Ciaossu~!!
Este es uno de los días que empecé y ahí dejé xD jajajajaja pero ya hace rato tenía la idea de hacer esto para este día.
Espero que les guste ♥
Temática elegida: Asfixia |Cunnilingus | Distención | Tentáculos.
Fandom: Universo cinematográfico de Marvel.
Pairing: ¿? x Peter Parker.
Formato: Oneshot.
Género: AU, smut.
Rating: NC-17.
Número de palabras: 1221.
Sinopsis: Peter es poseído por un ser que se dedica a darle placer cada noche. ¿Será capaz de encontrarlo alguna vez? ¿O será su destino quedarse completamente dormido cada vez que él termina con sus labores nocturnas?
Nota: Traté de basarme en esta canción de Dead Posey :)
Acordate que también podés seguir esta historia en las siguientes plataformas: Amor::Yaoi, AO3, Livejournal & Wattpad :)
Sólo los capítulos centrados en idols van a estar disponibles en Asian Fanfics.
Día 14: Asfixia.
Este es uno de los días que empecé y ahí dejé xD jajajajaja pero ya hace rato tenía la idea de hacer esto para este día.
Espero que les guste ♥
Enjoy~ ♥
Temática elegida: Asfixia |
Fandom: Universo cinematográfico de Marvel.
Pairing: ¿? x Peter Parker.
Formato: Oneshot.
Género: AU, smut.
Rating: NC-17.
Número de palabras: 1221.
Sinopsis: Peter es poseído por un ser que se dedica a darle placer cada noche. ¿Será capaz de encontrarlo alguna vez? ¿O será su destino quedarse completamente dormido cada vez que él termina con sus labores nocturnas?
Nota: Traté de basarme en esta canción de Dead Posey :)
Acordate que también podés seguir esta historia en las siguientes plataformas: Amor::Yaoi, AO3, Livejournal & Wattpad :)
Sólo los capítulos centrados en idols van a estar disponibles en Asian Fanfics.
( Día 01: Máscaras )
( Día 02: Súplicas )
( Día 03: Llevar al límite )
( Día 04: Nalgadas | Katoptronofilia | Dacrifilia )
( Día 05: Pies )
( Día 06: Daddy | Cock Worship | Mordidas )
( Día 02: Súplicas )
( Día 03: Llevar al límite )
( Día 04: Nalgadas | Katoptronofilia | Dacrifilia )
( Día 05: Pies )
( Día 06: Daddy | Cock Worship | Mordidas )
( Día 07: Incesto )
( Día 08: Sangre/ gore )
( Día 09: Bondage )
( Día 10: Tirar del cabello )
( Día 11: Insertar objetos | Cross-dressing )
( Día 12: Lamer )
( Día 13: Creampie )
( Día 08: Sangre/ gore )
( Día 09: Bondage )
( Día 10: Tirar del cabello )
( Día 11: Insertar objetos | Cross-dressing )
( Día 12: Lamer )
( Día 13: Creampie )
Día 14: Asfixia.
No podía decir desde hacía cuanto que sucedía, pero sí
desde hacía ya bastante tiempo.
Desde aquel momento su cama siempre fue ocupada por
alguien más. No es que a Peter le molestara, sino todo lo contrario, era como
si lo llamara, y quizás lo hacía antes de cerrar los ojos y dejar caerse entre
los brazos de Morfeo. ¿Cómo evitarlo con tal placentera sensación que se
incrementaba en su cuerpo con cada pulso, con cada roce que su piel recibía?
Su espalda se arqueaba sintiendo cada movimiento encima
suyo, cada opresión recibida sobre su pecho, como si algo estuviera encima de él, como si algo tratara de hacerse con él.
Peter esbozó una sonrisa. Siniestra, pero al mismo tiempo
llena de placer.
Sus muslos se abrieron como si sintiera que tenía que
hacerlo, su interior siendo recorrido por algo ajeno, pero placentero al fin.
Trató de gemir, pero no pudo. Sintió su respiración entrecortarse. Ahí estaba.
Lo sentía. Un enorme obstáculo alrededor de su cuello impidiéndole respirar.
Lanzó un sonido gutural, sin poder evitar sonreír una vez más. Levantó sus
manos para darle la bienvenida a aquel ser sobrenatural. Las posó alrededor de
su propio cuello, tratando de acariciar las que ya estaban ahí, las que sentía
que estaban ahí pero no podía tocar. Musitó un débil, “Bienvenido”, como pudo,
con el poco aire que había en sus pulmones hasta sentir que no había otro
obstáculo, y aquella excitante sensación volvía a apresarlo una vez más.
La puerta siempre estaba abierta para que aquel invitado
sin cuerpo ni rostro entrara y saliera sin pedir permiso. Cada noche lo hacía,
sin llamar su atención, tomando a Peter hasta dejarlo hecho un despojo humano y
sediento de más. ¡Si tan sólo pudiera verse! Siempre se le olvidaba practicar
frente al espejo antes de irse a dormir, pero estaba seguro que su rostro de
súplica cada noche le salía mejor. Desde hacía un mes que sentía sus piernas
entumecidas cada vez que se despertaba por las mañanas. Pero no le importaba,
la sensación que experimentaba era demasiado excitante como para darle
importancia a algo como eso.
Él era cuidadoso. Se cuidaba que su compañero no oyera
absolutamente nada aunque durmieran en cuartos separador. Y lo cuidaba porque
sentía sus finos y largos dedos posándose sobre su piel, y Peter sin poder
despertar y demostrarle su agradecimiento. Por eso lo único que podía hacer era
abrir más sus piernas y recibir con gusto todo de él.
Meses atrás había tratado de ponerle un rostro, pero nada
daba con la descripción de sus anchas manos sobre su cuello. No es que Peter
tratara de hacerse ahorcar por sus conocidos, pero tenía su forma de medir sus
manos. No dio con ninguno. Se había entristecido un poco. Había tratado de comunicárselo
esa noche, pero lo único que recibió fue el mejor beso francés que había
recibido en su vida hasta el punto de sentir que se ahogaba, esta vez, a causa
de su lengua.
¡Cómo lo amaba! Sin conocer siquiera su nombre, su forma,
su rostro, ¡cómo lo amaba! Quería seguir en esa pensión de estudiantes toda su
vida si eso significaba seguir al lado de su amante sin rostro. Le daba lo que
quería y Peter sentía que también. Nunca pudo preguntárselo porque
inmediatamente llegaba al clímax, colapsaba sobre el colchón y al día siguiente
lo despertaba la alarma. Había tratado de preguntarle a la casera, pero, ¿y si
algún exorcista llegaba y los separaba? No, ni en broma. Ya no podría vivir sin
él a su lado, o encima suyo, como sea. Él lo conocía por completo. Conocía su vida. En días de semana, la
presión sobre su cuello era ligera, pero los fines de semana, su cuerpo era
poseído por un vaivén mortal y sus manos se turnaban para quitarle la
respiración una y otra vez hasta hacerlo tener el mejor de sus orgasmos.
Y ese día era domingo. Ese día se había desquitado.
El maldito sol golpeó su rostro, obligándolo a hacerse un
ovillo en el colchón y cubrirse la cabeza con la almohada. Oyó música y el usual
sonido dominical que provenía de la cocina. Se sentó de un salto y miró el
colchón. Su cuerpo estaba desnudo de la cintura para abajo y sobre su regazo sólo
había rastros de su propio semen. Se levantó y se aseó antes de bajar las
escaleras y dirigirse a la cocina. Una vez allí, un par de ojos color azul
cielo lo saludaron.
—Te levantaste justo —dijo Steve, su compañero de cuarto
mientras le extendía un plato con hotcakes.
—¿Te quité los tuyos? Puedo esperar —reconoció Peter
agarrando el primero para devorarlo con la mano.
—¿Con el hambre que tienes? Quédatelos. No quiero que
termines comiéndome el brazo.
Peter se sonrió y se sentó en una de las banquetas en
torno a la isla en medio de la cocina. Mientras seguía comiendo, y luego de
servirse una taza de café, se quedó mirando a Steve. Él era dos años mayor,
estaba por graduarse en una carrera completamente diferente a la que Peter se
había anotado, pero era un tipo encantador y un buen amigo. Desde que lo
conoció, no hace más de cuatro meses, no supo que novia alguna y sabía por sus
propios compañeros que tenía una lista bastante larga. Su cuerpo musculoso era
marcado por una remera sin mangas prácticamente transparente y un par de
pantalones de jean y zapatillas a la moda terminaban de vestirlo. Esa fue la
primera vez que reparó en sus manos. Sus dedos eran finos y largos.
—Oye, Steve —el aludido se giró—. ¿Tienes novia?
—¿A qué viene eso?
—Curiosidad matutina.
—No, no tengo novia, Pete —respondió el rubio, divertido,
finalizando sus hotcakes para
sentarse frente a Peter y beber una taza de café—. ¿Aclaré tus dudas de domingo
por la mañana?
—Algo —estaba por llevarse un pedazo de hotcake a la boca, pero otra pregunta se
le atravesó en el camino—. ¿Puedo preguntar otra cosa? No es nada personal.
—Dime.
—¿Tienes idea de si aquí hay alguna especie de espíritu?
Steve se mostró hasta preocupado por su pregunta.
—No que yo sepa. ¿Por qué preguntas eso?
—Es que… quizás sea mi imaginación, pero —desistió. En realidad,
¿cómo se lo diría? ¿Y cómo lo tomaría Steve sin pensar que estaba loco de remate?
Peter podría adjudicarle sus sensaciones
a la cercanía de los exámenes, pero eso no evitaría que Steve hablara con la
casera y ambos decidieran tomar cartas en el asunto—… Nada. Olvídalo —Steve pareció
calmarse y bebió un poco de su café—. ¿Steve? —el aludido lo miró—. ¿Puedo
pedirte un favor?
El aludido asintió. Peter se levantó y se acercó a él.
Agarró su mano derecha y la examinó con cuidado. La posó alrededor de su cuello
y mirándolo a los ojos hizo que pusiera algo de presión. Nada. No sintió
absolutamente nada. Suspiró y volvió sobre sus pasos hacia su habitación.
—¿Adónde vas? —le preguntó Steve.
—Tengo que hacer tarea.
—Suerte con eso.
Peter se encerró en el cuarto y se acostó en su cama. Todavía
faltaban más de diez horas para que él llegara y lo tomara una vez más. Y no
aguantaba más. Y deseaba que llegara y marcara su cuello… como siempre lo hacía.
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