiar de tema—. En realidad
nunca estaría de su lado. Él me chantajeó con lo del traje y la emoción que me
dio el pelear contra ti. Si hubiera venido y me hubiera hablado de los Acuerdos
de Sokovia, yo también sería un fugitivo de la justicia, pero nunca me sacaría
la máscara. Si estuviera de su lado eso significaría estar en dos lugares o más
al mismo tiempo… y no soy Multiple Man —Steve sonrió por su última frase—. No
podría poner la vida de alguien más por encima de otra.
—No fue tu culpa, Peter —dijo Steve—. No fue tu culpa…
Peter suspiró.
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