15 de octubre de 2018

[Kinktober 2018] Día 12: Lamer (Tony Stark x Peter Parker)

Ciaossu~!!
Voy a tratar de hacer una maratón de escritura y publicación empezando desde ya. Espero tener suerte xD
Espero que les guste

Enjoy~

Temática elegida: Lamer | Pet Play | Rimming | Ropa.
Fandom: Universo cinematográfico de Marvel.  
Pairing: Tony Stark x Peter Parker.
Formato: Oneshot.  
Género: AU, lemon.
Rating: NC-17.
Número de palabras: 911.
Sinopsis: Tony recibe la visita de su sobrino favorito, pero el inocente juego con un pastel puede ocasionar que ambos terminen cruzando los límites existentes entre ambos.
Nota: Continuación del día 7 del Kinktober 2018.

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Sólo los capítulos centrados en idols van a estar disponibles en Asian Fanfics.


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Día 12: Lamer.

Tocó el timbre y esperó. Había llevado un pastel para compartir porque en realidad no sabía muy bien qué llevar. No pudo evitar sonreír hasta sentir que las comisuras le dolían. Se llevó una mano a su boca para cubrírsela cuando el dueño del departamento abrió la puerta y apoyó su cuerpo contra el umbral.
—Buenas tardes —lo saludó una vecina que pasaba por el pasillo. Era una señora bastante mayor que llevaba a un pequeño niño de la mano.
—Buenas tardes.
—No pensé que tenía hijos —reconoció la mujer en referencia a Peter. El aludido iba a mirarla con el ceño fruncido pero Tony lo atrajo hacia él y pasó su brazo por sobre uno de sus hombros entre risas.
—¿Mi hijo? ¿Este chico? ¡Para nada! Es mi sobrino preferido —reconoció el hombre dándole un beso a Peter en la mejilla—. Pero, digo lo mismo de usted. ¿No es que tenía hijos de mi edad? ¿Y este señorito de dónde salió?
—Qué gracioso es —dijo la mujer sonriendo y sonrojada por su comentario—. Es mi nieto.
—¡No me diga! Me está mintiendo, ¿cierto?
Peter se zafó de Tony, quien lo miró.
—Voy a guardar esto en el refrigerador —le dijo.
Cuando Peter salió de la cocina, se lanzó al sofá frente al enorme televisor del living el cual encendió con el mando a distancia. Tony cerró la puerta y se lo quedó mirando de brazos cruzados.
—¿Me quieres explicar qué fue eso?
—No sé a qué te refieres —respondió el muchacho cambiando de canales sin detenerse en ninguno. Tony se quedó de pie frente a él—. ¿Puedes dejar que cambie de canal? —el aludido se colocó de cuclillas, tomó el rostro del muchacho y lo besó—. ¿Y eso?
—Un beso de bienvenida. ¿Qué me trajiste?
—A mí. ¿Te parece poco?  —Tony se sentó en la mesa ratona y acarició sus facciones.
—¿Cómo hiciste para deshacerte de los demás?
—No les dije que venía a verte.
—Ah —dijo Tony incorporándose para dirigirse a la cocina.
—¿Demasiado inteligente para ti? —preguntó Peter alzando la voz para que lo oyera.
—Yo les hubiera dicho la verdad —dijo el aludido.
Peter siguió sus pasos y se sentó sobre la mesada de la cocina mientras Tony cortaba dos pedazos de pastel.
—¿Que nos la pasamos tocándonos?
—¿Por qué no? —repreguntó Tony mirándolo a los ojos mientras se deshacía de la crema en uno de sus dedos con la lengua—. Total, nadie va a creerlo.
—Buen punto… ¿Me das un poco?
—Te estoy sirviendo.
—Quiero un poco con tu dedo.
—Qué niño —Tony guardó el pastel y volvió a los pedazos que estaban sobre dos platos en medio de ambos. Hundió uno de sus dedos sobre la crema y lo acercó a Peter—… Abre la boca, bebé —Peter obedeció y la cerró en torno al dedo sucio de Tony. Su lengua lo rodeó y succionó varias veces—… Eso es… Eres un buen chico, Petey —dijo el mayor besando los cabellos de Peter y enredándolos con una de sus manos. El muchacho imitó sus acciones al agarrar un poco de crema con sus dedos y Tony hizo lo mismo que él con ellos hasta que ambos lamían el dedo del menor mientras sus miradas cargadas de placer se encontraban—… Creo que no vamos a comer pastel, ¿no?
—No ahora —gimió Peter, necesitado y enredando sus piernas alrededor de la cintura de Tony, rozando su erección con la propia.
—Oh, Petey bebé… ¿Qué voy a hacer contigo? —sosteniéndolo de los muslos, Tony llevó al muchacho hasta el sillón donde, estando él a horcajadas suyo, le quitó la remera y dejó un camino de saliva desde sus labios hasta por sobre su pantalón—. Vaya, eso fue rápido, Petey.
—Es tu culpa —jadeó Peter.
—Así que te gusta que te chupen —sentenció Tony desabrochándole los pantalones.
—Yo no dije eso.
—Pero sí te gusta cuando la tengo en mi boca, bebé —susurró Tony sobre sus labios antes de besarlo apasionadamente. Peter agarró con fuerza la chaqueta de cuero que Tony tenía. Trataba de llevarse el aroma hasta su nariz sintiendo su cuerpo reaccionando por el olor. Tony había desarrollado una obsesión por ese muchacho. Su inexperiencia, sus ganas de aprender sobre la vida, la emoción que sus ojos expresaban al oír sus historias en países lejanos, países que él esperaba poder visitar algún día. Quizás estaba mal admitirlo, y era un asunto que había comentado con sus mejores amigos y confidentes, quienes llegaron a la conclusión de que definitivamente Tony estaba enamorado de Peter.

Ambos estaban mirando una película acostados sobre el sofá. Peter encima de Tony y un enorme plato de pastel de chocolate a medio terminar. Tony trató de agarrar la última cereza con el tenedor, pero parecía toda una odisea. Peter se había quedado de brazos cruzados, el plato encima de su pecho, y su tío tratando de lidiar con la maldita fruta.
—¿Quieres ayuda? —le preguntó entre risas.
—¿Por favor? Y estás viendo que estoy luchando por agarrarla.
—Está bien —Peter se sentó acomodando la sábana que Tony había ido a buscar para tapar sus cuerpos luego de una siesta reparadora. Dejó el plato en el suelo y agarró la cereza con sus dientes acercándose luego a Tony.
Tony no pudo decir exactamente qué le gusto más. Si el dulce sabor de la cereza desarmándose en su boca o el sabor de los labios de Peter.

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