1 de octubre de 2018

[Gods' Pet] Capítulo 04: Te voy a amar

Ciaossu~!!
Antes de que empiecen a cantar esta canción, hago una confesión: odio a Axel xD no pregunten por qué, nunca me hizo nada (?) pero simplemente... No xD
Como todo en inglés suena más lindo, pero en español caga todo, en realidad la canción que le da el título a este capítulo pertenece a Ruelle (les dejo el link más abajo, es re chuchi, ya van a ver :3).
Ya estamos en octubre y eso significa una sola cosa:
KINKTOBER IS HERE
Iba a publicar este capítulo ayer, pero bueno xD esto es aparte de la temática que voy a tomar en el desafío.
Espero que estén al tanto de eso también :)
Enjoy~


Título: Gods' Pet.
Fandom: Universo Cinematográfico de Marvel.
Pairing: Thor x Peter Parker x Loki (o trío... como sea xD), Loki x Peter Parker, Thor x Peter Parker.
Formato: Serial.
Género: Smut.
Rating: NC-17.
Número de palabras: 1458.
Sinopsis: Thor llega a la habitación donde Loki está a punto de caer dormido. Internamente recuerdan lo que significa estar juntos y lo mucho que sufrieron en las batallas y guerras que debieron protagonizar. Tras sincerarse acerca de sus sentimientos, un par de sirvientes llaman su atención al advertir que su Mascota ha tenido un mal comportamiento...
Nota: Esta es la canción que pueden escuchar mientras leen este capítulo :3

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Capítulo 04: Te voy a amar.

 
Las cortinas ondeaban lentamente haciéndolo dormir. Sus párpados perdían sus fuerzas, escondiendo de a momentos sus ojos esmeraldas detrás de sí. Estaba aburrido, extremadamente aburrido por su situación en ese planeta. Quizás los primeros días pensó que sería algo divertido. Un lugar como Sakaar pero con sexo. Y con Thor. Y luego, con ese chico de Midgard. Suspiró. Luego frunció el ceño, recordando que desde que había llegado a ese planeta no había podido estar a solas con Thor. Peter siempre estaba en el medio, literalmente. No era que no disfrutara acostarse con él y descubrir una forma distinta de hacérselo cada vez que estaban juntos. Peter siempre lo sorprendía y eso era increíble viniendo de un ser como él.
—¿Qué estás planeando ahora?
La voz de Thor llamó su atención. En realidad, lo asustó. No lo había visto llegar. El Dios del Engaño se sentó en la cama y evitó la mirada de su hermano. Cuando Thor se acostó a su lado, lo miró. Nunca le había preguntado sobre el ojo que tenía. Un ojo café, como los de Peter.
—¿Eso es lo que siempre piensas de mí, hermano?
—Tienes un largo historial, Loki —respondió Thor, sonriendo.
—¿Dónde conseguiste eso?
—¿Qué cosa?
—Ese ojo.
—Oh. Un amigo me lo dio.
—Un amigo…
—Sí, un amigo. Si pudieras ser más honesto con las personas, tú también podrías tener más amigos.
—No los necesito.
—Todos los necesitan —Thor miró a Loki. Su cabello azabache estaba volando con la suave brisa—. Ven aquí —le ordenó. Loki se acostó a su lado y dejó que Thor atrapara su cuerpo y le diera suaves caricias sobre uno de sus brazos.
—Sólo te necesito a ti —susurró Loki sin siquiera levantar la mirada hacia Thor. El rubio no pudo evitar esbozar una sonrisa. Siempre disfrutaba y atesoraba los pocos momentos en que su hermano era sincero. Le gustaba. De hecho, lo amaba. Pensó que lo había perdido cuando trató de luchar contra Thanos, pensó que lo había perdido por segunda vez cuando se jactó de la realización de su venganza con el mismo ser. “Deberías haber apuntado a la cabeza”. Esas malditas palabras lo habían torturado desde el momento en que las dijo. Lo que le siguió a eso significó que él no solo había perdido a Loki sino que, además, había sido responsable de la muerte de la mitad del universo. Loki lo miró cuando dejó de sentir las caricias de Thor sobre él. Vio sus facciones endurecidas, el ceño fruncido—. No fue tu culpa —le dijo suavemente mientras acariciaba una de sus mejillas. Thor abrió los ojos y lo miró. Loki se dio cuenta que estaba conteniendo el llanto—. No lo fue.
—Pensé que te había perdido —musitó el aludido.
—No lo hiciste —sentenció Loki, sentándose a horcajadas de Thor y agarrando una de sus manos para apoyarla a la altura de su corazón—. Estoy aquí, hermano.
Thor fue calmándose poco a poco, sus ojos clavados sobre Loki. De repente, sintió el contacto de los labios de Thor sobre los suyos. Gimió ante la sensación. Lo había extrañado. No habían estado así de cerca desde que eran dos adolescentes asgardianos. Luego llegaron las guerras, las peleas, los engaños, las muertes.
—Te extrañé —susurró Thor tan lentamente para que sus palabras quedaran dando vueltas en los oídos de Loki por años. Él morocho sonrió. Recordó cuando eran jóvenes, la forma en que se provocaban el uno al otro. Pero ahora era diferente. No era sólo provocación hasta el punto de disfrutar por quién caía primero. Había algo más. Loki se acostó sobre el cuerpo de Thor y fue quitándole las prendas mientras dejaba marcas sobre su cuello, sobre sus hombros, con su lengua, con sus dientes.
Y luego, lo sintió venir. El cielo se oscureció, se volvió tormentoso y pudo sentir sobre sus muslos las chispas de las palmas de Thor que usualmente aparecían cuando estaban en batalla, pero mucho más cuando estaba excitado—. ¿Esperabas esto? —jadeó Thor con voz ronca. Loki no pudo evitar sonreír y asentir.
—Oh, sabes que sí —susurró con visible lujuria sobre sus brillantes ojos esmeraldas. Sus caderas empezaron una danza cautivadora sobre la entrepierna del Dios del Trueno. Con cada espasmo podía sentir electricidad recorriéndole el cuerpo con el objetivo de volverlo loco. Si es que ya no lo estaba. Entonces, Thor desvistió a Loki de la cintura para abajo y tan sólo con acercar una de sus manos a su erección lo hizo tiritar al sentir las chispas que emanaban de sus palmas, ocasionando que sonriera hasta sentir que las comisuras le dolían—. Cálmate, hermano. Sabes que te la dejo fácil.
—Lo sé, es por eso que hago esto —dijo el aludido.
La longitud de Thor presionó la entrada de Loki. Nunca supo si era magia o qué, pero Loki siempre estaba preparado para recibirlo, y ese momento en particular no era una excepción.
Habían ido por diferentes caminos desde que Thor pensó que Loki había perecido a manos de los elfos oscuros. Se había alegrado pero al mismo tiempo estaba furioso de haberlo encontrado en el trono de Asgard adoptando la figura de su padre. Y Loki, por supuesto que estaba feliz de tener a Thor de nuevo en su hogar, pero le hubiera encantado disfrutar de su engaño aunque sea un poco más. Habían peleado codo a codo contra su hermana, Hela, y dieron lo mejor de sí contra Thanos. Pero luego, vino el chasquido. Y luego, la batalla final. Pero una y otra vez terminaban juntos justo como ese mismo instante en que Loki danzaba sobre el cuerpo de Thor mientras las cortinas de la habitación trataban de tocar sus cabellos pero fallando en el proceso. Loki temblaba con cada embestida que recibía. Sus largos y finos dedos tocaban el torso de Thor como si fueran dagas a punto de clavarse en cualquier momento. Las manos del rubio sostenían al Dios del Engaño de los hombros no sea cosa que fuera a escapársele.
Y no es que Loki fuera a hacerlo. No se escaparía sino hasta llegar al mismísimo final. Deseaba tanto a Thor. Lo había extrañado pero era demasiado cobarde como para decírselo. Cada vez que era honesto con sus sentimientos todo iba de mal a peor y no quería perderlo. No de nuevo. No quería sentir ese vacío otra vez. Pero al mismo tiempo lo quería tanto. Dolía. Era como fuego consumiéndolo desde sus entrañas. Entreabrió sus labios. Dejó que se escaparan las palabras que quisieran desde lo más profundo de su alma.
—Te amo —susurró, sus uñas clavadas a la piel de Thor cuando llego a su clímax.
Thor recibió el peso de Loki encima suyo, sus caderas siguieron moviéndose hacia arriba y hacia abajo no mucho tiempo más y luego, estrechó aquel cuerpo falto de oxígeno entre sus brazos.
—Yo también te amo.
Loki nunca caía dormido después de tener sexo. Siempre jugaba con las manos de Thor como en un famoso juego de niños de Asgard aún si él ya estaba dormido.
—¿Estás despierto? —preguntó Loki, sus ojos acostumbrándose poco a poco al sol que volvía a salir de entre las nubes.
—Sí.
—¿Lo viste?
—¿A quién?
—Al muchacho.
—¿Estás preocupado por él?
—No exactamente.
—Sé lo que sientes por él —Loki lo miró, pero se tomó su tiempo para hablar.
—Tú también.
—Sí —dijo Thor con una sonrisa—. Es algo imposible no sentir algo por ese muchacho, pero las circunstancias no son buenas como para estar atrás de un chico como él.
—¿A qué te refieres?
—¿No te diste cuenta? ¿Para ti es normal que un chico acceda a ser la mascota de personas que apenas conoce?
—Pensé que esa había sido la razón de su decisión.
—Él quiere morirse, Loki. Su alma ya no está con él.
—Eso es patético…
—¿Cómo te sentirías si yo hubiera muerto? —Loki lo miró—. Sabías que estaba vivo cuando reemplazaste a nuestro Padre en Asgard porque Heimdall seguía allí, pero si no estaba, ¿cómo te hubieras sentido? Así es cómo Peter se siente ahora —Loki desvió su mirada—. Ni tú ni yo vimos morir a Stark. Nosotros supusimos eso.
—Entonces, ¿tu plan es regresar a la Tierra?
—Sí.
—Es algo complicado…
—Sé que tú puedes arreglar eso —reconoció Thor, sonriendo, jugando con un mechón de cabello de su hermano.
—En realidad, yo-
—Disculpen.
Dos sirvientes con un velo sobre su rostro entraron a la habitación. Ambos asgardianos se sentaron sobre la cama.
—¿Todo está bien? —preguntó el mayor.
—Tienen que acompañarnos, Maestros —dijeron los sirvientes al unísono—. Su Mascota ha tenido un mal comportamiento y será castigado por eso.
Loki y Thor se miraron.
Y con la mirada se dijeron todo.

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