[Starker Week 2019] Día 07: Sí, señor Parker

Ciaossu~!!
Último *cofmásvaletardequenuncacof* día de la Starker Week :) Aunque como me pasó el año pasado, hice las historias conforme los días llegaban, salieron historias que me gustaron mucho (como la de los días 3 y 4), otras que iban saliendo sobre la marcha con cosas que pasaban en el momento (el día 2 es un claro ejemplo; metí ahí algo de Supernatural que nada que ver y que no habrán captado si no vieron la serie xD), y el caso excepcional, este último día, en el que retomé un 5+1 que no pude terminar para la SW del año pasado, y que me llevó a elegir el otro prompt que estaba como opción :)
Espero que hayan disfrutado de las locuras que estuve escribiendo. Aunque me van mucho más los oneshots *cofoloslongficsquenuncaterminocof*, siempre estoy dispuesta a escribir para estos desafíos xD

Enjoy~ ♥

Título: Sí, señor Parker (mi original característica xD).
Prompt: Cambio de roles.

Fandom: Universo Cinematográfico de Marvel.
Pairing: Tony Stark/ Peter Parker.
Otra(s) pairing(s) mencionada(s): Michelle Jones/Pepper Potts.
Personajes: Flash Thompson (mencionado), Elizabeth “Liz” Toomes, Michelle Jones (mencionada), Pepper Potts (mencionada), Peter Parker, Tony Stark.

Formato: Oneshot.

Género: AU.

Rating: NC-17 (por las dudas).

Número de palabras: 1149.
Sinopsis: Tony es llamado por su jefe debido a su comportamiento en la reunión llevada a cabo con los miembros de la junta directiva de la empresa. Grande es su sorpresa cuando Peter Parker no sólo lo felicita por su comportamiento sino que, también, se muestra interesado en solicitar sus servicios de consultor para las futuras presentaciones de la compañía.

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( Día 01: Para siempre )
( Día 02: ¡Soy su fan, señor Stark! )
( Día 03: La habitación )
( Día 04: You Are My Everything )
( Día 05: I Love You 3,000 )
( Día 06: I'm Not Your Dad )

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Día 07: Sí, señor Parker.

No sabía si la mejor decisión que había tomado había sido la de renunciar a su anterior trabajo y seguir sus sueños. Principalmente porque seguir su sueño significaba ser esclavizado por un amo diferente al que había estado siendo sometido.

Suspiró sonoramente y esbozó una sonrisa cuando la secretaria llamó su atención para que ingresara a la oficina del presidente de la compañía. Él estaba hablando por teléfono en el otro extremo del lugar.

—Está bien… De acuerdo… Hablamos luego —dijo, una vez reparó en su presencia en el lugar—. Ven aquí —agregó mientras se levantaba de su silla y suspiraba, exhausto—. ¿Liz? ¿Puedes traerme una aspirina? Esta migraña me está matando —le dijo a la secretaria que había acompañado a su empleado.

Cuando la mujer los dejó a solas, Tony Stark sintió lo que era el verdadero terror inundándolo por completo. Tragó saliva en seco mientras su jefe, el maldito Peter Parker, arreglándose el saco y la corbata, caminaba hacia él. En ese momento reconoció su error. La puerta a sus espaldas se abrió, ocasionando que el aire frío que se coló le diera escalofríos. Vio a Peter agradecerle a su secretaria la aspirina luego de beber un sorbo del vaso de agua que también le había llevado, pero el tamboreo de su corazón repicando en sus oídos le impidió oír sus palabras—. Y bien… ¿Me recuerdas tu nombre? —le preguntó una vez la secretaria se retiró, caminando alrededor suyo como si en cualquier momento fuera a atacarlo.

—Stark… Tony Stark, señor.

—Stark… Lo que hiciste hoy —se la veía venir. No había pasado ni un mes en Industrias Parker que ya iba a ser despedido de una patada donde no le da el sol. Y lo peor no era eso, lo peor es que su paso por tan prestigioso lugar iba a quedar marcado a fuego en su vida aún cuando él no diera referencias de haber trabajado en aquel sitio—… Lo que hiciste hoy fue una maravilla.

Hasta ese momento Tony había mantenido los ojos cerrados, esperaba una catarata de insultos. Sabía por boca de sus compañeros que el señor Parker era bastante impulsivo y un tanto irrespetuoso con sus empleados. Abrió primero un ojo y luego el otro al oír sus palabras.

—¿Qué?

—Le cerraste la boca a Thompson, ¿eso te parece poco? Muchacho, ¡por Dios! ¡Sería capaz de promoverte a la vice presidencia de no ser porque mi mejor amigo está en ese cargo! —Peter le palmeó la espalda y se sirvió un vaso de whisky antes de sentarse en uno de los sillones que estaban a un costado.

—¡Señor Parker! —el aludido lo miró, impidiendo que el líquido ambarino tocara sus labios debido a la interrupción—. No debe beber alcohol…, señor…

Peter se enterneció por las palabras de su empleado. ¿Cuándo había sido la última vez que alguien se había preocupado por él sin esperar algo a cambio? Su mirada se cargó de una nostalgia que se volvió en un nudo en su garganta, nudo que deshizo pasando un poco de saliva.

—¿Qué quieres, Stark? —le preguntó Peter, dejando el vaso sobre la mesa de vidrio frente suyo.

—¿Perdón?

Nuevamente, Peter se quedó de pie frente a él. Era apenas un poco más bajo que Tony, y no podía describir su contextura física con toda esa ropa encima. Cuando se encontró con su brillante mirada avellana, Tony desvió su vista.

—Sí, ¿qué quieres? ¿Cuáles son tus ambiciones en esta empresa?

—Disculpe, señor, pero, ¿esto es una prueba? Ya he respondido eso en recursos humanos…

—Ahora yo soy los recursos humanos, muchacho. Anda, dime, ¿a qué aspiras trabajando en mi empresa?

—Bueno… Me gustaría traer a mi familia… Soy hijo único, mis padres están en otro país-

—¿Eres inmigrante?

—¡Tengo los papeles al día, señor! —exclamó el aludido, entrando en pánico.

—Lo sé. Sino no estarías aquí —trató de tranquilizarlo Peter con una sonrisa.

—Quiero ser reconocido, quiero hacer algo por ayudar el mundo que me rodea, quiero ser alguien por quien mis padres se sientan orgullosos. Pero, por sobre todo, aunque sea egoísta, quisiera hacer todo lo posible para que estén aquí conmigo.

—No eres egoísta, Tony. Es… Tony, ¿no?

—Sí, señor.

—Tony… No eres egoísta. Y en cierto punto, te entiendo. Mira, a diferencia tuya, yo heredé este imperio, pero es difícil mantenerlo en pie si idiotas como Thompson no siguen tu línea de trabajo, ¿me entiendes?

—Sí, señor.

—Dime, Peter, por favor. Cuando estemos solos, puedes llamarme Peter.

El dueño de Industrias Parker vio la expresión de duda en el rostro de Tony. Le despertó ternura su reacción. ¿Cuántos años tendría? Luego se encargaría de desentrañar el misterio que era Tony Stark para él en ese momento.

—Como usted diga…, Peter.

El aludido revoleó los ojos. Al menos ya lo llamaba por su nombre, era todo un avance.

—Me gustaría contar con tu colaboración en calidad de consultor para las próximas reuniones.

—Siempre y cuando sea sobre mis invenciones…

—No. No sólo para defender tus presentaciones. Mira, Tony, no tienes ni idea del revuelo que generó tu presentación en esa sala de reuniones. Tengo asociados que me ruegan que te deje ir con ellos. ¿Quieres saber cuál fue mi respuesta?

Tony sintió cómo el nerviosismo hacía que su piel ardiera por la forma en que estaba siendo observado por aquel sujeto.

—¿Cuál fue…?

—Les dije que ni de broma te dejaría ir.

La forma en que Tony estaba siendo observado era tan intensa que lo incomodaba, pero, al mismo tiempo,  algo más se estaba generando en él, algo para lo que todavía no tenía nombre. Afortunadamente, el teléfono sonando sobre el escritorio de Peter impidió que el “concurso de miradas” siguiera.

—Señor, si eso es todo…

—Claro, claro, puedes irte —le dijo el aludido antes de sentarse en su silla y atender la llamada—. ¿Diga? Sí, estuvo aquí. De hecho, acaba de irse. ¡Oh, MJ, no tienes idea! Es más, ¿quieres que te diga una cosa? Como que me llamo Peter Parker que este termina en mi cama. Que no te quepa la menor duda de eso. ¿Pepper? ¿Quién es Pepper…? Ah… Su amiga. Sí, puedes hacer lo que quieras con ella —Peter se acomodó sobre su silla, sintiendo un tirón en sus partes bajas—. Te lo juro, MJ, ese tipo es toda una delicia.

Tony sentía el contraste entre el calor de su cuerpo y la pared del cubículo del baño. Tenía que arreglarse antes de que alguien entrara y lo viera en esa situación vergonzosa, pero todavía sentía sus piernas entumecidas. Se estiró apenas hacia adelante para llegar al papel higiénico y agarrar un poco para limpiarse. Estaba jodido. Demasiado. Pero lo peor es que quería ser jodido por su jefe, quería ser jodido por Peter Parker, porque pensando en eso, pensando en él había llegado al mejor orgasmo de su vida.