5 de enero de 2012

[Oneshot] Dancin' in the secret (RyoTego)

Calooooooooorrrrrrrrrrrr >.<
Kanjani - Brillant blue
En casa :D


En realidad... Esto iba a ser un IkuTego, pero apareció Ryo en una fancam de Dye D, y me pudo más que Toma xDU
Así que bueno... No me babeen el teclado D: (?)
Enjoy~ ♥
Título: Dancin' in the secret
Pairing: Nishikido Ryo x Tegoshi Yuya
Resumen: Después del Countdown, todo puede pasar. Sobre todo dentro del Tokyo Dome, sin gente por los alrededores...

Dancin' in the secret
 
Las sesiones de fotografías para las shops de Año Nuevo habían llegado a su fin, aún así, no se les permitía regresar a su casa ni mucho menos, ya que a partir de las once menos cuarto empezaría el tan ansiado Johnny’s Countdown. Estar todo el día allí iba a destrozarle el cerebro. Peor aún, no sería capaz de verlo. Bufó, colgando la chalina a cuadros en su respectivo perchero antes de tomar un sorbo del café que estaba sobre la pequeña mesa redonda en torno a la cual estaba sentado segundos antes con sus compañeros de banda.
Tras ser llamado por un miembro del staff, salió del cuarto para hallarse casi en medio de una peatonal en pleno centro de Tokio. Sonrió, caminando con pasos acotados, viendo cómo los backdancers corrían de un lado a otro para apresurar su llegada al escenario. Sin darse cuenta, chocó con una persona, que lo agarró de la cintura para que se cayera al suelo.
- Perdón – Le dijo Yuya, girándose para mirar a su ex compañero de banda -. Ryo-chan…
A su lado, pasó el resto de Kanjani, a quienes dedicó una reverencia.
- ¿Vas a soltarme o piensas tenerme así por mucho tiempo? – Preguntó Yuya, sonriendo.
El morocho atinó a acercar apenas su nariz, rozando su cuello para aspirar el perfume que llevaba.
- Qué rico – Le susurró, sonriendo al ver sus ojos abiertos como platos. Acercó sus labios a los suyos, dirigiéndole una mirada llena de lujuria -. Hola, Tego – Besó apenas la comisura de sus labios, sin dejar de mirarlo a los ojos, quedándose a milímetros de su boca para pasar la punta de su lengua por el lugar que besó, antes de soltarlo -. Tu lápiz labial también es rico – Le dijo, guiñándole el ojo, antes de salir corriendo para reunirse con sus compañeros de banda. El corazón de Yuya pareció escapársele en ese mismo instante. Al irse Ryo, se dio cuenta de la forma anormal con la que latía. Aún sorprendido por su accionar, se quedó mirándolo hasta que desapareció de su vista. Su espalda fue golpeada por alguien, haciéndolo pegar un salto.
- Ah… Massu…
- ¿Estás bien? – Preguntó el pelirrojo, mientras Keiichiro y Shigeaki pasaban detrás suyo.
- Vamos, Tegoshi, ya está por empezar – Dijo el nuevo líder de NEWS.
- S… Sí – Dijo el rubio, siguiéndolos.

El concierto había pasado sin demasiado contratiempos, pero fuera de las reuniones que todos organizaban para festejar la llegada de un nuevo año, Yuya estaba muy cansado. Muy por el contrario de Ryo, que sí había salido con sus compañeros de banda y, siendo advertido por Takahisa, fue a buscar al rubio al Tokyo Dome, acompañado de una borrachera que sólo lo hacía tambalear. Entró al camarín, pasando perfectamente por todos los controles y personal del lugar, hallando sólo el sonido de la ducha abierta en el cuarto de baño. Sonrió y cerró la puerta del camarín con llave por si a alguien se le ocurría entrar. Sigilosamente entró al cuarto de baño, dentro del cual podían oírse varios gemidos que intentaban ser ahogados por su dueño. Se relamió los labios al ver la figura de Yuya, de pie al otro lado de la cortina de baño. Podía apreciar cómo, agarrándose de la húmeda pared de azulejos, masturbaba su miembro. Sin hacer el mínimo sonido, Ryo se desvistió y entró a la ducha, apreciando la espalda de Yuya. Posó su mano sobre la suya, acariciándolo más rápido, mientras apoyaba su cuerpo encima del suyo y su cabeza a su lado, sintiendo el agua de la ducha cayendo sobre él. Su mano se entrelazó a aquella que descansaba sobre los azulejos y sólo le dedicó una risa triunfal.
- ¿Tan caliente te dejé? – Le susurró, recibiendo por respuesta gemidos en respuesta a sus caricias -. Mi lindo rubio.
Miles de gemidos de placer se desprendieron de la garganta de Yuya. Ryo sentía que si los ángeles tenían sexo, aquellos serían sus gemidos. Su sonido era tan angelical que por el contrario de dejarlo, se deseaba seguir hasta convertirlos en gritos.
Lamió su cuello, besándolo detrás de su oreja, sintiendo cómo el cuerpo debajo suyo se estremecía. Con una mano abrió apenas los glúteos de Yuya para rozar su entrada con la punta de su ya erecto miembro, volviendo a posar la misma sobre sus tetillas para retorcerla sólo para generar un par de gritos guturales por parte de Yuya.
- Ahh… Ryo-chan, malo – Se quejó.
- ¿Malo? Te estoy masturbando y aún así me decís malo – Susurró sobre su oído, besándolo luego -. ¿Puedes sentirlo, Tegoshi? ¿Puedes sentir mi hinchado miembro rozando tu entrada? – Preguntó, sensualmente, apreciando de reojo el rubor en las mejillas del rubio. Sonrió por ello, porque sabía que sus palabras, lo excitaban y a la vez, lo avergonzaba aquello, excitarse sólo por escucharlo decir esas cosas. Acercó su mano a sus labios y gimió sobre su oído -. Lámelos…
Sin deseos de ir contra sus órdenes, asintió con la cabeza, agarrando su mano entre las suyas para empezar a lamer su dedo índice, recorriéndolo con la lengua una y otra vez, introduciéndolo entre sus labios para succionarlo, volviendo loco de placer a Ryo. Fue el morocho quien obligó a que juntara su dedo medio con aquel que estaba siendo succionado, cerrando los ojos con fuerza para engañar de alguna manera a su mente y hacerla pensar que lo que Yuya saboreaba era su propio miembro. Los movimientos sobre la virilidad del rubio se habían vuelto salvajes, siendo sus gemidos acallados tan sólo por aquello que le había hecho hacer el morocho, quien sonreía, al ver cómo Yuya hacía sus muslos hacía atrás, buscando la virilidad del morocho. A tan corta distancia de su cuerpo, Ryo sintió cómo el cuerpo debajo suyo se tensionó, oyendo el compás de su respiración. Centró uno de sus dedos sobre su glande, ocasionando que pegara un grito de placer.
- ¡¡Ahhh!! ¡No! ¡Ryo! ¡Yo…!
- Lo sé – Susurró, mordiendo su cuello, volviendo a masturbarlo con velocidad. El cuerpo de Yuya se irguió, apoyándose contra el de Ryo, sin dejar de ser masturbado mientras el morocho depositaba varios besos sobre su hombro, mirando de reojo sus reacciones. El cuerpo de Yuya tembló. Al mismo tiempo que Ryo lo dejaba correrse, estaba siendo penetrado, lanzando el rubio un sonoro grito de placer que le desgarró la garganta. Su cuerpo volvió a encorvarse, siendo embestido por Ryo, tragando saliva con dificultar para volver a gemir -. ¿Qué… se siente…? ¿Acabar al... mismo tiempo que te penetran…?
El rubio intentaba agarrarse de los azulejos, pero no había manera, en un momento, sus manos resbalaban por lo que debía volver a subirlas. Fueron las manos de Ryo entrelazadas a las suyas la que le permitieron tener un poco de sostén.
- Ry… Ryo…
- Tegoshi – Gemía el morocho, perdido, buscando enterrarse en el cuerpo de Yuya, besando su nuca, lamiendo su espalda, dejándole incontables marcas que eran bien recibidas por el rubio. Ahora los roles se habían intercambiado y era Yuya quien manejaba el sexo de Ryo, contrayendo y dilatando su interior para su propio placer y el de Ryo. Aún así, poco le molestaba al morocho, en ningún momento se quejó, es más, cada vez que Yuya se contraía, lo embestía con más fuerza -. Deja de hacer… eso…
- ¿Por qué…? Si te gusta – Le sonrió el rubio.
- Sádico…
- Ese… ¿No serías tú…? Ahhh – Le dijo, con un tono infantil.
- Supongo – Jadeó -… Agradece que no te… estoy pegando…
- Eso sí que no… me hubiera gustado…
- Lo sé – Gimió, besando su cuello, apoyando su mentón sobre su espalda -. Por eso… Mhh… No lo hice… ¡Ngh!
Apretando las manos entrelazadas de Yuya a las suyas, Ryo sintió una corriente recorrerle la espalda, aumentando el ritmo de sus estocadas, si es que podía ir más fuerte.
- Ahh… Ryo…
Gimiendo, sintiendo cómo su miembro se hinchaba en el interior de Yuya, se corrió en su interior, lanzando un último grito de placer. Se quedaron unos pocos minutos tomando aire en esa incómoda posición.
- Se te va a… quebrar la espalda – Bromeó el morocho, dándole un sonoro beso sobre el omóplato, antes de quitar su miembro de su interior.
Yuya se incorporó, riendo ante las cosquillas que le generaba su espalda siendo acariciada por Ryo, para girarse luego y atraerlo hacia él con una mano sobre su cintura para besar sus labios suavemente, siendo Ryo quien lo acorraló contra la pared, entre risas y puso más pasión al mismo, buscando su lengua desesperadamente para entrelazarla a la suya, gimiendo al soltarse del agarre y sonreírle. Besó con ternura su frente.
- Te amo, Ryo-chan – Le dijo, con tono infantil.
- No me digas eso en ese tono.
- ¿Por qué? – Le preguntó, incrédulo.
- Voy a sentir que tengo sexo con un niño.
Yuya estalló en risas, abrazándolo, besando su rostro incontables veces.
- Pero no lo soy – Aclaró -. Cuanto mucho – Susurró sobre su oído -… Puedo ser una mascota obedeciendo a su dueño – Sonrió -. ¿Y bien? ¿Estás listo para una segunda ronda? – Le preguntó, guiñándole un ojo.
- Todas las que quieras, Tegonyan – Jadeó Ryo, besándolo luego.





5 comentarios:

  1. ME ENCANTO ESTE TAMBIEN!!! O_O Lo leí en el 1 jajajaja XD

    Me imaginé a la perfección cada gesto de maldito que hacía Ryo, y cada cara dmfcklasdmfklsmda de Tego jajaja

    Lo amé!!!

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    Respuestas
    1. Gracias x3

      Es que es fácil imaginarse a estos dos en esa situación, sus expresiones, quiero decir ._.

      No sé que tienen *cofapartedequesepartansoloscof* que una puede imaginarse con facilidad sus expresiones xD

      Gracias por leer :3

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    2. Anónimo5/8/12, 1:19

      SIIIIIIIII, de verdad es muy fácil imaginarlos nkjnjkbjhbjhbjhjnbjkbnkjnkjn

      De nadaaaaa!!!! Segui escribiendoo ^^

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    3. Ahora que finalmente te pusiste a leer mis fics, CON GUSTO *-*

      xDDDDD

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    4. SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! Tarde pero seguro :$

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