Calooooor ;A;
Kato Kazuki - Easy go
En casa
No me había dado cuenta de que no había subido acá este fic :P así que, acá lo tienen xD
Es un completo AU en el que Jin y Tegoshi fueron amigos de la infancia, pero por circunstancias mencionadas, la familia de Akanishi tiene que irse con el mencionado a la ciudad.
Título: Hanamuke
Pairing: Akanishi Jin x Tegoshi Yuya; Ikuta Toma x Tegoshi Yuya (es que Toma tiene que ser el cornudo de la historia u.uU)
Capítulo: 01/ ¿?
Resumen: Jin regresa a su pueblo natal en busca de su primer amor, pero este rehizo su vida con otra persona...
Kato Kazuki - Easy go
En casa
No me había dado cuenta de que no había subido acá este fic :P así que, acá lo tienen xD
Es un completo AU en el que Jin y Tegoshi fueron amigos de la infancia, pero por circunstancias mencionadas, la familia de Akanishi tiene que irse con el mencionado a la ciudad.
Título: Hanamuke
Pairing: Akanishi Jin x Tegoshi Yuya; Ikuta Toma x Tegoshi Yuya (es que Toma tiene que ser el cornudo de la historia u.uU)
Capítulo: 01/ ¿?
Resumen: Jin regresa a su pueblo natal en busca de su primer amor, pero este rehizo su vida con otra persona...
Capítulo 01: Reencuentro
Dos niños estaban
frente a un hermoso lago, tomados de la mano. Tenían casi la misma altura. Uno
de ellos gimoteaba.
- Prométeme que me
vas a esperar.
El niño que
sollozaba asintió con la cabeza, enjugándose las lágrimas.
- Te voy a esperar
para siempre.
Su oyente rió,
soltándolo y acariciando su cabeza.
- Tan tierno –
Susurró. De su bolsillo, sacó un collar con dos anillos como dijes. Abrió el
mismo y sacó uno de sus anillos entregándoselo a su acompañante -. Recuérdame…
Un auto importado, descapotable, entraba a un pequeño
pueblo. Los lugareños, por supuesto, estaban sorprendidos por aquel visitante
que llegaba a molestar la tranquilidad de su pueblo. El automóvil fue derecho
por la avenida principal hasta llegar al hospital que marcaba el final de la
misma. El recién llegado estacionó el automóvil frente al edificio, cerró el
techo y bajó del vehículo.
Sus cabellos eran de un color negro azabache, sus ojos
estaban cubiertos por un gran par de lentes de sol. Llevaba una camisa celeste
con rayas blancas y un saco negro colgado al hombro, haciendo juego con sus
pantalones de vestir. De calzado, llevaba unos mocasines marrones. Cerró la
puerta del automóvil, le puso la alarma y se dirigió al hospital, ante la
mirada atónita de los visitantes.
Parecía uno más del lugar, su conocimiento acerca del
hospital era envidiable. Caminó por el largo pasillo y se dirigió al patio
principal, en medio del edificio. Detuvo sus pasos al ver a una mujer mayor de
cabello rubio y con canas, atado en un rodete frente a una fuente que ya no
largaba agua desde hacía un largo tiempo pero que, aún así, permanecía limpia,
como si esperara a que el agua saliera alguna vez. Rodeado el lugar por
pacientes y gente que iba allí por consultas o de visitas, el muchacho se
acercó a ella con una sonrisa.
- Nana-san – La llamó con tono infantil.
La mujer se quedó perpleja ante aquella voz sumamente
familiar. Se giró para mirar al recién llegado, llevándose una mano para tapar
su boca.
- No puedo creerlo - Extendiendo sus brazos -… Pero si
estás hecho todo un hombre, Jin.
Avergonzado, el morocho estrechó a la mujer entre sus
brazos, ambos regocijantes de felicidad.
- Ven – Dijo la mujer, agarrándolo de la mano -. Vamos a
tomar algo a la cafetería. Tengo algo de tiempo libre.
Siendo guiado por Nana, Jin fue llevado a la cafetería,
quitándose los anteojos de sol apenas entraron.
- Ahh… Pero si no ha cambiado en nada…
- Así es – Dijo la mujer, mirándolo -. Nada ha cambiado –
Le sonrió, acercándose junto a él a una de las tantas mesas que allí habían -.
Quédate aquí, ahora te traigo algo.
- Muchas gracias.
Nana se acercó a las mujeres que atendían el lugar
pidiéndole que le alcanzaran comida que ella eligió del menú, mientras que Jin
intentaba familiarizarse con la cantidad de personas que allí habían,
intentando recordar sus rostros, sus nombres, pero fallando en el intento.
- ¿Qué sucede? – Preguntó la mujer, acercándose con dos
bandejas, al ver la cara de frustración del morocho.
- Me mentiste, este pueblo ha cambiado demasiado – Dijo,
entre risas, mientras la mujer se sentaba frente a él.
- Realmente no ha cambiado mucho – Dijo la rubia,
empezando a devorar el contenido de su bandeja -. Es sólo que tú te olvidaste
de nosotros.
- ¡Por supuesto que no me olvidé! – Dijo el muchacho,
sonriendo.
- ¿Entonces, por qué nunca viniste a visitarnos? –
Preguntó su oyente, comiendo.
- Mi mamá empeoró - La rubia dejó de comer y le prestó
más atención -… Tuvimos que ir a Estados Unidos a seguir con el tratamiento.
- Yo…
- No tienes de qué preocuparte – Dijo Jin, rápidamente -.
Si se hubiera diagnosticado antes… Quizás no hubiera… terminado como terminó…
- ¡Ah! Yo lo…
- No está muerta – Rió -. Pero sí sigue en Estados Unidos
con mi padre.
- Ya veo – Nana suspiró, aliviada, volviendo a ponerle
atención a la comida que esperaba ser
comida por ella -. ¿Y tú cómo estás?
- Excelentemente bien – Reconoció el morocho, con una
sonrisa. Estaba por comer un bocado, pero dejó el trozo de comida a un costado
y miró a la mujer -. Ah… Nana-san…
La aludida digirió rápido su comida para poder hablarle.
- Está en la tienda. Viene a ayudarme cada tanto. Él se
ha vuelto una persona muy amable, ¿sabes? Estará encantado de verte. Ve, ve –
Lo ahuyenta con las manos.
- Pero… Y la comida…
- Yo me encargo, ve de una vez – Dijo la mujer,
acercándose la bandeja que pertenecía a Jin.
- ¿La comida de este lugar sigue tan mal?
- Son sus hijas… Pero cocinan del mismo modo – Dijo Nana,
provocando que su oyente sonriera de lado.
- Entonces… Me voy…
- ¿Tienes lugar donde hospedarte?
- N… No… - Reconoció el muchacho, sonrojándose.
- Bueno, dile a ese hijo mío bueno para nada que te
prepare la habitación de huéspedes.
- ¡Ah! No… Pero…
- Nada de peros – Lo señaló con un palillo -. Es lo menos
que puedo hacer para darte la correspondiente bienvenida a este pueblo.
Jin sonrió.
- Gracias.
Recibió un signo de victoria como respuesta, ya que Nana
devoraba aquella comida que tanto odiaba.
Jin salió del hospital y tras subir al automóvil volvió
su camino hasta llegar a un mercado. Bajó del automóvil y se acercó, con el
ceño fruncido, a un muchacho que llevaba cajas de un lado a otro. El mismo se
detuvo en un momento dado, desatándose la toalla que tenía sobre su cabeza para
secarse la cara, percatándose de que había alguien a sus espaldas al ser
delatado por la luz del sol que proyectaba su sombra.
- ¿Sí? – dijo el muchacho, no más grande que él girándose
para verlo. Estaba sudado culpa del trabajo. Llevaba una camisa a cuadros
abierta y una musculosa debajo de ella. Unos pantalones de jean y unas
zapatillas terminaban de vestirlo.
- ¿Yuya?
El morocho frunció el ceño ante la pregunta.
- Adentro – Susurró. Jin le agradeció y entró casi
corriendo al local, bajo la mirada del morocho, quien lo miró hasta que lo
perdió de vista al ser asustado por un leve golpe sobre su espalda.
- ¿Qué sucede?
- Tai-chan – Dijo el aludido, llevándose una mano a su
corazón para comprobar si éste seguía latiendo -. Un tipo… estaba buscando a tu
hermano…
- ¿Eh? ¿A niisan? – Miró dentro del supermercado,
acercándose tanto a las puertas, que ocasionó que estas, al ser automáticas, se
abrieran solas -. Me pregunto quién será…
No había gente en el lugar, solo unos cuantos ayudantes y
las cajeras. Ninguno de ellos reparó en su presencia. La época navideña había
llegado, mas no aún la nieve, y como tal, todo el pueblo debía ponerse a tono.
Un muchacho de cabellos rubios, vestido de camiseta, remera, jean, zapatillas
de lona y una camisa atada a la cintura, intentaba colgar una guirnalda sobre
un clavo que, aún estando sobre la escalera, era inalcanzable. Sobre el último
escalón de la misma, mantenía apoyados los adornos con los que fue decorando el
lugar. Se puso en puntas de pie, probando si así alcanzaba colgar la guirnalda.
- ¿Quieres tomar algo? – Le preguntó el muchacho que
estaba afuera al otro que lo seguía, abrochándose la camisa.
- ¿Tienes frío? – Preguntó el morocho, sonriendo.
- Bueno, estamos en invierno.
- Ah. Mira – Señalando a Yuya estirarse hacia un clavo.
- ¿Qué está haciendo…?
- Parece que quiere colgar esa guirnal—
Sus palabras fueron interrumpidas por la silueta de Yuya
cayendo de la escalera al fallar en su intento por decorar el lugar.
- ¡Yuya!
Cerró los ojos. Frunció el ceño al encontrarse todavía
con vida.
Abrió un ojo y después el otro.
- ¿Estás bien? – Le preguntó Jin, arrodillado en el
suelo, sosteniéndolo en brazos.
- Ehm… Sí…
- Qué bien – Sonrió. Yuya lo miró con ojos curiosos,
preguntándose por qué se le hacía tan familiar aquella sonrisa. Vio sus
facciones pero no había caso, no podía recordarlo. Sus ojos se detuvieron en el
collar que tenía alrededor de su cuello. Sus manos rápidamente acariciaron su
clavícula para dar con el dije, calvando su vista en la del morocho.
- ¿Ji… Jin…? – Susurró, sin creerlo.
- Hasta que al fin me reconoces.
- No… No puedo… creerlo.
Con una enorme sonrisa en el rostro, Yuya abrazó al
recién llegado, aún siendo sostenido por él.
- Niisan…
- ¡Ah! ¡Tai!
Yuya se incorporó, ayudando a Jin a levantarse, dándole
la mano para hacerlo.
- ¿Estás bien? – Preguntó el mayor al lado del más
pequeño, quien se disponía, en compañía de Jin, a juntar las cosas que habían
caído de la caja que Yuya tenía con los adornos.
- Sí, por suerte estaba Jin – Le respondió, metiendo
ambas manos en los bolsillos traseros de su pantalón, dirigiendo su mirada
hacia el mencionado -. ¡Ah! No los presenté.
- ¿Mh?
Jin y el otro muchacho se levantaron y se acercaron a los
otros dos sujetos.
- Los presento, quizás tú no lo recuerdes, Tai, pero él
era vecino nuestro y un gran amigo mío cuando era niño. Su nombre es Jin
Akanishi. Jin, él es Toma Ikuta.
Ambos muchachos se estrecharon las manos.
- Encantado de conocerte – Dijo Jin -. Tú eres…
- La pareja de Yuya – Respondió, secamente el aludido.
La expresión de Jin era de una sorpresa absoluta.
- Ah. Ya veo.
Toma soltó a Jin y se dirigió a auxiliar a Yuya, quien
juntaba entre sus manos, trozos de adornos rotos. El hermano del rubio se
acercó a Jin y se señaló.
- ¿Me recuerdas?
- Claro que sí. Tai-chan, ¿no? – Acariciando su cabeza -.
Sí que has crecido. Deja de comer o vas a pasarme dentro de poco.
La sonrisa que se dibujó en el rostro de Taiga fue una de
las más hermosas antes vistas. Prácticamente se lanzó a los brazos del mayor,
abrazándolo con fuerza, siendo su abrazo correspondido entre risas.
- ¡Jin-niisan!
- ¿Niisan? – Preguntó Toma, pasmado.
- Una forma de decir – Dijo Yuya, agarrando la caja entre
sus manos -. Jin era amigo mío cuando éramos niños.
- Ah – Dijo el aludido -. ¿Y por qué se fue?
- Mi madre tiene cáncer – Respondió el morocho, oyendo su
pregunta -. En estos momentos, ella sigue un riguroso tratamiento en los
Estados Unidos.
- ¿Cuánto vas a quedarte, niisan? – Le preguntó Taiga,
entusiasmado.
- Mhh… La verdad… No lo tengo pensado…
- ¿Dónde piensas quedarte? – Preguntó Yuya.
- En tu casa.
- ¿Eh? – Preguntaron al unísono Toma y su pareja.
- Nana-san dijo que me prepares el cuarto de huéspedes –
Dijo el morocho, sonriendo ampliamente.
La expresión en el rostro de Toma se parecía a la de un
tigre a punto de atacar a su presa directo a la yugular. La llegada de Jin iba
a hacer que esa Navidad sea una bastante caliente…
mirá, vi que aparecía en el FB y tuve que entrar a leer XDDDD quiero saaangre!!
ResponderEliminarESTO ES ESPARTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA~!
x3
ResponderEliminarGracias, Potushushu~ ♥
NO ES ESPARTA, LOCAAAAAA D:
Es confusión de sentimientos por la llegada de un primer amor xD
Igual, Toma no va a saltar hasta que vea que el otro le pone UN DEDO encima a Tego *-*
SÍ QUE ES ESPARTA!!! SI YO LO DIGO LO ES! (?)
ResponderEliminarvamoooooooooooooooos Jin!! xD LOL me hace acordar a nuestro rol que nunca seguimos ¬¬
NO, NO LO ES D:
ResponderEliminarY tampoco es lo mismo, no está Yabu xD
ahh... es una pena... entonces no voy a leer más (?) hablame por msn cuando quieras, eh ¬¬
ResponderEliminarAy, sólo porque no está Yabu D:
ResponderEliminar¿Si te prometo Esparta, lees? Hay nieve (? La nieve se derrite, moja cuerpos, sexy (??????? La nieve es sexy (???????????????????????
Paja abrir la ventana xD Hablame vos~ ♥
SÍ, SÓLO PORQUE NO ESTÁ YABU (?) mentira xD en realidad, yo nunca leo fanfics xD así que te hice el honor de pasarme por acá y leer JOJOJO (?) dudo que siga leyendo xDDDD
ResponderEliminarQué pajera xD
ResponderEliminarSe agradece el honor. Ya tengo algo qué festejar el año que viene en esta fecha (?
Ah... era el hermano... ¬¬ (?)
ResponderEliminarInsisto... CON MUCHO DOLOR EN EL ALMA... eso es incestuoso, te juro T_T
Sí, solo me voy a dedicar a sufrir por mi hijo en los comentarios, tá?? >_<
xxDDDDDDDDDDD
Te amo, sweety~♥
JAJAJAJAJAJA...
EliminarQue no~~ D:
Si Tego es re santo (????????
Bueno... Pero comente *-* A todo esto... ¿le gustó? xDU
Me también la ama, Sweety bellosa~ ♥
Oooooh amé la intro, super romántica!♥
ResponderEliminarTendrías que haber visto LA cara de idiota que puse con ese "Recuérdame…" jlkdfkllkdmbglkdgmz
GENIAL este capítulooooooo...
Y eso que era Jin xD
EliminarAunque bueno, Jin de peque es dfhkjdhfjkdhjkf <3 re amor x3 jajajaja...