20 de diciembre de 2011

[Chain of love] Capítulo 09 - Dudas

Lalala~
El ruido de la tele que se escucha mal xD
En casa~


Título: Chain of love
Pairing: Nishikido Ryo x Kato Kazuki; Ikuta Toma x Tegoshi Yuya
Capítulo: 09/ ¿?
Resumen: Ryo toma cierta distancia de Kazuki, lo cual ocasiona que éste vaya a verlo a la empresa, encontrándose con un problema ajeno: Toma y los celos que le genera la cercanía de Takahisa con su pareja.


 Capítulo 09: Dudas

Dos sujetos miraban a otro que estaba fuera del edificio, mientras cuchicheaban, pegados al vidrio.
- ¿Qué estará haciendo aquí?
- ¿Hace cuánto está ahí? - Examinó su reloj.
- Te diría que desde la mañana, pero no estoy del todo seguro.
- ¿Le preguntamos al guardia?
- Lo que faltaba es que lo echen por acosador. Déjalo, nadie se dio cuenta.
- ¿Qué hacen aquí?
Yuya se pegó al vidrio, mientras que Toma se dio vuelta para ver a la persona que les habló.
- Masuda-kun...
- ¿Terminaste tu almuerzo, Tegoshi? - Preguntó el morocho, cruzado de brazos y con el ceño fruncido.
- Eh... Ah... No - Se llevó una mano a la cabeza -. No he comido nada, ¿me puedes espe---?
- Por supuesto que no - Agarrándolo de la mano como si fuera un niño -. Vamos, empezaremos las grabaciones omitiendo los sonidos de tu estómago.
- Oye - Dijo Toma, con voz grave, ocasionando que el dúo lo mirara-.  Suelta a Yuya.
- Es mi compañero de grupo - Dijo Takahisa, calmado -. Además, es desde que está contigo que Tegoshi está siendo irresponsable, Ikuta-san.
- ¡Massu! - Lo regañó Yuya, siendo soltado por el muchacho.
- Vamos, Tegoshi.
- Ah - Miró a Toma y luego a Takahisa, para volver nuevamente la vista sobre su pareja -... Después hablo con él, ¿sí?
El aludido asintió con la cabeza, forzando una media sonrisa. Los vio alejarse. Mientras bajaba las escaleras, ya fuera de la empresa, intentaba hacer memoria respecto a las palabras de Takahisa. Admitió que sus palabras eran ciertas, Yuya había sido regañado ya varias veces desde que estaba con él. Recordaba su puntualidad a sus ensayos, su vitalidad... Todo aquello había desaparecido desde que se habían puesto a salir.
- Me descubriste - Dijo Kazuki, quitándose los anteojos.
- Sí - Dijo el aludido, volviendo en sí, apoyándose él también contra el auto que estaba allí estacionado -. ¿Hace cuánto estás aquí?
- Desde el mediodía.
- Ya veo.
- ¿Qué sucede? - Le preguntó, entregándole la última lata de jugo que había en la bolsa que descansaba sobre el techo del auto -. No se te ve bien.
- ¿Cuánto puede cambiar una persona al salir con otra, Kazuki-san?
- ¿A qué viene eso? - Frunció el ceño.
- ¡Ah! ¡No tiene nada que ver con Ryo ni contigo! Es - volvió su vista al suelo, jugando con la lata -... Es Yuya... Lo regañaron... de nuevo...
- ¿Y antes no lo regañaban? - Toma negó con la cabeza, abriendo la lata y bebiendo su contenido -. ¿Por qué está así ahora?
- ¿Eh?
- ¿Se lo preguntaste?
- No... Yuya... A él no le gusta que me preocupe por sus cosas... Es decir... No le guste verme preocupado o mal por algo que le sucede a él. Es así de egoísta.
- Eso es porque te ama.
- Lo sé - Dijo, mirándolo, con una sonrisa en el rostro -. Pero a veces, ese egoísmo es molesto, ¿sabes? No sé qué le sucede a mi pareja y me pone de mal humor.
- Pregúntale - Kazuki posó su mano sobre el hombro de Toma -. Solo hablando se aclaran las cosas.
Toma sonrió.
- Gracias, Kazuki-san.
- De nada - Volvió a cruzarse de brazos, apoyándose contra el auto -. ¿A qué hora sale Ryo?
- Eh... No lo sé... - Sacando su teléfono celular -. ¿Quieres que le pregunte a Yuya?
- Por favor - Pidió el morocho, entre risas.
Toma marcó un número de su celular, bajo la sonrisa de Kazuki.
- ¿Yuya?
- "Estamos en medio de un ensayo, ¿podrías no molestar a Tegoshi?"
- Es... ¿Masuda-kun? ¿Puedes pasarme con Yuya? Sólo será un momento, quiero preguntarle algo - Pidió Toma, con su mejor voz de tranquilidad.
- "Como dije, estamos en medio de un ensayo. Lo siento, apago el celular."
Takahisa no le dio tiempo a Toma a responder.
Se quedó con los ojos abiertos, ante la mirada de Kazuki.
- ¿Sucedió algo, Ikuta-kun?
- Voy a matar a ese tipo.
La mirada se Toma se transformó por completo, parecía un asesino serial. Lanzó la lata al suelo y se dirigió con pasos firmes al encuentro con Takahisa. Kazuki lo seguía, intentando detenerlo, pero Toma no lo escuchaba, no podía, estaba enceguecido y lo único que quería era que su puño cerrado golpeara el rostro del compañero de grupo de su pareja.
Sabiendo de antemano su lugar de ensayo se encaminó a él, llamando la atención más la presencia extraña que lo seguía que el aire amenazante que destilaba. Abrió la puerta de la sala de ensayos, encontrándose con su pareja, Takahisa y demás letristas y colaboradores de grabación sentados en torno a una larga mesa. Pese a los gritos por parte de Kazuki, el recién llegado se acercó como quien lo lleva el diablo a Takahisa para levantarlo, estrellando la silla al suelo para arrinconarlo contra la pared, agarrándolo de la remera.
- ¡Toma! - Exclamó Yuya, levantándose de un salto de la silla.
- Perdón - Se disculpó Kazuki, dedicándoles una reverencia a los presentes, quienes lo miraron -. Intenté detenerlo, pero...
- Kazuki-san...
- ¿Quién te crees que eres para hablar así? - La voz de Toma, hizo que su pareja volviera su vista hacia él.
- Te lo dije, ¿no? Yo soy el compañero de trabajo de Tegoshi - La despreocupada mirada de Takahisa hacía que la sangre de Toma hirviera. Furioso, hizo que su mano derecha se cerrara en un puño y lo extendió para poder darle un certero golpe a la persona que tenía en frente.
-  ¡Toma! ¡No!
- ¡Cuidado!
Toma se dio vuelta, con los ojos abiertos como platos al ver a Yuya agarrándose la cabeza, apoyando una mano sobre la mesa, mientras dos gotas de sangre caían desde la misma.
- Tegoshi-kun - Kazuki se acercó al rubio, pero el mismo, con su otra mano, le hizo señas para que se alejara.
- Estoy bien - Musitó. Toma soltó a Takahisa y se acercó a él, agarrándolo del hombro.
- Yuya, ¿estás bien? - Susurró, preocupado.
- ¿Qué pretendes con todo esto, Toma?
El aludido se quedó perplejo ante su pregunta, sin poder responder a la misma.
- Disculpa la intromisión, pero - Toma miró a Kazuki -... Fue mi culpa. Yo le pedí a Ikuta-kun que te llamara. Necesitaba saber algo - Le dedicó una reverencia a todos, nuevamente -. Lo siento mucho.
Yuya levantó la vista. Toma había golpeado su frente con el codo cuando extendió su brazo para darle un golpe a Takahisa.
- Lo... siento... - Susurró Toma, a su lado.
Yuya lo miró y sonrió, bajo la mirada de su compañero de trabajo.
- Tonto - Se incorporó, examinando la cantidad de sangre que había derramado posando suavemente dos dedos sobre el golpe -. Estoy bien, solo fue un golpe - Sonrió, sabía que de ese modo, tranquilizaría a Toma.
- Voy a...
- No te preocupes, te dije que estoy bien - Buscó sus ojos, encontrándolos rápidamente -. Confía en mí. No es nada que un apósito no pueda arreglar. ¿Para qué me necesitabas, Kazuki-san?

Se miró en el espejo. Sabía que el maquillaje no sería eterno por lo que debió recurrir a la ropa. La puerta abriéndose, ocasionó que cubriera en forma rápida su cuello con una chalina.
- ¡Ah! ¿Sigues aquí?
- Subaru...
- Parece que hubo una pelea con tus ex compañeros.
- ¿Eh? ¿Qué sucedió?
- Hubo disturbios en el camarín de Tegomass.
- ¿Eh...? Eso es imposible - Dijo Ryo, entre risas -. Esos dos se llevan de maravilla.
- No fue entre ellos dos exactamente - Dijo el muchacho, buscando algo en su bolso -. Parece que Ikuta tiene algo que ver.
- ¡¿Toma?!
- Síp.
Con pasos presurosos, Ryo se dirigió al lugar donde se hallaban Yuya y Takahisa, encontrándose con Kazuki apenas entró.
- Ka... zuki... - Susurró. El aludido se dio vuelta y sonrió.
- No te preocupes, Tegoshi-kun - Antes de que Ryo pudiera darse vuelta y escapar, estaba siendo agarrado por Kazuki del brazo y alejado del lugar -. Ya encontré lo que buscaba.
- ¿Seguro que no quieres nada? - Preguntó Toma, luego de ver cómo Ryo era llevado a la fuerza.
- No. Está bien - Le respondió su pareja, con una sonrisa.
- Entonces, me retiro - Dijo el aludido, dedicándoles a todos una reverencia y saliendo con pasos presurosos del lugar.
- ¿Massu?
- ¿Sí? - Preguntó el aludido, sentándose a su lado.
- ¿Puedes traer el botiquín de primeros auxilios? - Pidió, apenado, el rubio.
- Sí que eres tonto, Tegoshi.
El aludido sonrió ante la caricia que recibió sobre su cabeza. Cuando Takahisa se levantó, Yuya miró la puerta por la que, segundos antes, se había ido su pareja, suspirando amargamente.

Ryo fue arrastrado por toda la empresa hasta dar con la salida. Kazuki se detuvo una vez que lo hizo entrar a su auto y puso el mismo en marcha, impidiendo de ese modo que se escapara.
- Kazuki, ¿qué te sucede? - Vociferó Ryo.
La respuesta que obtuvo fue una increíble frenada. Sin darse cuenta había llegado al edificio donde vivía su pareja.
- A ti que te sucede. ¿Sabes las veces que te llamé? ¿Lo mucho que me preocupé por ti anoche? No atendiste el celular, ni el teléfono de tu departamento, ni el celular que te entregó Tegoshi-kun y para colmo, ninguno de ellos sabía qué había sucedido contigo. Ryo - Lo miró fijo a los ojos, al mismo tiempo que el morocho intentaba por todos los medios no encontrarse con los suyos -..., ¿dónde estuviste anoche?
Ryo se mordió el labio. ¿Qué podía decirle para parecer inocente? Todas las cartas estaban en su contra. No había forma de escapar y Tomohisa tenía todas las de ganar. ¿Qué debía hacer? ¿Mentir? ¿Decir la verdad? ¿De qué forma saldría mejor parado? ¿De que forma podría salvar a... Tomohisa...? Se sorprendió a  sí mismo. Después de todo, lo seguía apreciando. Después de haberlo escuchado llorar después de haberlo violado, de pedirle perdón entre sueños, él lo había perdonado -. Ryo... ¿Estuviste con Yamashita-kun?
- Kazuki...
- ¡Respóndeme, por favor! - Lo agarró de los brazos, ocasionando que la chalina que cubría débilmente el cuello del morocho se deslizara sobre sus brazos, pudiendo ver de ese modo una innumerable cantidad de hematomas -. Esto...
- Pi - La mirada desorbitada de Kazuki se posó sobre la suya. Ryo estaba tranquilo, tenía miedo, pero a la vez, sabía que si él entraba en pánico, el efecto en Kazuki sería peor -... Yamapi... Me violó...
- ¿Q... Qué...?
- Kazuki... Escúchame, por favor... - Frunció el ceño, no entendía qué estaba sucediendo, realmente no lo entendía. Sin soltar a Ryo, por el contrario, agarrándolo con más fuerza, escuchó claramente cada una de sus palabras -. Él no quería hacerlo. Ayer me dijo que fuera por mis cosas. Estoy seguro de que quería hacer las paces conmigo, hablar - El aludido ladeó su cabeza de un lado a otro, chistando. Ryo tomó su rostro con ambas manos y lo miró fijo a los ojos -. Kazuki... Estaba ebrio. Yamapi estaba ebrio.
Cerró sus ojos. Ryo comprendió que esa era la señal para soltarlo. Lo había escuchado y Kazuki iba a quedarse a su lado. No iría tras Tomohisa.
- ¿Por qué no me dijiste que fuera contigo?
- No quería molestarte - Apoyó su cabeza sobre su hombro, suspirando -. Sabía que ibas a estar muy cansado, además... Yo también lo estaba - Entrelazó su mano a la suya -. Ese fue mi error. Haber estado cansado, sino, me hubiera zafado fácilmente.
- ¿Y crees que me quedaré quieto después de lo que me dijiste? - Acarició su cabeza.
- Sé que no lo harás, pero tenías que saber la verdad.
No supo cuánto tiempo habían permanecido allí. El único sonido proveniente del interior del automóvil eran sus respiraciones acompasadas. Kazuki acariciaba con ternura la cabeza de Ryo que en ningún momento se levantó de su hombro.
- ¿Kazuki?
- ¿Mhh?
Ryo se incorporó y le dio un suave beso en la mejilla.
- Perdón - Musitó.
Kazuki sonrió.
- No tengo nada qué perdonarte. Tú no tienes la culpa.
- Pero me siento mal.
El aludido se incorporó y miró a su pareja a los ojos.
- Ryo... No tienes que culparte por nada - Lo abrazó, dándole un beso en la oreja que hizo que se zafara del abrazo, generando una sonrisa en Kazuki -. ¿Qué? ¿Te gusta? - Intentó hacerle lo mismo nuevamente, pero el morocho se negaba, entre risas -. No creas que vas a escaparte fácilmente de mí... - Lo agarró de un brazo y lo atrajo hacia él, quedando ambos frente a frente. Ryo se quedó inmóvil ante la mirada de Kazuki. Al sentir su respiración sobre su cuerpo suspiró entrecortadamente, haciendo que el mayor riera -. ¿Qué quieres decir con eso, Ryo? - Lo besó en los labios -. Qué te gusta, ¿verdad?
- Mhh... No... Kazuki...
Los labios del mayor bajaron hasta dar con el cuello de Ryo, con las marcas que Tomohisa dejó sobre su cuerpo para volver a marcarlas con más intensidad.
- Voy a marcarte para que cuando veas estas marcas solo me recuerdes a mí..., amor mío...
El cuerpo de Ryo se estremecía con cada caricia recibida por parte de Kazuki, susurrando su nombre de a ratos. Cuando pudo acostumbrarse a eso, buscó sus labios con desesperación, hallando la mirada de Kazuki y dándose cuenta del estado en que los había dejado ese "juego".
Kazuki siguió besando a Ryo, quien se lo pedía cada vez con más obstinación, mientras se acomodaba sobre el cuerpo de su pareja para inclinar el asiento hacia atrás y sentarse encima suyo. Sacó de un tirón la chalina que estaba entre los brazos de Ryo, y le sacó casi del mismo modo la remera que llevaba. Su bajo vientre notó la erección del menor al sentir el roce de su miembro contra el suyo, tensionándose. Su juego de besos siguió hasta rozar sus tetillas con la lengua, erizando la piel de su pareja, mientras sus manos se encargaban de despojarlo de su pantalón y su ropa interior. Ryo abrazó a Kazuki, desvistiéndolo del mismo modo en que el mayor lo había hecho con él, besando su cuello, gimiendo sobre su oído ante las caricias que le proporcionaba a su virilidad. El menor se tensionaba entre gemidos, rindiéndose por completo a sus caricias, sintiendo el roce del miembro de Kazuki contra el suyo.
- No... No aguanto más... - Suplicó, clavándole la vista.
Kazuki besó sus facciones hasta dar con sus labios, gimiendo antes de besarlos. Condujo su virilidad a la entrada de Ryo, penetrándolo lentamente, sintiendo cómo los dedos del morocho se clavaban en su espalda.
- Te amo - Susurró Kazuki, empezando a moverse lentamente en el interior de Ryo, abrazándolo con fuerza -. Nunca... Voy a dejarte ir... Siempre voy a estar... contigo - Se acercó a sus labios y los besó. Cuando abrió los ojos, vio cómo dos pequeñas lágrimas caían de los ojos de Ryo - ¿Qué... sucede...? ¿Te... lastimé...?
- No, idiota - Respondió el aludido, con una sonrisa -. Es que me hace tan... feliz escucharte decir esas cosas.
Kazuki sonrió, besando la frente de su pareja.
- Voy a pelear contra todos por ti - Besó su mano.
- Yo también - Agarró su rostro para besarlo desesperadamente. Su cadera fue contra el miembro de Kazuki, acto que lo hizo gemir y sonreír, al sentir su glande chocar contra su interior. El mayor aumentó el ritmo de sus embestidas sobre el cuerpo de Ryo, separándose de sus labios para que éste pudiera gemir. La respiración de ambos estaba empañando poco a poco los cristales del automóvil. No sabían si había alguien afuera o pasando por allí pero en caso de hacerlo, era imposible que no oyeran sus gritos de placer. El ritmo cardíaco de ambos se estaba elevando a niveles incontrolables. Lo que uno necesitaba, lo tenía el otro. Eran una adicción, uno para con el otro.
Las respiraciones de ambos se entrecortaron al mismo tiempo. Abrazándolo con fuerza, Kazuki se corrió dentro de Ryo; y Ryo hizo lo mismo, manchando la mano y parte de su cuerpo y el de su pareja. Se quedaron así un corto tiempo, el cual aprovecharon para intercambiarse besos y caricias.

Un suave golpe en la cabeza lo hicieron volver a Tierra. Al darse vuelta apenas vio a la persona que le había propinado el golpe.
- Yuya...
- ¿Me estuviste esperando aquí? - Le preguntó, sentándose a su lado, sobre uno de los escalones que conducían a la Jimusho.
- Sí... ¡Ah! ¿Qué es eso? - Pregunta, en referencia al apósito que tenía en su frente.
- ¿Esto? - Yuya se toca el apósito -. Esto fue tu culpa - Responde, con una sonrisa.
- Tegoshi - Lo llama Takahisa, quien bajaba las escaleras en ese momento. El rubio lo miró sonriendo -. Mañana intenta venir temprano. Hay muchas cosas que hacer para la próxima grabación.
- Lo sé, lo sé - Palmeó su hombro reiteradas veces, ante la mirada de su pareja.
- No me digas que lo sabes - Takahisa tomó la mano que lo palmeaba y la entrelazó a la suya, ocasionando que Toma frunciera el ceño -. Prefiero que me digas que lo harás.
Yuya suspiró y le sonrió.
- Lo haré, ¿de acuerdo? ¿Estás contento?
- Claro que sí - Soltó la mano de Yuya y se acercó a él para besarlo sonoramente en la mejilla -. Nos vemos mañana, entonces.
- Hasta mañana, Massu.
Toma se levantó, ocasionando que Yuya lo mirara, pero no halló la mirada de su pareja, sino su espalda.
- ¿Vamos?
- Sí - Dijo el rubio.
- ¡Oye, Tegoshi! - Lo llamó Tomohisa, quien había mirado la escena, escalones más arriba.
Toma estaba dirigiéndose al estacionamiento, por lo que no oyó la voz de su amigo. Yuya se detuvo a esperarlo.
- ¿Sí?
- Si vas a hacer escenas de enamorados con Massu, intenta no hacerlo delante de tu pareja - Le dijo, pasando al lado suyo. El aludido lanzó una carcajada. Tomohisa lo miró.
- ¿Crees que por qué Ryo te fue infiel yo haré lo mismo con Toma? - Sus ojos se enfrentaron -. Si Ryo se fue con Kazuki-san... Por algo será, ¿no, Pi? - Restándole importancia al hecho, siguió el camino que tomó su pareja.
- Sabes que Massu está enamorado de ti, ¿verdad?
- Claro que lo sé - Lo miró -. Pero yo estoy en pareja con Toma y enamorado de él - Dijo, poniendo especial énfasis a las últimas tres palabras -. Me voy, Yamapi. Que descanses.
Yuya se dirigió al estacionamiento de la empresa, hallándose con Toma a los pocos metros y dándose cuenta de que su conversación con Tomohisa había sido oída por él.
- No quiero que vuelvas a estar cerca de ese tipo nunca más - Sentenció el morocho, quien estaba de brazos cruzados, separándose de la pared y dirigiéndose a su auto, dejando a Yuya inmóvil.
- No.
La negativa del rubio hizo que Toma detuviera su andar y se girara unos 90° para mirarlo.
- ¿Qué?
- Que no lo haré. Me estás obligando a dejar ambos grupos y la respuesta es no - Su mirada hablaba con total honestidad. Toma suspiró.
- Entonces terminamos - Dijo el morocho, siguiendo su camino hacia el auto, esperando que Yuya lo sorprendiera y lo abrazara por detrás.
- Está bien - Toma detuvo su marcha, quedándose en su sitio, con los ojos abiertos como platos -. Si ese es el nivel de confianza que me tienes, no puedo estar contigo.
Cuando Toma se dio vuelta sólo vio el tráfico que pasaba por la ancha avenida.

Tomohisa llegó a su casa y se tiró en el sillón. Miró su teléfono celular. No tenía llamadas. El timbre hizo que se levantara, en medio de quejidos. Abrió apenas la puerta, ya que estaba la traba puesta.
- ¿Sí?
- ¿Podemos hablar?
- Pensé que habíamos hablado lo suficiente en el estacionamiento del hospital, Kato Kazuki-san.
- Entre esa charla y hoy pasó algo de lo que realmente me gustaría hablar contigo, Yamashita-kun - Dijo el aludido, con fingida sonrisa.
Tomohisa, cerró la puerta y tras suspirar, quitó la traba y abrió la puerta. Lo que sucedió segundos más tarde fue de forma tan rápida que no se percató de ello. Kazuki entró y cerró la puerta de su golpe, apoyando el cuerpo del morocho sobre ella, agarrando uno de sus brazos con demasiada fuerza.
- ¿Cómo es eso que violaste a Ryo?
Su mirada era la de un salvaje. Tomohisa no tenía escapatoria. Kazuki había entrado a su territorio, y este lo había aceptado sin negación alguna.





No hay comentarios:

Publicar un comentario